coronavirus

La pandemia cambia de tercio: ¿llega la hora de proteger solo a las personas vulnerables?

La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología apuesta por suprimir las cuarentenas, así como la mayoría de restricciones, y centrar los esfuerzos preventivos en quienes pueden sufrir los efectos más graves.

Algunos viandantes, con mascarilla, por la plaza de Paraíso de Zaragoza.
El documento propone la eliminación del uso de la mascarilla en exteriores, como ha aprobado el gobierno.
Oliver Duch

La vacuna contra la covid y la variante ómicron han cambiado las reglas del juego de la pandemia. La cepa dominante actualmente en Aragón y en el mundo entero ha demostrado un poder de transmisión enorme, pero también una menor agresividad, y más si se tiene que enfrentar a la protección que da la vacuna. La pandemia parece haber cambiado de tercio, por lo que la respuesta y la relación con el virus también debe modificarse.

Este es, al menos, el mensaje que se lanza desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), que aboga en su último análisis sobre la situación de la pandemia por proteger a las personas más vulnerables y por insistir en la vacunación de quienes no hayan completado su pauta, pero también por el levantamiento de muchas otras medidas preventivas para la población general.

El análisis que hace la Seimc es que ómicron ha demostrado un poder de infectar en el mundo “diez veces superior al observado en el pico máximo de la variante delta”, pero que la frecuencia de hospitalización “se ha reducido de forma muy considerable”. Se considera que la contagiosidad actual es tan alta que “hace inevitable que la mayoría de la población acabe infectada” a pesar de la vacuna, pero que esta sí está ayudando a crear una “inmunidad de grupo frente a la enfermedad grave, a la necesidad de hospitalización en unidades convencionales o de cuidados intensivos y al fallecimiento”.

Esta sociedad, que reúne a más de 4.000 socios -la mayoría médicos-, advierten de que las personas vacunadas que son vulnerables siguen corriendo el riesgo de que la infección por ómicron “empeore su enfermedad de base y sea necesaria su hospitalización”. Por eso, piden definir claramente cuáles son los grupos de personas vulnerables, reforzar la vacunación de quienes no hayan completado su pauta dentro de estos grupos, promover su “autocuidado”, mejorar el diagnóstico precoz y priorizar con ellos el uso de antivirales.

Centrados los esfuerzos en las personas vulnerables, la Seimc recomienda relajar medidas para el resto. Una de las más llamativas es la de “eliminar las cuarentenas para los contactos cercanos”. “El diagnóstico de los casos leves o asintomáticos en personas que no pertenecen a grupos vulnerables, la detección de contactos y la imposición de cuarentenas son de muy escasa utilidad como medidas de salud pública para la transmisión del virus”, dice el documento.

También sugiere “dejar de comunicar los datos de incidencia acumulada de infección como indicador principal de la pandemia”, ya que causan “alarma no justificada en la población”. En su lugar, proponen que se faciliten “los de hospitalización y mortalidad”. A su juicio, la vigilancia debe recaer ya en los “centros centinela”, lo que significa “dejar de realizar pruebas sistemáticas a los contactos asintomáticos”.

Del mismo modo, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica plantea en su análisis eliminar medidas que en la práctica ya casi han desaparecido, como los controles de temperatura o “la pulverización generalizada para la limpieza de superficies” , así como la supresión de la obligatoriedad del uso de mascarillas en exteriores, anunciada este viernes por el Gobierno-.

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