El polígono anexo a Bon Àrea atrae a seis empresas logísticas y del sector agroalimentario

La DGA modifica el Plan de Interés General para ampliar los usos más allá de los complementarios a la plataforma. Las dos parcelas urbanizadas suman una superficie útil de 16,5 hectáreas.

Vista aérea de la mayor parcela del polígono, de 15 hectáreas, con la obra de Bon Àrea al fondo.
Vista aérea de la mayor parcela del polígono, de 15 hectáreas, con la obra de Bon Àrea al fondo.
SVA/Novotec

Hasta media docena de empresas logísticas y agroalimentarias ya han mostrado interés por el polígono industrial que la DGA ha urbanizado junto enfrente de la plataforma agroalimentaria de Bon Àrea en Épila. Así lo aseguró a este diario el gerente de Suelo y Vivienda de Aragón (SVA), Javier Albisu, quien manifestó que la mayoría de las compañías están radicadas en la Comunidad y se han fijado en las dos parcelas por su estratégica situación, junto a la autovía de Madrid y conectada por dos carreteras autonómicas con las autovías de Valencia y Logroño.

Albisu guarda con discreción los nombres de las compañías y apuntó que la comercialización se encuentra en la fase inicial tras haber acabado los trabajos para acondicionar la nueva zona industrial. La propiedad del nuevo polígono, de 35 hectáreas, es compartida por el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Épila en proindiviso y la tarea de encontrar compradores o inquilinos interesados en instalarse ha recaído en SVA, que tiene una dilatada experiencia y, además, se logrará la flexibilidad necesaria de la que carece la Administración.

La sociedad pública ya se encargó de su urbanización, así como de llevar la red de servicios hasta Bon Àrea, que se ha visto igualmente afectada por el alza de los precios de los materiales, incrementado su coste en algo menos de 500.00 euros.

La pretensión inicial era dedicar el polígono a usos agroalimentarios y complementarios a la plataforma que construye la Corporación Guissona, pero ahora ha decidido ampliarlos. Hasta ahora podía dedicarse a la fabricación, elaboración, servicios, talleres, almacenamiento o distribución vinculados a Bon Àrea, pero también serán compatibles "el industrial, logístico y de almacenamiento" genérico. "Se ha acometido por diversificar las posibilidades de ubicación de empresas, no solo las agroalimentarias, y no sea así excluyentes cuando hay demanda en el mercado", explicó Albisu.

En la segunda modificación del Plan Interés General de Aragón (PIGA) de Bon Àrea se especifica que esta adaptación viene "obligada" por la realidad del mercado inmobiliario de suelo industrial de Aragón, especialmente en el entorno de Zaragoza y de sus ejes de comunicación.

De hecho, la DGA se ha visto obligada a recalificar la antigua Universidad Laboral –ubicada en Malpica– y el Polígono Tecnológico de Reciclado (PTR) y respaldar la operación logística de Wilcox frente a Plaza para poder atender la demanda de grandes parcelas. Y es que el crecimiento del comercio electrónico requiere de gigantescas naves para gestionar los envíos.

Suelo para un gran operador

Precisamente, la parcela la más grande del nuevo polígono de Épila, de 147.111 metros cuadrados, podría atender las necesidades de un gran operador logístico. Este objetivo se ha confirmado a través de diferentes entidades dependientes del Gobierno de Aragón relacionadas con la implantación de actividad industrial en la Comunidad.

La otra parcela de usos lucrativos es más pequeña, de 18.088 metros cuadrados, que podría encajar a alguna empresas del sector agroalimentario o proveedora de servicios de Bon Àrea. Y a estas dos se añade una tercera, calificada como usos terciarios y que podría albergar servicios en sus 5.232 metros cuadrados.

En la modificación, la DGA especifica que con la ampliación de usos también se pretende dar una rápida salida al polígono, "un desarrollo a corto plazo que impida su deterioro tanto físico como fiscal".

Igualmente, se aclara que esta "variación" afecta únicamente a las normas urbanísticas y por tanto no se ven reflejados en la modificación del proyecto de reparcelación, ya que el uso que consta en el documento inscrito en el registro de la propiedad no varía. De la misma forma, no afecta a las especificaciones sobre los aprovechamientos. "Este cambio no supone modificación alguna en los coeficientes de ponderación de usos, ni en determinaciones relativas al aprovechamiento ni a las condiciones de posición ni edificación", aclara.

Tanto la DGA como el Ayuntamiento de Épila pretende facilitar la llegada de empresas, dado que el polígono de promoción municipal situado en las inmediaciones, El Sabinar, ha agotado de facto su oferta de suelo. En la actualidad solo hay una parcela disponible, de 27.000 metros cuadrados de los 342.943 que se comercializaron en su día a los pies de la autovía de Madrid.

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