Las entidades sociales piden unos recursos más estables para los refugiados ucranianos de Aragón
Las plazas de emergencia y de acogida temporal están bloqueadas para atender a personas llegadas de otras autonomías.
Cuando se cumplen 108 días de la invasión de Ucrania por Rusia, un total de 1.150 refugiados ucranianos que huyeron de la guerra siguen viviendo en plazas de emergencia gestionadas en hoteles, albergues, residencias y otros inmuebles por entidades como Accem, Cepaim, Apip-Acam y Cruz Roja, entre otras. Además, 163 compatriotas se han incorporado ya a la primera fase del programa de protección internacional del Ministerio de Inclusión.
Aunque quedan unas 200 plazas de emergencia libres, la mayoría están bloqueadas para que las ocupen personas que llegan desviadas desde los centros de recepción, atención y derivación desplegados en Pozuelo de Alarcón, Alicante, Barcelona y Málaga. En el caso de Cruz Roja, también reciben continuamente desplazados desde el centro de exiliados que gestiona en uno de los pabellones de la Fira de Barcelona.
"El sistema está muy tensionado. Hay muchas plazas en fase de emergencia y necesitamos más de acogida temporal, en la que los refugiados pasen ya a otro estatus y tengan unos recursos más estables", reconoció Fernando Pérez, coordinador de Cruz Roja en Aragón. Las organizaciones están pendientes de los pasos que en este sentido tiene que dar el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Las plazas de acogida temporal están completas. En Zaragoza la mitad de sus beneficiarios son personas ucranianas. "Contamos también en las tres provincias con personas de Venezuela, Colombia, Marruecos, Siria, Mali y, en menor medida Afganistán, Armenia y Georgia. De todas estas nacionalidades hemos recibido llegadas este año", resumió Beatriz Larraz, referente de protección internacional en Cruz Roja.
"El sistema está colapsado"
Más crítica se muestra Pilar Bernardó, coordinadora en Aragón de Cepaim, que denuncia una situación de "colapso". "A estas alturas y después de tanto tiempo las familias necesitan una estabilidad, pasar al programa de acogida temporal en el que pueden contar con vivienda y otro tipo de ayudas para formación y búsqueda de empleo. El Ministerio tiene que tomar de una vez por todas las riendas", criticó. Cepaim tiene vigente una directriz en la que se les insta a no acoger a refugiados ucranianos que puedan llegar de forma espontánea. Aunque a la hora de la verdad, "nadie que llame a la puerta se va a quedar en la calle, porque entre la organizaciones vamos a apañarnos para atenderle", aseguró Bernardó.
El PP denunció esta semana que el Gobierno central aún no ha pagado a las entidades sociales las plazas de emergencia.
De los alrededores de Kiev a la cuna del Papa Luna
Cinco refugiados ucranianos han llegado esta semana a Illueca de la mano de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y se espera la incorporación de alguno más durante las próximas semanas. Alexandra, con sus dos hijos Yana y Max, María y Dalia se alojan en dos pisos que esta congregación tiene en la localidad. Proceden de dos localidades cercanas a Kiev y llevan dos meses en España. Los últimos 15 días han estado en un centro de atención humanitaria de Cruz Roja en Alicante y en Illueca se han incorporado al programa de protección internacional.
Una educadora social trabaja directamente con ellas para facilitarles su asentamiento en el municipio. "La ayuda debe dirigirse a que se sientan como en casa, conozcan el idioma, el lugar y puedan hacer vida en él", subraya Patricia de la Vega, de la Hijas de la Caridad. Junto con el Ayuntamiento se ha creado un grupo de trabajo para ayudarles a integrarse con trabajador y educador social, psicólogo, educación de adultos y cursos de español para las madres. El parque se convierte estos días en lugar de encuentro.
