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Rescatan a una familia que se vio atrapada por una tromba de agua en Castejón de Alarba

Una pareja de Barcelona y su hija, de 10 años, temieron por sus vidas al verse sorprendidas por una gran tormenta junto a un barranco.

Una grúa retiró este miércoles el coche de las víctimas, que quedó inmovilizado entre un ‘río’ de piedras y barro.
Una grúa retiró este miércoles el coche de las víctimas, que quedó inmovilizado entre un ‘río’ de piedras y barro.
H. A.

Una pareja y su hija de 10 años, residentes en Barcelona pero con vínculos con Castejón de Alarba, fueron rescatados en la noche del martes por los bomberos de la Diputación de Zaragoza al quedar su coche atrapado en un camino entre dicha localidad y Munébrega a causa de una de las tormentas que sacudieron la comarca de la Comunidad de Calatayud. "Le vimos las orejas al lobo", reconocía este miércoles R. B. P., una de las víctimas, muy agradecida con el dispositivo de salvamento.

"No es la primera vez que vamos por el camino, porque lo conozco desde pequeña. Cuando lo cogimos en dirección a Castejón no llovía tanto, pero de repente empezó a caer tanta agua y granizo que no se veía nada", relataba esta vecina de la ciudad condal, que había vuelto a su localidad después de varios años sin poder acudir. En un momento dado, vieron cómo "el agua empezaba a subir de nivel, llegó al motor y el coche se paró y se quedó frenado".

La mujer confesaba que fue una situación de verdadera angustia: "Porque ves peligrar tu vida y porque veíamos que el agua pasaba por el capo y arrastraba árboles y piedra. Pero llega un momento que reseteas". A ello contribuyeron los bomberos de los parques de Calatayud y Daroca: "Nos llamaron y nos dijeron que llegarían en 15 minutos, pero luego nos dijeron que tenían que ir por otro camino", contaba. Esa alternativa es un desvío de 44 kilómetros y más de una hora, ya que los propios vehículos de la DPZ se veían arrastrados por el caudal.

Evacuados por la Guardia Civil

En ese lapso de tiempo, R. B. P -a la que acompañaba su marido, S. S. D. y la hija de ambos- recibieron varias llamadas de los bomberos: "Nos llamaban para darnos consejos: que fijásemos un punto de referencia para ver si el caudal subía o bajaba y si el coche se movía, que apagásemos todo...". Al final, fue patrulla de la Guardia Civil quien se encargó de llevar a la familia a casa sana y salva.

Las precipitaciones, con registros de entre 40 y 60 litros en una hora, causaron importantes daños en caminos, infraestructuras de riego y cultivos de pueblos como Olvés, Alarba, Munébrega, Acered y Atea. "En los barrancos, como están sin limpiar desde hace años y no dejan limpiarlos, se han formado tapones con árboles y piedras y hasta se han anegado fincas", detallaba el alcalde de Munébrega, José Félix Lajusticia.

José Miguel Morlanes, de Alarba y con fincas también en Atea, concretaba que "fue muy duro". "Hay viñas con hojas machacadas y granos golpeados", indicaba. En Acered, Julio Guerrero, cifraba daños entre ambas localidades de hasta el 60%. También en la noche del martes, un rayo, causado por una tormenta seca, originó un incendio entre Arándiga y Nigüella, quemando más de 30 hectáreas de monte bajo, matorral y pasto, donde intervinieron efectivos de la DPZ, la DGA, Guardia Civil y Protección Civil.

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