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Sanidad permitirá alquilar quirófanos en las clínicas privadas para reducir la lista de espera

Ultima una modificación en la normativa de los conciertos para poder incorporar esta fórmula. El proceso estará supeditado al interés de estos centros así como a la disponibilidad presupuestaria.

Los cirujanos ortopédicos y traumatólogos Francisco Nicolau, Santiago Serrano y la médica residente, Marta Plaza. A la derecha, Pilar Calleja, enfermera instrumentista de la Clínica del Pilar.
Cirujanos ortopédicos y traumatólogos del Clínico, en una intervención en la Clínica del Pilar. A la derecha, una sanitaria de este centro, en mayo de 2021.
Guillermo Mestre

La concertación con las clínicas privadas es una práctica habitual para reducir la elevada lista de espera quirúrgica. El Departamento de Sanidad ultima ahora un cambio normativo en estos sistemas de colaboración para incluir la fórmula del alquiler de suelo quirúrgico: una opción por la que se contrata ese espacio así como personal auxiliar de esos centros para operar allí con cirujanos de la red pública.

Esta experiencia se materializó ya bajo el paraguas del segundo estado de alarma, cuando se permitió una mayor flexibilidad en las contrataciones en el sector público. La idea, tal y como adelantó el director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad, es "regular legalmente esa posibilidad que no existía en la forma de contratación". "Lo primero -resumió- es aprobar la modificación de la normativa de conciertos", algo que podría materializarse en unas semanas o un mes. Y después, la Consejería de Sanidad tendrá que ver "si hay interés de las clínicas privadas, si hay presupuesto, si existe necesidad por parte de nuestros centros y si hay profesionales disponibles para operar". "Hace falta que a la clínica le interese concertar de esa forma, porque igual prefiere contratar todo el proceso". De hecho, hasta ahora el Departamento trabaja con el acuerdo marco de procedimiento quirúrgico que permite derivar operaciones a otros hospitales, por un valor estimado de 31,4 millones de euros y una vigencia de cuatro años. El conjunto de las operaciones que se derivan a clínicas privadas tradicionalmente ha supuesto en torno al 4% las intervenciones que se hacen en Aragón. "La opción de concertar partes de esa atención sanitaria es una necesidad que ha surgido", añadió Abad, donde el sistema tiene "más limitación", que es fundamentalmente "en el suelo quirúrgico y en los servicios de anestesia". De lo que se trata, añadió, es de "posibilitar" esta fórmula, pero "hace falta que haya clínicas privadas que estén interesadas en ese modelo de concertación".

La intención de la Consejería, sin embargo, como ya anunció hace dos meses, es intensificar la actividad quirúrgica para dar salida a patologías que llevan tiempo en la lista de espera, optimizando los recursos materiales y humanos propios o incrementando el tiempo de ocupación de las instalaciones para minimizar las demoras que se han visto agravadas por la pandemia de covid y las sucesivas ondas epidémicas a las que el sistema ha tenido que ir haciendo frente.

El mes de diciembre se cerró con 8.176 personas pendientes de una intervención desde hace más de 180 días. Y entre las especialidades más afectadas sigue estando Traumatología, que concentra más de un tercio de esa cifra, con 3.173 personas que esperan, de media, 246 días, más de ocho meses. En un intento de buscar soluciones para resolver las listas de espera, el Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa propuso cuatro alternativas a la Gerencia del Sector Zaragoza III. Precisamente, una de ellas era alquilar suelo quirúrgico en centros privados para que los profesionales del Salud puedan ir a operar en ese espacio a sus pacientes. "Ya lo hemos realizado con absoluto éxito", reconoció el doctor Jorge Albareda, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Clínico, tras haber intervenido durante varios meses mediante esta fórmula en la Clínica del Pilar, en Zaragoza a 260 pacientes "sin complicación alguna y con total satisfacción de los pacientes, de los cirujanos que somos nosotros y de la clínica donde hemos realizado las intervenciones". En su opinión, "esta opción supone, además del beneficio para los enfermos, un ahorro económico muy importante para la estructura sanitaria al haberse llevado a cabo dichas cirugías por el personal del Salud dentro de su horario laboral".

La DGA prevé actualizar el plan para minimizar las demoras

La consejera de Sanidad, Sira Repollés, presentó en diciembre de 2020 en las Cortes de Aragón un plan de choque para desatascar las listas de espera quirúrgicas, que se vieron agravadas por la pandemia, con el objetivo de alcanzar a finales de 2022 una disminución del 85% de los pacientes con demora estructural superior a 180 días y una inversión prevista en dos años de unos 27 millones de euros. La covid, sin embargo, no ha dado tregua al sistema sanitario desde entonces y Aragón ha ido encadenando oleadas hasta llegar a la séptima, donde aún no se ha recuperado la normalidad en el ritmo de intervenciones programadas en horario de tarde, que se vieron ralentizadas desde antes de las pasadas Navidades.

El director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad, reconoció que una parte importante de las líneas que incluía ese plan para minimizar las demoras "no se ha podido ejecutar por la evolución de la situación epidemiológica". De hecho, antes de que estallara la crisis por la covid, en febrero de 2020, había 3.478 pacientes con demoras superiores a los seis meses para pasar por el quirófano. El año pasado se cerró con 8.176. Durante estos casi 23 meses de crisis sanitaria ha habido que reservar recursos y personal, sobre todo en algunos momentos críticos, como en la primera y la tercera ola, para poder atender toda la demanda provocada por la covid. "Nuestro objetivo es analizar de nuevo la situación este mes de febrero y plantear una actualización de ese plan para los próximos años", adelantó Abad. En este sentido, recordó que el reto de la Consejería es que "no haya pacientes que tengan que esperar más de lo que deben y pueden por su patología". En estos momentos, la incidencia del coronavirus está a la baja y la menor cifra de contagios por esta infección se traduce también en un previsible descenso de la presión hospitalaria en planta. Sin embargo, esta tendencia aún no se refleja en las unidades de cuidados intensivos, uno de los servicios más comprometidos. El responsable de Atención Primaria y Hospitales, Javier Marzo, indicó hace unos días que el sistema sanitario de la Comunidad autónoma "sigue tensionado", tanto por la atención a covid como al resto de patologías. La semana pasada, además, estaban de baja por coronavirus unos 1.200 profesionales del Salud, de los 25.000 con que cuenta el sistema.

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