Heraldo del Campo

Nuevas reglas para ser aún mejores

Desde este año, la producción ecológica se rige por un nuevo reglamento europeo que tiene en la simplificación de normas y el incremento de la confianza de los consumidores de estos alimentos sus principales claves.

La nueva normativa incide en varios aspectos clave del proceso, tanto productivo como de comercialización de los productos ecológicos.
La nueva normativa incide en varios aspectos clave del proceso, tanto productivo como de comercialización de los productos ecológicos.
CAAE

El 1 de enero de 2022 entraba en vigor el nuevo reglamento europeo sobre producción y etiquetado de productos ecológicos. Esta nueva normativa tiene como objetivo, según la propia Unión Europea, "revisar y reforzar las normas existentes relativas a la producción ecológica y al etiquetado de los productos en lo relativo al sistema de control, al régimen comercial y a las normas de producción". Para alcanzar este objetivo, el nuevo reglamento propone "establecer unas condiciones de competencia equitativas para los operadores, armonizar y simplificar las normas y aumentar la confianza de los consumidores en los productos ecológicos y en el logotipo de producción ecológica de la Unión Europea".

Esta nueva normativa incide en varios aspectos clave del proceso, tanto productivo como de comercialización de los productos ecológicos. Desarrolla y amplía la legislación europea vigente para abarcar otros productos que están estrechamente relacionados como pueden ser los corchos, la sal o la lana y revisa las normas de producción ganadera ecológica e introduce nuevas normas para especies como los conejos.

Asimismo, armoniza las normas aplicables a los operadores ecológicos tanto de los Estados miembros de la Unión Europea y de los terceros países por medio de la introducción del sistema de cumplimiento y simplifica el acceso para los pequeños operadores.

Unos objetivos más ambiciosos, la certificación de nuevos productos como la cera de abejas, los conejos o los ciervos, un nuevo sistema que permite la certificación de grupos de operadores, un período de conversión de doce meses para la producción animal o modificaciones en el etiquetado son algunas de las principales novedades que ha introducido este nuevo reglamento.

Como cualquier reglamento o conjunto de normas, el de producción ecológica no será útil si los productores no llevan sus directrices a la práctica. Esta nueva normativa les insta a "adoptar medidas preventivas en cada etapa para preservar la biodiversidad y la calidad del suelo, prevenir la aparición de plagas y enfermedades y controlarlas en caso de aparezcan". También deben, según este conjunto normativo, "adoptar medidas de precaución proporcionadas a fin de evitar la contaminación de productos o sustancias no autorizadas en producción ecológica".

El agroecológico es un "mercado de oportunidades" que actualmente vive un período de crecimiento ya que cada vez son más las explotaciones y productores que se incorporan a este sistema productivo. En Aragón, por ejemplo, en 2021, el número de operadores ha crecido, aproximadamente, en torno a un 30%.

Las explotaciones que deseen incorporarse a este modelo deben someterse a un período de transición, que el reglamento denomina ‘período de conversión’. Durante este, las explotaciones deben "ser gestionadas según las normas de producción ecológica, aunque sus productos no pueden ser considerados ecológicos durante esta fase". Podrán tener esa consideración cuando el período de conversión haya concluido y haya sido verificado.

Los alimentos y piensos de origen vegetal con un solo ingrediente de origen agrícola pueden ser etiquetados como productos ‘en conversión’, siempre que haya habido un período de conversión de doce meses antes de la cosecha. El nuevo reglamento extiende esta consideración al material de reproducción vegetal, incluyendo semillas y plantas en cualquier fase de crecimiento utilizadas para producir plantas enteras.

Cuando este período de conversión, que es variable en función del tipo de cultivo y del manejo que se haya hecho del mismo concluya, las explotaciones deberán estar totalmente gestionadas de acuerdo con los requisitos aplicables a la producción ecológica. No obstante, el reglamento permite también las ‘explotaciones paralelas’ (no ecológicas, en conversión y ecológicas al mismo tiempo) siempre que estén "clara y estrictamente separadas".

