Lambán y el sector agrario piden la dimisión de Garzón por su "agresión directa" a la ganadería

«Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, 5.000 ó 10.000 animales. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esa carne de mala calidad de esos animales maltratados». Estas palabras, que hablan de la producción ganadera y cárnica del país, en referencia expresa a la intensiva, no las dice un enemigo o competidor exterior del sector agroalimentario. Han salido de la boca del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y han quedado recogidas en una entrevista concedida publicada por el diario británico ‘The Guardian’ el pasado 26 de diciembre. Y son solo un detalle, porque a lo largo del artículo, el entrevistado no ahorra afirmaciones que han abierto la caja de los truenos entre los máximos representantes del sector y del propio Ejecutivo autonómico.

A las manifestaciones de Garzón reaccionó este martes el presidente del Gobierno de Aragón. «Estas desgraciadas e insensatas declaraciones son una agresión directa a una parte importante de la economía aragonesa, que se esfuerza por ser competitiva y sostenible», escribió Javier Lambán en su Twitter en el que pidió la dimisión del titular de la cartera de Consumo. «El que las hace no puede ser ministro de España ni un día más. Es en sí mismo un insulto a la inteligencia», destacó.

También el coordinador de Ciudadanos en Aragón, Daniel Pérez Calvo, se sumó a la petición de dimisión del ministro, respondiendo a Lambán con un tuit en el que explicaba que compartía «de principio a fin la reflexión» del presidente de la Comunidad, sobre «las inadmisibles e irresponsables declaraciones del ministro». Para Pérez Calvo, «Sánchez no puede mantenerle en el cargo ni un minuto más, si no quiere convertirse en cómplice de esta barbaridad. #GarzonDimision», etiquetaba.

Falta de altura política

De indignación y enfado hablan los representantes de las organizaciones agrarias de Aragón.

«Estas afirmaciones demuestran la falta de altura política del ministro, que se va al Reino Unido a poner en la picota al sector ganadero con la guerra comercial y política que este país tiene con Bruselas. Eso es hacer un flaco favor no solo a la agricultura y la ganadería española sino a la de la toda la Unión Europea», señaló José Manuel Alcubierre, secretario general de UAGA.

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«Antes de hablar debería reunirse con el sector y empezar a conocerlo, porque está demostrando que es un chico de ciudad que juega de oídas y desconoce totalmente la actividad agraria y ganadera y el mundo rural», puntualizó Alcubierre.

«No es digno de ser un representante de España», señaló con contundencia Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca y máximo responsable de la patronal oscense. Luna consideró que las afirmaciones del ministro son fruto «bien del desconocimiento o de su mala intención». Y si es por lo segundo, añadió, resulta muy «preocupante y es una irresponsabilidad total para un ministro». En opinión del líder oscense de Asaja, con sus palabras Garzón parecer estar únicamente interesado en recaudar votos «aunque sea a costa de hacer daño a miles de agricultores y ganaderos».

Heraldo.es

Indignado se mostró también el secretario general de UPA en Aragón, José Manuel Roche, que destacó que la organización aragonesa fue la primera en dirigirse a su federal para mostrar su malestar por las palabras del ministro Garzón. «Es un tiro en el pie a la producción ganadera y sus exportaciones, más en un momento como el actual con las dificultades que está imponiendo el mercado chino», añadió Roche, que insistió en que Garzón «debería dimitir o ser cesado porque está haciendo un «daño irreparable y poniendo en jaque a muchas explotaciones familiares como las que existen en Aragón».

Similares argumentos utilizó el presidente de Araga, Jorge Valero que insiste en que «hasta que este ministro no salga o lo quiten del Gobierno «lo único que va a hacer es crear problemas».

Potente sector alimentario que impulsa las exportaciones y el empleo

La entrevista del ministro en el diario británico han caído como un jarro de agua fría (otro más) en Aragón, una Comunidad en la que la facturación del sector ganadero representa más del 50% de la producción final agraria, que aglutina el 26% del total de la cabaña porcina en el país, que cuenta con una lonja de referencia para el vacuno y dos reconocidas y pioneras denominaciones de productos cárnicos. Una comunidad que alberga dos de las cooperativas más importantes y antiguas de España y en la que están instaladas las principales industrias transformadoras del sector, que no solo impulsan las exportaciones sino que generan miles de puestos de trabajo en la región.

Por eso el sector ha respondido a las manifestaciones del titular del Consumo con las más encendidas críticas y reprochando al ministro Alberto Garzón su «bestial desconocimiento y su visión desenfocada» de la realidad del agro español, «que parece no ha pisado nunca».

Y le ha recordado que antes de hablar visite las explotaciones ganaderas, donde podrá comprobar que tanto en intensivo como en extensivo los productores lo están haciendo «muy bien», cumpliendo «escrupulosamente» las exigencias de calidad y bienestar animal, las limitaciones de distancias y número de cabezas, y siempre «bajo la lupa de una rígida normativa europea».