Aragón

"Sueño todos los días con volver a Afganistán para defender los derechos de las mujeres"

Ahmadi fue la segunda alcaldesa de la historia del país y se refugió en Zaragoza cuando los talibanes tomaron el poder

Khadija Ahmadi, ayer, en el Palacio de la Aljafería.
Toni Galán

Khadija Ahmadi tiene 34 años y llegó a Zaragoza hace algo más de cinco meses. Vivía en Afganistán y tras la llegada al poder de los talibanes se refugió en España. A pesar de considerarse una afortunada por "haber sobrevivido" y por "recibir ayuda española", todas las noches sueña con volver a su país "para defender los derechos de las mujeres". Ayer participó en las jornadas ‘Mujeres afganas en España: símbolo de una tragedia universal’ organizadas por la Fundación Giménez Abad en el Palacio de la Aljafería.

Ahmadi nació siendo refugiada ya que sus padres huyeron a Irán después de que el Gobierno ruso atacara a a su país. "Es la segunda vez que vivo en otro país por un conflicto", señaló. A pesar de que sus padres no querían que fuese a Afganistán, ella sintió que tenía que ir. "Si nosotros no luchamos por nuestro país, quién lo va a hacer», sostuvo. También animó a sus cuatro hermanas a que volviesen para «ayudar a la sociedad". Después de trabajar para organizaciones no gubernamentales, consiguió –tras pasar un proceso de cuatro fases durante un año– ser la alcaldesa de una localidad de 100.000 habitantes. Fue la segunda mujer en llegar a la alcaldía en la historia del país y lo consiguió con tan solo 31 años. "Cuando el gobernador me eligió pensé que ya estaba todo hecho e iba a ser una política más, sin embargo, no fue así", recordó. El primer día, cuando entró en el Consistorio se encontró con una situación "muy desagradable". "Todos los hombres que estaban en la sala de plenos se levantaron y se fueron. No estaban dispuesto a que una mujer fuese la líder de una ciudad", contó. Además, el líder religioso le dijo que abandonara la localidad.

Con los meses, Ahmadi consiguió que los hombres la respetaran. Construyó un complejo social y deportivo solo para mujeres –ahora lamenta que sea un centro de los talibanes– y fue la primera ciudad del país en alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. "Ser alcaldesa fue muy complicado. El primer reto es convencer a la sociedad de que las mujeres podemos desempeñar los mismo puestos que los hombres", subrayó. A pesar de que Ahmadi no quería dejar su puesto como alcaldesa, tuvo que presentar una carta de dimisión tras recibir amenazas de los talibanes y de otros grupos radicales. "Me decían que tenía que abandonar la ciudad y que si no lo hacía me iban a matar", añadió. El gobernador la animó a trabajar desde Kabul pero poco tiempo después tuvo que salir del país.

"Han pasado unos meses desde que tuve que salir de Afganistán con la ayuda y la asistencia del Gobierno y los militares españoles. He podido sobrevivir", anunció. Prácticamente a diario recibe mensajes de amigas pidiendo ayuda. "Es importante que la comunidad internacional no reconozca que los talibanes tienen el poder. Son terroristas y no pueden estar en el Gobierno", defendió.

Construyendo una nueva vida

Ahora vive en un centro de refugiadas de la capital aragonesa donde convive con otras mujeres afganas y árabes y cuentan con el apoyo de la Cruz Roja. "Ahora todas nosotras nos enfrentamos a retos con nosotras mismas. Al fin y al cabo dejamos nuestro país de un día para otro y hemos perdido todo lo que teníamos. Odio la vida de refugiada", lamentó. Aseguró que trabajan con la comunidad internacional y cuentan con el apoyo del Gobierno de España para encontrar empleo y hacer los distintos trámites administrativos.