Promover la salud mental en las empresas aragonesas, una “prioridad” acentuada por la pandemia
El "bienestar emocional de los empleados" es clave en la productividad, destacan las consejeras de Economía y Sanidad.
Reducir los niveles de estrés y miedo generados por la pandemia y promover acciones que favorezcan el bienestar emocional de las personas dentro de las empresas ha pasado a ser una "prioridad" para los departamentos de Economía y Sanidad del Gobierno aragonés. Así lo reconocieron este jueves sus titulares, Marta Gastón y Sira Repollés, al premiar, en la sede del Inaem, a las 15 nuevas empresas que se han adherido a la Red aragonesa de empresas saludables (RAES) que pusieron en marcha en 2020 y que contaba con 24 integrantes.
"El bienestar emocional de los empleados nos preocupa y nos ocupa. Y tiene su reflejo en la productividad de las empresas", manifestó Repollés, mientras que Gastón recordó que "empresas y trabajadores salen beneficiadas si se adoptan buenas prácticas en el ámbito del trabajo. "Sabemos que supone un esfuerzo adicional, pero merece la pena", señaló, y puso como ejemplo a BSH Electrodomésticos España y Elaborados Julián Mairal, de Barbastro, candidatas a los premios de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo por las acciones que vienen realizando desde hace años para mejorar la vida de sus plantillas.
Participación activa, formación y asesoramiento es lo que presta la RAES a las empresas que se integran en esta red, que cobra en este contexto de pandemia más sentido que nunca, destacó Gloria Cavero, responsable de Prevención de riesgos laborales en Fundación Circe, que acaba de adherirse a la red. "El cuidado del empleado como pieza esencial para que una organización funcione ha pasado a un primer plano", afirmó. Siempre debería ser así, reconoció, pero el coronavirus ha acentuado esta necesidad de concebir la salud, de forma integral -física, psíquica y social- de los trabajadores como prioridad en el ámbito de la empresa.
Promover pero también vigilar -con indicadores que midan el cumplimiento de las medidas adoptadas- forma parte del cometido de las empresas que se integran en la RAES y cuyos responsables pudieron volver a verse las caras ayer en el Inaem después de dos años sin poder hacerlo por la pandemia. Dar visibilidad a las prácticas que realizan "valiosas y replicables en otras empresas y territorios", según Gastón, es otro de los fines de esta red. Además, subrayó que "está abierta a microempresas, pymes, grandes empresas o entidades públicas, sea cual sea su sector o actividad" que solo necesitan adherirse a la convocatoria que publica anualmente el Gobierno de Aragón y acreditar que han suscrito la Declaración de Luxemburgo -un documento elaborado en 1997 por la Red europea de promoción de la salud en el trabajo- en la que se establecen los principios de actuación y marco de referencia de una buena gestión de la salud de los trabajadores en la empresa.
El encuentro de los nuevos miembros de la RAES en el Inaem sirvió también para hablar de la estrategia para prevenir los suicidios (115 en Aragón el pasado año) que ha puesto en marcha el departamento de Sanidad del Gobierno aragonés de forma "pionera", según Repollés, para atender este problema creciente.
La psiquiatra Isabel Irigoyen anticipó que con la llegada de la covid-19 han aumentado los casos que se dan sobre todo en personas en edad laboral de entre 50 y 59 años. Frente al dicho de que el trabajo es salud, "en ocasiones supone también estrés, vulnerabilidad, tensiones y conflictos que podrían prevenirse", dijo esta doctora con planes de prevención que eviten el acoso e intimidación en el trabajo. "Hay países como Australia", explicó, que han puesto en marcha un plan contra el suicidio en el trabajo, convencidos de que por cada dólar invertido retornarán tres y porque prefieren actuar antes de tener una "epidemia de suicidios como la que hubo en France Telecom en Francia".
