Aragón

Aragón chequea a los refugiados ucranianos y presta atención a las secuelas psicológicas por la guerra

Sanidad elabora una guía con recomendaciones para la atención médica, que se canaliza en los consultorios.

Viaje de 65 refugiados ucranianos hasta Zaragoza en un bus fletado por un empresario
El autobús de 65 refugiados ucranianos que llegaron a Zaragoza.
HA

El Departamento de Sanidad ha elaborado una guía de actuación ante la llegada de refugiados de Ucrania que se canaliza desde Atención Primaria y que implica, según los profesionales, un chequeo médico y una actualización del calendario vacunal. El plan tiene muy presente el riesgo de deterioro de su salud mental y psicosocial, debido al importante estrés provocado por el conflicto que les ha obligado a abandonar su país, además de los dos años de convivencia con la covid-19.

Desde la Consejería concretan que es importante que las personas desplazadas se beneficien del mismo nivel de protección que la Comunidad de acogida en cuanto a la atención sanitaria y a las medidas de prevención y control de enfermedades infecciosas, incluyendo la vacunación. Además, tienen en cuenta que pueden tener riesgo de enfermedades infecciosas de mayor incidencia en su país, como el sarampión, la poliomielitis, la covid y otras patologías respiratorias, la tuberculosis, el VIH y las enfermedades transmitidas por agua y alimentos. Todo ello debido, principalmente, al hacinamiento en centros de refugiados, así como a las deficiencias en la cobertura de vacunación, la falta de acceso al sistema sanitario, al agua potable, al saneamiento y a la higiene y cobijo. La guía recuerda que es prioritaria la atención a las necesidades sanitarias urgentes de la población refugiada, independientemente de que se haya finalizado el procedimiento de regularización de su situación administrativa.

Entre los trámites que tienen que completar los refugiados figura que quienes precisen asistencia sanitaria contactarán con el centro de salud próximo al domicilio, donde se les orientará sobre el tipo de consulta y el profesional que precisen. Al mismo tiempo, se pone a su disposición un servicio de traducción telefónica para facilitar la comunicación con aquellos pacientes que no dominen el idioma español. Esta es una de las barreras con las que se topan los profesionales sanitarios, asegura Ángel Vicente Molinero, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria en Aragón (Semergen).

Una vez asegurado el acceso al sistema sanitario público de las personas desplazadas por la guerra que lleguen a Aragón se podrá valorar su estado de salud, especialmente en relación con enfermedades transmisibles en general, y se procede a administrar las vacunas de acuerdo con las recomendaciones vigentes en la Comunidad. Sanidad garantiza las dosis contra la covid-19 para los desplazados a partir de 5 años, con especial atención a los mayores de 60. Junto a esta se comprobará si están protegidos con la triple vírica o contra la polio. Además, se actualizará la vacunación mediante la aplicación del ‘calendario acelerado’, especialmente importante entre la población infantil.

Calendario vacunal

Vicente Molinero reconoce que se está procediendo "con mucha diligencia y de forma eficiente". Para Leandro Catalán, presidente del sindicato de médicos de Atención Primaria (Fasamet), cuando llegan a la consulta los refugiados ucranianos "se les revisa y actualiza el calendario y si es necesario se piden pruebas". La tuberculosis es un problema de salud pública en Ucrania, uno de los países de mayor carga de enfermedad por su incidencia; al igual que ocurre con la infección por el VIH, con una prevalencia del 1% en la población general. La guía destaca, asimismo, la vulnerabilidad tanto al sarampión como a la poliomielitis, con unas coberturas de vacunación que rondan el 80%. De hecho, la campaña contra esta última enfermedad comenzó el pasado 1 de febrero, pero fue interrumpida por el ataque de Rusia.

El sistema sanitario aragonés ofreció la Unidad de Quemados, así como la posibilidad de acoger a pacientes, especialmente niños, que estaban hospitalizados en Ucrania o que siguen tratamientos por enfermedades graves, pero, según confirman desde el Departamento de Sanidad, hasta el momento no se ha requerido.

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