¿Dónde están las reliquias de San Valentín en Aragón?
Hay varias localidades aragonesas que celebran de una forma especial cada 14 de febrero, y no solo porque sea el día de los enamorados, sino porque guardan una particular vinculación con el patrón del amor.
El 14 de febrero, día de San Valentín, es una fecha marcada en el calendario de los enamorados y de las marcas, por algo se dice que es el santo más comercial. Mientras lo más clásicos optan por regalar flores o bombones, están los que buscan planes diferentes para celebrar que Cupido acertó con la flecha, si bien es cierto que una cena en un restaurante y una noche en un hotel romántico es un plan que nunca falla. Y en Aragón no solo podemos presumir de rincones y destinos perfectos en los que celebrar esta festividad; también de pueblos que guardan una especial vinculación con el patrón del amor.
En la provincia de Zaragoza, varias localidades aseguran poseer las reliquias de San Valentín, dada la histórica relación de estos municipios con la Orden Militar del Santo Sepulcro, que fue la que trajo sus reliquias a la provincia.
Calatayud y Tobed, las localidades de Aragón con restos de San Valentín
Una de las localidades de Aragón que tienen restos es Calatayud. La colegiata del Santo Sepulcro de la localidad expone cada 14 de febrero los restos que allí se conservan en una hornacina de caoba para que las parejas puedan venerarlos. Según sus sacerdotes, llegaron a Calatayud por donación del papa Urbano VIII en 1638.
Pero la de Calatayud no es la única parroquia de la Comunidad con huesos de este santo. Cerca, en Tobed, se ubicaba la casa de verano de la Orden, por eso se llevó hasta allí ‘un trocito’ de San Valentín, sacerdote de Roma decapitado por casar en secreto a las parejas desoyendo la prohibición del emperador Claudio II.
Como en Calatayud, en Tobed nunca le han dado la espalda a pesar de que la Iglesia decidiera eliminarlo del calendario eclesiástico en 1969, al no diferenciar del todo lo que es leyenda de los que es realidad sobre la historia del santo.
Tobed, de la que destaca su iglesia mudéjar, declarada Patrimonio de la Humanidad es, de hecho, el único pueblo de Aragón -y de los pocos de España- cuyo patrón está dedicado al santo de los enamorados.
Sus vecinos salen en procesión cada 14 de febrero para rendirle culto, siguiendo así una tradición que data del siglo XVII. La peana del santo se decora con roscones y, al finalizar la misa, se reparten entre los asistentes con moscatel y mistela.
Además, desde hace unos años, también tiene una pequeña reliquia de San Valentín Brea de Aragón.
Pero estas localidades no son las únicas que afirman poseer reliquias de San Valentín. La iglesia de San Antón en Madrid; Toro, en Zamora, y ya fuera de nuestras fronteras, Dublín y la ciudad de Terni en Italia, también aseguran guardar restos del santo.