¿Cuáles son los requisitos que se aplican para que las explotaciones se certifiquen como ecológicas? Entre otros, la agricultura ecológica debe "mantener y mejorar la vida y fertilidad natural del suelo, su estabilidad, capacidad de retención de agua y su biodiversidad; usar semillas animales con un alto grado de diversidad genética, resistencia a las enfermedades y longevidad; elegir las variedades vegetales atendiendo a las particularidades de los sistemas específicos de producción ecológica prestando especial atención a los resultados agronómicos y a la resistencia a enfermedades; elegir las razas animales atendiendo a su valor genético, longevidad, vitalidad y resistencia frente a enfermedades o a problemas sanitarios, o aplicar una reproducción adaptada al lugar y vinculada al suelo".

Los operadores son quienes tienen que notificar a las autoridades competentes (en el caso de Aragón, el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica) sobre sus actividades con el fin de obtener la certificación oficial. Este distintivo no se queda solo en las fases de producción ya sea agrícola o ganadera, sino que se extiende hasta la etapa final de elaboración de este tipo de alimentos. De hecho, el etiquetado es otro de los aspectos que se refuerza en este nuevo reglamento.

Para ello se han implantado unas medidas de precaución más estrictas y unos controles más robustos de la cadena de suministro, basados en el riesgo. Para verificar estos aspectos, se llevan a cabo inspecciones ‘in situ’ a los operadores una vez al año. Cuando los controles no arrojen ningún incumplimiento en los tres años anteriores, estas inspecciones pueden realizarse cada dos años.

Si un organismo de control detecta que un operador intenta comercializar un producto no autorizado bajo la etiqueta de ‘ecológico’, realizará una investigación oficial y prohibirá temporalmente la comercialización hasta conocer el resultado. Si esto se produce de manera repetida o la infracción resulta ser grave, podría prohibirse la venta de productos descritos como ‘ecológicos’ durante un periodo determinado e incluso llegar a retirarles el certificado.

Las explotaciones que deseen incorporarse a este modelo deben someterse a un período de transición, que el reglamento denomina ‘período de conversión’.
Las explotaciones que deseen incorporarse a este modelo deben someterse a un período de transición, que el reglamento denomina ‘período de conversión’.
CAAE

Principios del modelo ecológico

Estos reglamentos se establecen con el objetivo de preservar los principales principios de la producción ecológica. Establecen que este modelo deberá: "respetar los sistemas y ciclos naturales; mantener y mejorar el estado del suelo, el agua, el aire, la fitosanidad y la salud de los animales, y el equilibrio entre ellos; conservar los elementos del paisaje natural; utilizar la energía y los recursos naturales con responsabilidad, obtener una amplia variedad de productos de alta calidad para responder a la demanda de los consumidores; garantizar la integridad de la producción ecológica en todas las etapas de los procesos de producción, transformación y distribución de los animales y los piensos; excluir el uso de organismos modificados genéticamente y de productos producidos a partir de este tipo de organismos, salvo medicamentos veterinarios; restringir el uso de aportaciones externas; diseñar y gestionar los procesos biológicos utilizando métodos basados en la evaluación de riesgos y en la aplicación de medidas de precaución y preventivas; excluir la clonación de animales y garantizar un nivel elevado de bienestar animal".

Un modelo de oportunidad en crecimiento

Aragón cuenta con un total de 1.623 operadores de producción ecológica a finales de 2021 lo que supone un crecimiento de un 28,6% con respecto al año anterior, según los datos ofrecidos por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica (CAAE) en su Memoria Anual. Asimismo, la superficie de cultivo creció en un 30,7% para alcanzar las casi 104.000 hectáreas, lo que supuso un incremento de unas 21.000 hectáreas durante el año pasado.

