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Nena Revuelo, la floristería zaragozana que ha nacido en primavera: “Nunca es tarde para empezar de cero”

Se trata del proyecto personal de Elsa Tomás, zaragozana con raíces andaluzas que ha llegado para revolucionar el mercado con sus flores, pero también con sus velos y tocados artesanos.

Nena Revuelo es la última creación de Elsa Tomás.
Nena Revuelo es la última creación de Elsa Tomás.
C.I.

Al entrar a la floristería Nena Revuelo, lo primero que sorprende es un gran arco floral de jazmín andaluz que aporta un aroma muy particular al espacio ubicado en el 43 de la calle Asalto. Lo de emprender a los 49 años no es algo que asuste a esta zaragozana con raíces andaluzas. De hecho, adaptarse a los cambios es algo que lleva haciendo toda la vida: “Tengo facilidad para adaptarme a los retos”.

Elsa Tomás abrió su local hace un mes, con la llegada de la primavera. “Qué mejor momento”, afirma, rodeada de flores de colores. En las paredes del local ubicado a escasos metros de la plaza San Miguel; se amontonan rosas, peonias, orquídeas, lisianthus, magnolio, eucalipto y todo tipo de flores de colores. Hay naturales, pero también preservadas y secas. Flores que brotan hasta la misma calle, donde algunas personas se detienen, incluso, a tomarse una fotografía. “El mes de mayo ha sido muy bueno, sobre todo por el día de la Madre. Las flores siguen siendo el regalo de moda”, asegura.

Elsa es una mujer de contrastes, y que no para quieta, como reflejan su vida y el nombre de su establecimiento. Hace unos años dejó su propia firma de alta costura –Entre abriles, atelier ubicado en la calle San Andrés de la capital aragonesa-, para dar un giro radical a su carrera profesional y comenzar a trabajar como decoradora de interiores y de eventos, donde siguió trabajando con flores. Durante la pandemia decidió especializarse en su pasión: el arte floral. “Pasé de dedicarme a la confección de vestidos de novia exclusivos, a medida, y de manera artesanal, a jugar con flores”, explica.

Elsa Tomás ha centrado todas sus creaciones en torno a las flores.
Elsa Tomás ha centrado todas sus creaciones en torno a las flores.
C.I.

Un camino que fue bastante natural, al empezar a pedirle sus clientas tocados o velos con flores, coronas e incluso ramos. “Ahí me di cuenta de sus posibilidades, del juego que daban y de lo que me apasionaba todo este mundo”, admite. Y como su filosofía parte de la afirmación de que nunca es tarde para empezar de cero, Tomás empezó a buscar locales para iniciar este proyecto, no sin antes formarse en técnica floral en una escuela especializada. “Alterno mi trabajo como diseñadora floral con la decoración de eventos y todo tipo de espacios, siempre con flores”, añade Tomás.

Sin embargo, asegura que lanzarse a la formula del autoempleo en un momento como el actual ha sido más bien cuestión de supervivencia. “Es cierto que la gente creativa necesita cambiar de escenario de vez en cuando, y yo llevaba tiempo con esa idea en la cabeza. La pandemia, la crisis reciente… simplemente han precipitado las cosas. No podía quedarme quieta”, afirma.

De padre aragonés y madre andaluza, desde niña ha combinado sendos orígenes, aprendiendo a bailar jota y flamenco al mismo tiempo, por ejemplo. “Siempre me he sentido de ambos sitios, adoro el sur y adoro Sevilla, por eso mis trabajos evocan a Andalucía y a Aragón”, destaca. De hecho, mientras atiende a una clienta, de fondo se escuchan guitarras flamencas en el hilo musical.

Pero, si hay algo que ha mantenido a lo largo de toda su vida, ha sido su pasión por la creatividad. Algo que, en un momento en el que las prisas y la producción en masa se ha colocado a la orden del día, hace de su trabajo algo más exclusivo y único. “Adoro los trabajos que hay que observar con detenimiento para sacarles partido y para apreciar su valor. Es lo único en la vida en lo que logro tener paciencia”, bromea.

Velos y tocados florales

A parte de ramos, macetas y centros de flores, un producto, recuerda, completamente estacional; la zaragozana ha decidido mantener una segunda línea de negocio con aquellos productos que la colocaron en el mapa de la alta costura como son sus velos y tocados, eso sí, todos ellos con elementos florales. Además, la versatilidad de Tomás le permite jugar con todo tipo de materiales, algunos verdaderamente sorprendentes como la porcelana.

"Mis creaciones surgen de la más pura improvisación, como soy yo"

“Los velos están bordados a mano, con pedrería, y las flores son naturales. Son trabajos exclusivos y nunca hay dos iguales”, advierte. Elsa Tomás se formó con Pepe Montero, zaragozano que fue considerado uno de los grandes maestros españoles de la alta costura hasta su fallecimiento.

En su opinión, cada ramo, cada pieza, cada trabajo que realiza, es una obra de arte que debe llevar una firma. “Mis creaciones surgen de la más pura improvisación, como soy yo. No son simétricas, ni regulares ni estándar. Son silvestres, equilibradas y distintas”, describe esta mujer, que trata de plasmar en cada uno de sus trabajos la importancia que para ella tienen el arte, la libertad y sus ganas de vivir.

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