Empresa y formación práctica
La preparación de los jóvenes de cara a su acceso a los puestos de trabajo que reclaman las empresas ha sido tradicionalmente un talón de Aquiles del sistema educativo español. En las universidades y en centros de enseñanza media ha primado demasiado la formación eminentemente teórica o, al menos, una que no responde al día a día de la actividad de un centro de trabajo. Por ello desde hace años se escuchan voces que reclaman una implicación mayor de las empresas en la capacitación de los estudiantes y como ejemplo se ha esgrimido siempre el de la formación dual implantada en Alemania.
Una de las personas que más reclamó el impulso de la Formación Profesional (FP) dual en Aragón fue José Longás, que dirigió BSH Electrodomésticos España durante 17 años (hasta 2017) y que falleció en 2021. El que fuera consejero delegado del grupo que integra a la marca Balay consiguió tras una gran labor de persuasión ante las instituciones educativas autonómicas que la FP dual fuese una realidad, aunque mucho menos extendida de lo que él y los responsables de organizaciones empresariales y de centros educativos hubiesen querido.
En 2012, Longás pidió al Gobierno central regular la formación dual con una ley única y clara -que ha llegado por fin, diez años después y que está pendiente de desarrollo normativo- ya que, dijo, «ni las empresas ni los alumnos se merecen que cada cuatro años cambie la legislación» y se pierda la oportunidad de contar con la mejor cantera posible de jóvenes con la capacitación adecuada para trabajar en fábricas, almacenes y oficinas.
Longás tuvo entre sus aliados en esta ‘cruzada’ a Mario Rubio, de los Salesianos de Zaragoza, un hombre que demostró a lo largo de su trayectoria (falleció en 2015) su empeño en que todos los jóvenes que pasaran por su centro tuviesen la mejor formación posible para ser útiles en las empresas desde el minuto 1.
Otros centros de formación han apoyado durante años el impulso de la FP dual protagonizado por BSH, como San Valero o el centro público Los Enlaces, y también desde la Cámara de Comercio de Zaragoza su presidente hasta hace dos semanas, Manuel Teruel, respaldó siempre su puesta en marcha.
Tal y como publicamos hoy en estas páginas, la FP dual es la enseñanza con más rápida inserción laboral en Aragón: el 82,5% de los jóvenes que cursan estos estudios están trabajando solo un año después. Esta realidad encaja muy bien con las necesidades de las empresas, según indica Miguel Marzo, presidente de la patronal CEOE Aragón, que sabe bien que ocho de cada diez empleados que reclaman compañías como Pikolin, donde él trabaja, procede de la Formación Profesional.
Promover este tipo de títulos es uno de los retos que Marzo se ha planteado al llegar a la CEOE (relevó a Ricardo Mur en febrero pasado) tras ser consciente de que son muchos, demasiados seguramente, el número de empleos que no se están cubriendo por falta del personal adecuado. Desde hace muchos años acusamos la falta de profesionales en el ámbito de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y a nadie se le escapa que los titulados en carreras STEM (ciencias tecnología, ingeniería y matemáticas) son insuficientes. Pero es que en realidad falta casi de todo, como reconoció Miguel Marzo el día de su toma de posesión como presidente de la patronal aragonesa. «Faltan chóferes, torneros, soldadores, también perfiles cualificados en el sector agroalimentario, en la construcción, la hostelería, el sector servicios...», apuntó. «Algo no estamos haciendo bien y somos responsables todos, sociedad, instituciones y empresas; CEOE, como organización, tiene que dar visibilidad a este problema», añadió.
El problema reconocido por Marzo es muy preocupante. La falta de profesionales adecuados para los puestos que están vacantes en el mercado laboral está frenando el crecimiento de empresas de muy diversos sectores de actividad. Por eso en la puesta en marcha de la nueva ley de Formación Profesional, que debe estar más cercana a la realidad económica, nos jugamos mucho.
