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Noche de tensión por el incendio en el Moncayo: "Las llamas rozaron los muros del Monasterio de Veruela"

El alcalde de Borja advierte además que se prevé que el momento "crítico" se produzca este domingo sobre las 19.00 "cuando se mueva de nuevo el aire".

Desalojados por el incendio en el Moncayo han pasado la noche en el pabellón de Borja
Desalojados por el incendio en el Moncayo han pasado la noche en el pabellón de Borja
Toni Galán

Sin dormir y con el miedo en el cuerpo. Así han pasado la noche los vecinos de los ocho pueblos de la comarca del Moncayo afectados por el incendio forestal declarado este sábado en Añón de Moncayo (Zaragoza). "Ha sido una noche bastante tensa, el fuego estaba muy cerca", según ha explicado este domingo el alcalde de Borja, Eduardo Arilla.

El incendio en las faldas del Moncayo, que se inició a primeras horas de la tarde de este sábado, han puesto en alerta a toda la comarca. Hasta el momento el fuego ha obligado a evacuar a más de 1.300 vecinos de ocho pueblos: Añón de Moncayo, Alcalá de Moncayo, Vera de Moncayo, El Buste, Bulbuente, Ambel, Trasmoz y Talamantes, junto con el Santuario de la Misericordia (Borja) y la urbanización cumbres del Moncayo.

En estos momentos, hasta 300 personas combaten las llamas para frenar su avance hacía los cascos urbanos. Y es que las rachas de viento cambiante complican el trabajo de los helicópteros e hidroaviones. El director general de Medio Natural y Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Diego Bayona, ha indicado que el comportamiento de este incendio no tiene parangón respecto a otros vividos este verano en la Comunidad, incluyendo el de Ateca de hace apenas tres semanas. Bayona ha hablado de miles de hectáreas calcinadas, aunque no ha querido dar cifras exactas.

El fuego, que ha obligado a desalojar ocho municipios del entorno y cuenta con distintos focos, ha quemado "completamente" el pinar y la zona que rodea el Santuario de la Misericordia de Borja, en el que se encuentra el famoso Ecce Homo, aunque no ha afectado al núcleo urbano.

Durante la noche la preocupación de Arilla ha sido atender a los vecinos desplazados al polideportivo municipal desde las poblaciones de Añón de Moncayo y Alcalá de Moncayo, unos 340 inicialmente de los que permanecen 83, fundamentalmente personas mayores. El resto eran en su mayor parte vecinos de segundas residencias en estas localidades que han vuelto a sus lugares de origen en Zaragoza o País Vasco.

Luis Zueco: "Noche sin pegar ojo, tras una tarde horrible por el fuego. Vimos en seguida que, con las tremendas ráfagas de viento de la tarde, el incendio iba a ser una catástrofe"

Testimonios desgarradores

El escritor borjano Luis Zueco, que gestiona junto a su esposa Elena el hospedaje del castillo de Grisel y también se ocupa del de Bulbuente, explicaba este domingo sus sensaciones por lo vivido. “Noche sin pegar ojo, tras una tarde horrible por el fuego. Vimos en seguida que, con las tremendas ráfagas de viento de la tarde, el incendio iba a ser una catástrofe. Decidimos desalojar por precaución a los huéspedes del Castillo de Bulbuente, y pronto tuvimos que irnos nosotros también de Bulbuente, como pasó en muchos otros pueblos de la zona. Ahora en Borja solo se ve humo y un insoportable olor a quemado, presagio de lo que nos encontraremos cuando esto pase.

El embalse del Val es el lugar donde recargan el agua.

Zueco agradeció los esfuerzos de quienes luchan por extinguir y controlar el fuego. “Muchas gracias a todos los que nos estáis llamando preocupados, y en especial a los que han estado y están combatiendo el fuego en todos sus frentes, entre ellos a los bomberos que han estado toda la noche protegiendo el casco urbano de Bulbuente y han logrado que no entre el fuego. ¡Mucho ánimo!”

Pilar Pérez, alcaldesa de Torrellas y directora de la residencia turiasonense Hogar Doz, se acercó a Vera en cuanto supo del incendio. "Tengo familia allá, y cuando Protección Civil dijo que el desalojo debía hacerse con rapidez ofrecimos espacio en Hogar Doz; tenemos a 16 personas de Vera, que en principio se quedarán este domingo y mañana lunes. Por otra parte, anoche nos subimos a 20 personas a Torrellas, y las alojamos en una casa rural que teníamos lista, a falta de inauguración. Estamos nerviosos todos, y las perspectivas no son buenas por las noticias que llegan, pero entre todos trataremos de ir manejando la situación lo mejor posible".

Pilar Pérez: "Las perspectivas no son buenas por las noticias que llegan, pero entre todos trataremos de ir manejando la situación lo mejor posible"

El artista Curro Fatás reside en Vera de Moncayo y trabaja como gestor hostelero en el castillo de Añón. Este domingo comentaba lo vivido desde el seminario de Tarazona, donde ha pernoctado con su esposa. “Estamos bien, aunque un poco en shock. Aquí hay muchos voluntarios pendientes de todos los que hemos venido, incluso se ofrecían a darle un paseo a nuestro perrito. Muchas veces, las desgracias sacan lo mejor del ser humano. Yo llevo el castillo de Añón; ayer fui a comer a Vera de Moncayo y cuando iba a volver, me pararon a la altura del Monasterio de Veruela; eran algo más de las tres de la tarde y ya no se podía pasar”.

"Tengo dos abuelicos de Vera en mi casa. Se han quemado un montón de postes de teléfono, y el centro de transformación de luz que hay pegado a Trasmoz, hay varios pueblos sin energía… es un momento crítico para la zona"

En Vera, las imágenes fueron tremendas. “Vimos -apunta Fatás- como las llamas cercaban el Monasterio, que milagrosamente no se quemó; el esfuerzo de los agricultores, que hicieron cortafuegos con los tractores y se jugaron literalmente la vida, fue decisivo. También salvaron nuestra casa. Las llamas entraban por el pueblo; la gente corría con las maletas hechas en un minuto. Al desalojarnos nos dieron Borja o Tarazona como opciones, y cogimos para Tarazona. En Borja estuvieron también a punto de desalojar": En Vera se ha quemado sitios como La Corza Blanca, el camping y el Molino de Berola, además de tres de los cuatro chalés que hay frente a Monasterio.

Un agricultor local explicaba que “aquí cuando hay un incendio arrimamos el hombro todos, aunque no toque a tu pueblo. Yo vivo en Torrellas, pero trabajo en Vera y ayer, cuando empezó todo, me acerqué con los bomberos a Añón y Alcalá para ver si podía ayudar. Cuando quise salir para volver al Monasterio desde la zona de Alcalá, el fuego corría más que mi coche. Tengo dos abuelicos de Vera en mi casa. Se han quemado un montón de postes de teléfono, y el centro de transformación de luz que hay pegado a Trasmoz, hay varios pueblos sin energía… es un momento crítico para la zona”.

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