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Dos semanas de invasión rusa triplican los precios de la luz: "El bono social no compensa el aumento de la energía"

La electricidad se paga este miércoles a 457,97 euros por megavatio hora, con picos de 600 euros, dejando sin efecto los descuentos para los más vulnerables.

Factura de la luz.
Factura de la luz.
Heraldo.es

El ataque ruso a Ucrania está costando vidas y millones de desplazados. Su impacto en Europa está siendo social por la crisis humanitaria que se abre y también económico, ya que ha comenzado a golpear también el bolsillo de los europeos. Y ello, en un momento en el que se esperaba abrir una etapa de recuperación gracias a los fondos europeos aprobados para superar la última crisis, la provocada por la pandemia de covid-19. Dos semanas después de la invasión rusa, el coste de la energía sigue disparado, con el precio del megavatio hora rondando los 500 euros.

Las tensiones en los mercados energéticos se han producido en un momento en el que la electricidad arrastraba su propia escalada. En casi dos semanas desde el inicio de la invasión rusa, el coste se ha triplicado en los mercados mayoristas, pasando de los 183,90 euros el megavatio hora que se pagaban el pasado 23 de febrero, el día antes de que Putin iniciara la invasión con el anuncio de lo que denominaba una "operación militar especial", a los 472,97 euros fijados para este miércoles en los mercados energéticos, según los datos del operador del mercado eléctrico, Omie.

Los precios se han disparado por encima de los máximos de diciembre, cuando se llegó hasta los 400 euros/MWh, con algún pico por encima de este precio medio diario. Hace un año el coste de la electricidad se encontraba en los 60 euros MWh. La escalada no comenzó hasta después del verano.

Dependencia del gas

La Unión Europea es dependiente del petróleo y el gas ruso, por lo que las sanciones a Vladimir Putin por invadir Ucrania tienen su efecto en las economías europeas. "Europa tiene una altísima dependencia de Rusia, que es el segundo país exportador de petróleo del mundo y el primer país exportador de gas natural", recuerda José María Yusta, profesor de la Universidad de Zaragoza y experto en mercados energéticos. Esto hace que el actual conflicto esté afectando a los precios de los mercados. 

Sin embargo, asegura que "no hay problema abastecimiento de gas o de petróleo a nivel internacional". 

El problema es la dependencia del gas y el actual modelo de subastas para fijar el precio de la energía, que se establece en función de la más cara. 

Reforma de la tarifa regulada

La subida de precios ha sido un golpe definitivo para los clientes eléctricos que siguen pagando la tarifa regulada del Gobierno, el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Estos pagan un precio de la luz referenciado a los vaivenes del mercado. Aunque históricamente ha resultado más económico a largo plazo, ahora la escalada de precios hace que sea difícil conseguirlo. Con los precios actuales en los mercados mayoristas "hace tiempo que no compensa estar en la PVPC", confiesa. De ahí que el Gobierno se plantee reformarla, la única vía para que pueda seguir compensando pagarla.

De hecho, los incrementos han superado incluso los descuentos regulados en el bono social, que pueden solicitar los consumidores vulnerables. "El descuento del bono social no compensa el aumento de la energía", afirma. 

"Los precios están  fuera de control", alerta José Ángel Oliván, presidente de la asociación de consumidores Ucaragón. Cree que lo único bueno que puede salir de esta escalada es "que se les hay metido en la cabeza que hay que cambiar el modelo de fijación de precios", en referencia a las reuniones previstas en la Unión Europea. 

"A los que tengan tarifa en el mercado libre no les está afectando, siempre que la comercializadora les respete las condiciones", añade Yusta. Algunas compañías incluso han roto contratos en los últimos meses por no soportar la diferencia entre lo contratado el año pasado y el precio actual. Algunas "están comunicando a sus clientes que les cambian los precios. Les dan un mes para aceptar el nuevo precio o irse a otra compañía", afirma Oliván.

El presidente de Ucaragón critica los "beneficios caídos de cielo" que vuelven a tener las eléctricas. "Es evidente que está habiendo movimientos especulativos aprovechando la guerra. Los movimientos de precios ya se venían produciendo sin una explicación convincente", denuncia.

El profesor espera que desde la Unión Europea, que se reúne este jueves, y el Gobierno español se tomen medidas para reducir esta distorsión en los precios. Insiste en que se tomen "algunas medidas estructurales de manera que el precio de la energía eléctrica no siga viéndose afectado por el precio del gas, cuando apenas el 20% del mix energético se cubre con gas natural". "Llevamos años pidiendo el cambio del sistema de subastas y el Gobierno español, meses. Que cada kilovatio se pague por lo que cueste", añade Oliván.

Yusta cree que el Gobierno "llega tarde a reformar la tarifa regulada". Recuerda que el pasado otoño se hizo una consulta para reformar la tarifa PVPC y "todavía estamos esperando una respuesta".  

En cuanto a las previsiones para los próximos meses, reconoce que no se puede saber "si hemos tocado precios máximos de la energía, porque la energía eléctrica en este momento depende exclusivamente del precio del gas" y este sigue su escalada. "Teóricamente, el límite máximo del mercado eléctrico español son 3.000 euros megavatio hora y hay un límite inferior de 500 euros", explica.  

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