La implantación de la jornada continua se vota este mes en 46 colegios de Aragón

La pandemia ha avivado el interés por este horario que va a las urnas por séptimo año y sigue generando polémica.

Votación de la jornada continua, este jueves, en el patio del colegio Gascón y Marín de Zaragoza
Votación de la jornada continua, este jueves, en el patio del colegio Gascón y Marín de Zaragoza
Guillermo Mestre

La jornada continua en los colegios (solo por las mañanas) vuelve a ser protagonista esta semana en 46 centros aragoneses públicos y concertados. A las urnas están llamadas las familias de estos centros y las votaciones se celebrarán antes del 28 de febrero. Las familias tienen que decidir si se implantan o no el curso que viene los proyectos de tiempos escolares que ya han sido validados por la Administración. Suponen la concentración del horario lectivo por las mañanas, aunque se garantiza que los alumnos pueden permanecer en las escuelas hasta la misma hora que con la partida, y van ligados a propuestas de innovación. El referéndum presencial, al que se suma la posibilidad del voto anticipado, se desarrolla en la mayoría de las escuelas a partir del día 23.

Actualmente en Aragón hay 293 colegios con el horario continuo, que se implantó de forma excepcional el curso pasado (no este) con motivo de la pandemia con el argumento de que así se reducía la posibilidad de contagios. Esta cifra supone que siete de cada diez centros de infantil y primaria cuentan ya con esta jornada lectiva matinal, según los datos facilitados por Educación.

La posibilidad de apostar por este modelo comenzó en 2016 y esta es ya la séptima convocatoria del proceso. Durante los primeros años fueron los centros públicos los que más se volcaron, aunque cada vez hay más concertados que también se van sumando. El tema sigue generando polémica entre quienes la apoyan y los que la rechazan, llega a sembrar la discordia entre las familias y algunos centros están envueltos en una espiral de referéndums cada dos años.

La crisis sanitaria parece que ha avivado el interés por este horario matinal. El pasado noviembre se presentaron un total de 47 proyectos, de los que 46 lograron la validación de la Administración para poder seguir con todos los trámites y llegar ahora a los plebiscitos. Son bastantes más de los 17 que la han estrenado este curso, quizás porque el pasado las restricciones impuestas por la covid disuadió a muchos centros a la espera de que la situación mejorara y se recuperara la rutina. Un total de 79 colegios inauguraron la jornada continua en el curso 2016-2017; 92 se sumaron en el 2017-2018, 62 en el periodo 2018-2019; 26 en el 2019-2020 y 17 en el 2020-2021, el mismo número que la han estrenado en el actual.

El año pasado muchas de las votaciones se desarrollaron al aire libre y las secretarías de los centros se trasladaron a los patios y los porches. En estos momentos, ante la flexibilización de las medidas, los hay que se plantean llevarlas a cabo en el interior de las instalaciones en espacios amplios y bien ventilados.

La controversia está servida

Para que en las urnas la continua salga adelante debe recibir el 55% de los apoyos del censo global de padres y madres. Hay que tener en cuenta que las familias monoparentales valen por dos votos y no votar se contabiliza como un no. Un aspecto este último que cuestionan los defensores de la continua al considerarlo injusto.

Para el presidente de la Asociación de Psicopedagogía, Juan Antonio Planas, la jornada continua "tiene un 90% de ventajas y un 10% de desventajas". Entre los argumentos a favor cita que el rendimiento escolar disminuye después de comer, cuando la mayoría de los niños están más cansados y necesitan tiempo para volver al ritmo normal, y que así hay más horas "para jugar y estar con la familia". En su contra menciona que para los más pequeños de 3 a 5 años puede hacerse demasiado largo y comen algo tarde. Mantiene que, con continua o sin ella, todos los colegios deberían contar con actividades innovadoras y con sesiones de refuerzo para los niños que lo necesiten.

Los partidarios de la partida arguyen que no hay estudios que respalden de forma fehaciente que la continua mejora los resultados y que se trata, sobre todo, de una reivindicación laboral de los docentes. También aducen que su introducción provoca la reducción del número de usuarios tanto del comedor como de las actividades extraescolares, lo que, a medio plazo, lleva a que estos servicios, aunque no se pierdan, se presten en peores condiciones. Asimismo aseguran que reduce el nivel de socialización de los niños y sus progenitores. Una de sus mayores críticas es que el proceso no tiene marcha atrás, y una vez que se aplica el proyecto de tiempos escolares ya no es reversible ni se convoca otro referéndum. A los tres años de su implantación Educación lleva a cabo un proceso de evaluación para detectar si hay algún incumplimiento reiterado de la normativa.

Desde Educación recuerdan que estos proyectos no suponen un perjuicio para la organización familiar, puesto que los centros tienen la obligación de mantener el horario actual. "Es decir, seguirán abriendo y cerrando a la misma hora, pero tendrán una distribución distinta de sus clases. Los alumnos estarán en todo el periodo lectivo atendidos por profesores y no supondrá ningún coste ni para las familias ni para la Administración", señalaron.

A la cuarta va la vencida en el colegio Gascón y Marín

El colegio zaragozano Gascón y Marín será uno de los que el curso que viene 2022-2023 estrenará la jornada continua. Tras tres votaciones en las que no logró el 55% de apoyos del censo global de progenitores, ayer el proyecto de tiempos escolares recibió el visto bueno. La participación fue de un 77,4% del censo y la jornada matinal lectiva recibió el sí del 66,21%. "Ha costado mucho esfuerzo, han sido ocho años y cuatro proyectos que se han trabajado con intensidad", dijo su directora, Dora Blasco.

Esta semana este plebiscito se va a llevar a cabo en otros centros públicos como el Margarita Salas, Tenerías, Doctor Azúa, Valdespartera I, Lucien Briet, Cesáreo Alierta, Tomás Alvira, Juan Pablo Bonet y Parque Venecia, entre otros de la capital aragonesa. También están llamadas a las urnas las familias del Odón de Buen de Zuera, el Miguel Artigas de Pinseque y el Gustavo Adolfo Bécquer de Garrapinillos. De este listado también forma parte el Juan XXIII de Huesca, el Pedro I de Barbastro y el CRA La Llitera, además de algunos concertados como el Agustinos Romareda de Zaragoza. S. C.

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