Aragón necesita familias para 240 menores tutelados: "Poco a poco nos vemos capaces de acoger a niños más mayores"

El 55% de los niños y adolescentes que están bajo la tutela de la DGA viven en residencias frente a un 45% que lo hacen en hogares.

Beatriz Pitarch y Raúl Zeta con dos de los niños que han acogido en su hogar
Beatriz Pitarch y Raúl Zeta con dos de los niños que han acogido en su hogar
Beatriz Pitarch

Beatriz Pitarch y Raúl Zeta se animaron a convertirse en familia de acogida de urgencia a raíz de lo que les contaba un amigo que trabaja en un centro de menores. En octubre de 2018, justo antes de las Fiestas del Pilar, una pequeña revolución llegó a su mundo cuando tuvieron en brazos a un bebé de 7 meses. Desde entonces, han atendido cinco casos con niños de hasta 9 años. El confinamiento por la pandemia lo compartieron con dos hermanas "sin las que ese encierro no hubiera sido tan bonito ni tan creativo, porque cada día había que inventar algo nuevo", recuerda esta pareja zaragozana. Como ellos, Aragón  necesita familias para los 240 menores y adolescentes que en estos momentos viven en residencias.

En estos casi cuatro años, cuentan, han tenido "la sensación de ver crecer a un niño a cámara rápida". "Avanzan en unos meses lo que otros pequeños de su edad en años", dicen. Algunos llegan sin saber leer "porque nadie les ha enseñado". Otros apenas pueden seguir al principio el ritmo del colegio y "acaban aprobando el curso con notables". También los hay que arrastran las consecuencias de las situaciones límites que vivieron con sus padres biológicos. Como la niña que le dejaba auténticas "cartas de amor" a Beatriz en las que le daba la gracias "por ser la única persona que me ha querido". O los hermanos que se extrañaban porque no se enfadaban, no se insultaban entre ellos ni se pegaban. "Les enseñamos que hay otra forma de querer y de decirse las cosas, son las mejoras herramientas que podemos proporcionarles para que las apliquen cuando se van", asegura Beatriz.

No tienen hijos y por eso han ido paso a paso. De acoger bebés han pasado a cuidar niños de hasta 10 años y no descartan ir más allá. "Cada vez nos vamos animando a recibir a chicos y chicas más mayores porque nos vemos capaces. Nos hemos dado cuenta que como familia todas las edades tienen su encanto. Nos estamos planteando tener hasta los 13 años, pero es una etapa complicada y le tenemos respeto porque no sabemos si vamos a gestionarlo bien o no", reconoce Raúl.

"Nos estamos planteando tener hasta los 13 años, pero es una etapa complicada y le tenemos respeto por no saber si vamos a gestionarlo bien"

El momento más duro llega con la despedida. Todos se llevan un álbum de fotos que resume sus vivencias y hasta algunas primeras fiestas de cumpleaños. Ellos se quedan con "las lecciones" que les han dado por "su capacidad de adaptación y su bondad".

El 91% de los chicos que residen en centros tienen más de 11 años

El objetivo es que el mayor número de niños tutelados por el Gobierno aragonés crezca en un hogar, para responder así a sus necesidades y porque es una certeza que es el mejor entorno para apoyar a su desarrollo. En la Comunidad hay 442 menores que están bajo la tutela de la Administración. De ellos, 240 viven en residencias (un 55%) y 202 en familias (45%) –124 en familias ajenas y 78 en extensas con tíos, abuelos primos o amigos–, según los últimos datos facilitados por el Departamento de Ciudadanía y Servicios Sociales del Gobierno aragonés.

El 91% de los niños y adolescentes en diferentes situaciones de desamparo que crecen hoy por hoy en un centro tienen más de 11 años. Nadie esconde que, en ocasiones, las situaciones de los chicos a partir de esta edad pueden ser complicadas y surgen reticencias y temores. Pero ellos también tienen el derecho y la necesidad de sentirse queridos y tener un ambiente afectivo de acompañamiento emocional.

El número de niños y chicos que se benefician de pasar su infancia y adolescencia con unos padres y hermanos de corazón crece poco a poco. En octubre de 2020, la DGA lanzó una campaña para concienciar sobre esta realidad y ya se pueden ver algunos resultados. Hace dos años el acogimiento en residencias representaba el 68,38%, un porcentaje que ha descendido al 55%.

Las familias, no importa el perfil (no hacen falta que sean parejas), que están dispuestos a abrir su casa a estos niños y adolescentes y cuidarles y acompañarles en unos momentos cruciales de su existencia también han aumentado. Las 89 que había hace dos años han crecido hasta un centenar. Además, hay 38 en proceso de valoración psicosocial. Una vez se formaliza la solicitud en el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), hay que hacer una formación y sus profesionales valoran la idoneidad. En 2020 se necesitaban familias para 253 niños, hoy para 240.

El Ministerio de Derechos Sociales y las comunidades autónomas acordaron recientemente que ningún niño menor de 11 años resida en un centro de aquí al 2030. La primera fase establece el plazo de 2025 para sacar de estas residencias a los de entre 0 y 6 años, y cinco años después, los de entre 7 y 10. En Aragón, desde 2016 ya no hay menores de 6 años institucionalizados. La única excepción son aquellos que cuentan con hermanos mayores y se determina que lo mejor para ellos es continuar juntos, aunque sea en un establecimiento de acogida.

En colaboración con la Asociación de Familias Acogedoras de Aragón (Adafa) se establecen tres tipos de acogimientos: de urgencia (sobre todo para menores de 6 años y que no duran más de seis meses), temporales (se prolongan normalmente hasta dos años) y permanentes. Las familias reciben una serie de compensaciones económicas que están reguladas por ley y cuentan con el respaldo y acompañamiento de los profesionales del IASS.

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