"Si bien esperábamos un crecimiento, estas cifras son mayores de lo que habíamos previsto, lo cual nos hace estar muy orgullosos y satisfechos de nuestro trabajo", afirma Pedro Fatás, gerente del CAAE, quien atribuye esta evolución al hecho de que "se trata de un mercado de nuevas oportunidades, en el que el consumo está creciendo, frente a otro tipo de mercados que ya están maduros y en los que no hay margen para crecer".

Una de las claves que ha contribuido a esta evolución es la puesta en marcha del Plan Estratégico que el Comité presentaba en el año 2020. Basado en tres principios rectores como son la orientación hacia el usuario, la unidad y visión integral y la colaboración y alianzas, tiene en la digitalización y en la ampliación de servicios para facilitar los trámites burocráticos a los operadores, sus principales claves. "Seguimos trabajando con paso firme en este camino", incide Fatás.

Muestra de ello es la puesta en marcha de un nuevo ‘portal del operador ecológico’. Una herramienta ágil que hace que gestiones como la localización de parcelas, renovaciones, comprobaciones o presentación de justificaciones se realicen de una manera más ágil y sin errores, logrando así una mayor calidad en el servicio y una elevada optimización de los procesos y recursos. Desde su implantación, el 40% de las nuevas solicitudes y el 70% de las renovaciones se han tramitado a través de este portal. "Unos datos que nos dan idea de la idoneidad del servicio, mejor prestación para el operador y más calidad en el trabajo", indican desde el Comité, que, no obstante, seguirá trabajando en "ampliar la oferta de servicios y la usabilidad del portal".

Memoria Anual del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.
Memoria Anual del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.
CAAE

El hecho de que la presentación del Plan Estratégico del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica tuviera lugar en la edición de 2020 de la feria Biofach, que se celebra en Alemania, no fue casual. La internacionalización es otro de los principales ejes de trabajo del CAAE, junto al de la promoción, "es algo necesario ya que los consumidores no demandan cosas que no conoce", indica Pedro Fatás. "Hemos creado una marca paraguas, ‘Aragón Ecológico’, que es fácil de reconocer y en la que todo el mundo se siente cómodo", añade.

La presencia en las redes sociales, en las que han experimentado un "crecimiento considerable", así como las intensas campañas de difusión y colaboraciones con iniciativas y organizaciones del mundo de la alimentación, como la pertenencia al Círculo Agroalimentario de Aragón o la incorporación del CAAE a la Alianza Agroalimentaria Aragonesa contribuyen al impulso de este sector. Por segundo año, el Comité colaboraba con la Academia Aragonesa de Gastronomía en la elaboración de un libro de recetas con alimentos ecológicos.

Retos de futuro

El CAAE también afronta desafíos. Entre ellos, "el de pasar de ser granero para ser despensa. Transformamos poco todavía en un momento de demanda creciente", señala su gerente. Para ello, van a tratar de reforzar la cadena de la agricultura ecológica "colaborando con la industria para que trabaje en la transformación de materias primas ecológicas, sin olvidar la figura del agricultor y del ganadero, que deben de adaptarse a las exigencias de la industria".

También se incide en la importancia de "aumentar la producción de alimentos ecológicos y no sólo de materias primas. Con los objetivos de marcados por la Unión Europea de alcanzar un 25% de producción ecológica en 2030, los agricultores y ganaderos deben optar por esta producción como una oportunidad para mejorar el valor añadido de las producciones".

Para conseguir esos desafíos, Pedro Fatás apunta a dos ejes de trabajo: "el primero es el de concienciar al consumidor, para lo que estamos llevando a cabo y en segundo lugar, el de trabajar en la formación de los productores para que sepan que un certificado de calidad les ayuda a mejorar muchos procesos, como el de obtener una trazabilidad completa".

Mejores productores

El CAAE cerraba un 2021 de crecimiento y encara un 2022 que viene marcado por una nueva normativa. "La evolución de las normas nos hace mejores productores, más eficientes, más seguros y más confiables", apuntaba el presidente del CAAE, Antonio Artal en una carta publicada en la Memoria Anual de 2021, en la que instaba a "poder seguir creando valor para el consumidor".  

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión