SALUD

Cuando el golpe de calor también es psicológico

Proteger el cuerpo de las altísimas temperaturas es literalmente vital, pero la mente también sufre (y puede ser un enemigo añadido) si el mercurio aprieta.

El calor puede afectarnos psicológicamente.
El calor puede afectarnos psicológicamente.
K. Urresti

Beber mucha agua. No hacer esfuerzos físicos en las horas centrales del día. Protegerse con cremas de factor alto... Velar por la integridad física cuando uno se enfrenta a calores extremos es, literalmente, vital. Quizá por eso, dice el psicólogo Jesús Padilla, lo emocional quede en un segundo plano. Si bien, las altas temperaturas afectan a la psique casi tanto como al cuerpo.

"Cuando se produce una ola de calor, más si es tan sostenida como la que aún estamos atravesando, se producen cuadros comprobados de mucha mayor irritabilidad y fatiga emocional, que llevan a menudo a la procrastinación y, finalmente, al estrés y la ansiedad", explica Padilla. Hablando en plata, cuando el calor aprieta todo se nos hace cuesta arriba y tanto hacer las cosas como la culpabilidad por no hacerlas nos acaba angustiando.

El calor, además, ralentiza los movimientos, también los mentales. Una situación objetiva que debe lidiar con unas exigencias laborales y sociales que, como el calor, no aflojan.

Padilla subraya que, obviamente, las condiciones materiales de cada uno agudizan o alivian estos cuadros. Está claro que quien disfrute de un buen aire acondicionado, en casa, en el trabajo o en los dos sitios, estará más a salvo de estos baches mentales que produce andar sudando la gota gorda. Pero lo cierto es que, quien más quien menos, se ve afectado en el ánimo y en el humor cuando los termómetros superan los 40. La sensación de incomodidad en todo lo que uno debe hacer en el día a día es general.

Padilla cuenta que, si bien pasar calor es algo objetivo, siempre hay un margen en el que juega un papel la percepción individual: "Hay quien tolera mejor el calor". Un sector de la población que contrasta con los que "incluso le tienen miedo". "La clave para estas personas sería tratar de lidiar mentalmente con un factor que, al fin y al cabo, no es controlable. Así que solo queda una salida razonable, que es optar por la aceptación. No se trata de resignarse ni de rendirse, sino de asumir lo que hay, centrarse, y esto es fundamental, en que es algo temporal y tratar de acumular la calma suficiente para ser capaz de ver las salidas. Intentar no estar rumiando todo el día, algo que solo nos lleva a una visión de túnel". Vamos, que obsesionarse con el calor da calor.

"Lo peor -dice Padilla- es obcecarse, porque se da un bloqueo y aumenta la irritabilidad. Asumiendo la situación es más fácil encontrar los recursos para paliarla". Aunque, reconoce Padilla, "a veces es particularmente difícil porque aparte de lo subjetivo, cuando hay una ola de calor todo el mundo habla de ella: en el ascensor, en los medios...".

Padilla reconoce que la tarea es complicada. Para empezar, porque darle esquinazo al calor es más difícil que al frío: "Llega un momento en que uno no se puede quitar más capas, el calor corporal no es tan regulable". Está comprobado además que la irritabilidad está relacionada en ocasiones con cambios hormonales que produce el calor. Tampoco ayuda desde luego el hecho de que estas noches tropicales, además en esta ocasión encadenadas durante más de una semana, estén privando de sueño a mucha gente.

En el peor de los casos, la irritabilidad lleva a la agresividad, a veces criminal. "Es algo que está comprobado y que incluso se estudia en la carrera de Psicología, el calor contribuye al aumento de actos violentos y en el peor de los casos de asesinatos", recuerda Padilla. Los motivos son varios. Primero, y muy importante, la falta de sueño que, a su vez, contribuye a comportamientos irascibles o descontrolados. Además, esta misma circunstancia hace que haya, por así decirlo, más oportunidades, la gente anda despierta, por la calle, interactúa más, a veces para mal: "Es de cajón, si estás durmiendo no matas a nadie".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión