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La guerra en Ucrania se traslada a la cesta de la compra: "No se va a poder frenar una subida de precios generalizada"

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos en Aragón señala que la mayor preocupación del sector es el desabastecimiento de cereales para la fabricación de pienso para los próximos meses.

Un expositor casi vacío de botellas de aceite de girasol en un supermercado de Madrid, este martes.
Un expositor casi vacío de botellas de aceite de girasol en un supermercado de Madrid, este martes.
D. F./Efe

Al igual que ocurriera con determinados productos durante la crisis sanitaria de la covid (sobre todo levadura y papel higiénico), la guerra entre Rusia y Ucrania ha llevado estos días a muchos consumidores a una compra masiva de aceite de girasol ante el temor de su desabastecimiento de los lineales de los supermercados (casi la mitad de lo que consumimos en España proviene de Kiev).

Este martes, algún zaragozano se encontraba con la estantería vacía de dicho producto en algún comercio de la ciudad. Esa "demanda anómala" ha llevado a algunas empresas de distribución alimentaria a limitar su venta, tal y como informó el pasado viernes la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), que resaltó que "existen alternativas tanto de origen como de producto".

Una de ellas es Mercadona, que cuenta con 45 tiendas en Aragón. Según fuentes de la enseña en la Comunidad, su venta está limitada a cinco litros por cliente para evitar problemas de 'stock' ante el incremento "importante" de la demanda.

Desde UPA en Aragón, su secretario general, José Manuel Roche, hace un llamamiento a la "tranquilidad" de los consumidores. "Lo que puede provocar un desabastecimiento es que la gente tengamos 50 litros de aceite de girasol en nuestras despensas pensando que se va a acabar", apunta, al tiempo que indica que la seguridad alimentaria "está asegurada". "Ya sea por recursos propios o por acuerdos bilaterales que tenemos en estos momentos en los países. Estos conflictos geopolíticos como la guerra entre Rusia y Ucrania nos tensionan y generan mucha incertidumbre en el sector, pero tenemos las herramientas suficientes -tanto físicas como económicas- para poder buscar alternativas comerciales con terceras naciones", añade.

En cambio, lo que sí contempla Roche es que si el conflicto bélico se alarga pueda haber una subida de los precios de los alimentos. "Lo que creo es que no se va a poder frenar una escalada de precios al consumidor; esperemos que sea moderada. Y va a ser de forma generalizada", dice. Además, el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos en la Comunidad denuncia que los incrementos de costes que hay a lo largo de toda la cadena alimentaria "no los soporten solo" los agricultores, ganaderos y consumidores. "Ese reparto tiene que ser equitativo en todos los actores (intermediarios de la distribución, industrias transformadoras...). Los agricultores y ganaderos estamos sufriendo unos incrementos de costes brutales y lo que esperamos es que esta situación repercuta lo menos posible a los consumidores", señala.

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también prevé "nuevas subidas" de precios en el "corto plazo" en algunos productos: carnes, leches, huevos, pan y los aceites vegetales como el girasol. "Los cereales (trigo y maíz, entre otros) se destinan a productos alimentarios, procesados y piensos. Gran parte de los alimentos que sufren los efectos de la guerra venían ya acumulando importantes subidas en el ejercicio pasado. Los aceites comestibles, un 31%; el de oliva, un 27%; la carne de ovino, un 22%; las pastas alimentarias; un 15%; las frutas, un 9%; las legumbres y hortalizas, un 8%; y la carne de ave, un 6,5%", recuerda Alejandro Marín, delegado de OCU en Zaragoza.

"El incremento de precios de las materias primas se va a terminar trasladando a la cesta de la compra. Probablemente no sea algo inmediato porque hay acuerdos comerciales, contratos, etc"

Mientras, el gerente de la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón, Ignacio Domingo, subraya que la guerra viene a agravar la situación de precios elevados, sobre todo de las materias primas, en la que se encontraba el sector. "En los últimos días, su coste se ha elevado prácticamente entre un 20%-30%. Ese incremento de precios al final se va a terminar trasladando a la cesta de la compra. Probablemente no sea de una manera inmediata porque hay acuerdos comerciales, contratos firmados, etc; y habrá que ver cuánto. Dependerá de muchos factores y también un poco de las expectativas que pueda haber respecto a la próxima cosecha de cereales", apuntó.

Ningún barco de Ucrania

Por otro lado, José Manuel Roche advierte de que los puertos en Ucrania están paralizados, por lo que no sale ningún barco con cereales hacia nuestro país. "La máxima preocupación que tenemos en el sector es el desabastecimiento de cereales para la fabricación de pienso los próximos meses. En estos momentos, podemos tener suministro de pienso para cuatro meses, para alimentar a nuestras ganaderías. El impacto en Aragón sería mucho mayor que en cualquier otra región porque consumimos más pienso porque tenemos muchos cerdos en nuestras explotaciones. El porcino es el sector ganadero más importante en cuanto a número de cabezas y a lo que significa económicamente para nuestra Comunidad», recuerda.

No obstante, tanto el Gobierno central como la Comisión Europea trabajan en buscar alternativas comerciales. "Las organizaciones agrarias, como UPA, les hemos trasladado esa preocupación. Una solución que en principio se va a buscar es traer esos barcos de cereales de países como Argentina y Estados Unidos", indica.

Consejos de la OCU a la hora de hacer la compra

  • Buscar alternativas más baratas a los productos y servicios más caros. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios se recomienda priorizar los supermercados más económicos y adquirir productos de temporada. En el último estudio que hicieron (visitaron más de 1.000 super e hipermercados de 65 ciudades españolas, además de los 'online') comprobaron que el ahorro anual oscilaba entre 247 y más de 3.000 euros, dependiendo de la localidad. En Aragón, de las capitales de provincia, Huesca era la "más cara" y donde menos se podía ahorrar (1.160 euros) seguida de la de Teruel (con un ahorro de 1.332) y Zaragoza (1.455).
  • Ojo con las ofertas "familiares". Advierte de las promociones con los 3x2 y 2x1, que conlleva un 20% más de producto. "Este tipo de ofertas con mayor formato implican un mayor descuento sobre el producto en envase pequeño. Nuestros análisis desvelan que a veces los formatos ahorros implican hasta un 82% más caro que el formato habitual. Lo más sencillo es comparar el precio por unidad de medida (kilo, litro, dosis, rollo, etc), que es un dato obligatorio y nos permite comparar si el ahorro es tal", aconseja Alejandro Marín, delegado de la OCU en Zaragoza.
  • Tratar de huir de los alimentos "con apellido". Estos suelen resultar mucho más caros. "La simple inclusión de las denominaciones como 'casero', 'artesano', 'receta tradicional', 'eco' y 'bio' hace que se encarezca nuestra decisión de compra", señala.

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