Encuesta: ¿Tiene los días contados ir sin mascarilla en interiores?

Puede que los tiempos de ir con la cara descubierta y sintiendo la brisa en el rostro tengan, de nuevo, los días contados. El pasado viernes, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, instó a mantener las medidas de protección frente a la covid-19, entre ellas el uso de mascarillas, sobre todo en la población vulnerable, cuando no se pueda guardar un metro y medio de distancia de seguridad y en los lugares en los que no exista una buena ventilación. Algo que ya habían pedido Cataluña, Madrid o Castilla y León ante el aumento de los contagios y la ocupación hospitalaria. También insistió en la necesidad de ponerse la dosis de refuerzo de la vacuna, especialmente los menores de 50 años.

En Aragón, la situación epidemiológica no mejora tras registrar en los últimos días más de 2.000 contagios y producirse casi 160 ingresos en la pasada semana, casi el doble que en la anterior. Y no es la única comunidad que se encuentra en este punto. Cataluña pidió el pasado viernes inocular ya las cuartas dosis para mayores de 80 años y usuarios de residencias, algo que, según Darias, deberá decidir la Ponencia de Vacunas.

Pero, ¿cree que la mascarilla debería ser obligatoria para frenar la escalada de contagios? Y más aún, ¿estaría usted dispuesto a volver a ponérsela? ¿O no?

Encuesta HERALDO

 Lo cierto es que España afronta los meses centrales del verano en una difícil situación pandémica. La incidencia acumulada y las hospitalizaciones mantienen una preocupante tendencia al alza que se une al incremento de contagios entre los profesionales, que les obliga a coger la baja, y sobre todo, al colapso crónico de la sanidad en julio y agosto, cuando apenas se cubren las vacaciones de médicos y enfermeras.

Ahora mismo, los expertos plantean dos opciones: aconsejar ya el pinchazo de refuerzo para tratar de frenar la ola de contagios y hospitalizaciones, o esperar a la llegada de las nuevas vacunas, adaptadas a las variantes, que se prevé para otoño. Entre ellas estaría la vacuna española de la empresa Hipra, que se encuentra en la fase de análisis por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).

Al contrario que la pauta completa, que ha llegado al 92,7% de la población de más de 12 años, la dosis de refuerzo está en cifras relativamente bajas, sobre todo entre los más jóvenes. Solo el 40,58% de las personas de entre 20 y 29 años y el 47,1% en el grupo de 30 a 39 tienen este tercer pinchazo, según los datos de Sanidad. El índice crece entre todos los mayores de 40 años, con el 80,9% del total, y especialmente por encima de los 60 años, cuando alcanza el 92,7%.

Pero dos años y cuatro meses después del inicio de la emergencia sanitaria, nada hacía presagiar a estas alturas un escenario tan complicado. De hecho, muchos de los datos que proporcionó el Ministerio de Sanidad este 1 de julio son objetivamente peores que los del mismo día de los dos años anteriores. La incidencia acumulada en los mayores de 60 años, la única que se mide en la fase de 'gripalización', se encontraba este viernes al borde de los 1.000 casos, 996,25 por cada 100.000 habitantes, mientras que en todos los grupos de edad hace un año estaba en 134,31 (en 47,39 entre las personas de 60 a 69 años) y hace dos (tras el confinamiento domiciliario), en solo 8,47.