Nuevos descubrimientos confirman a Ariño como uno de los yacimientos más importantes del Cretácico

El hallazgo de ámbar con contenido fósil junto a restos de dinosaurio es excepcionalmente raro, solo registrado en tres yacimientos a nivel mundial.

Reconstrucción del ecosistema pantanoso de Ariño durante el Cretácico Inferior.
Reconstrucción del ecosistema pantanoso de Ariño durante el Cretácico Inferior.
José Antonio Peñas

Nuevos descubrimientos en ámbar en el yacimiento de Ariño, en la provincia de Teruel, han permitido reconstruir un paleoambiente pantanoso del Cretácico con un rico bosque resinífero costero de hace 110 millones de años, de la época de los dinosaurios. Este espacio se caracterizaba por las coníferas y sotobosques de cicadacias, helechos y plantas con flor primitivas en donde vivieron insectos, tortugas, cocodrilos, mamíferos y dinosaurios como los de las especies Proa valdearinnoensis y Europelta carbonensis, según se ha puesto de manifiesto en un artículo publicado en la revista 'eLife'.

Este se ha llevado a cabo por miembros de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB, el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), entre un total de dieciséis instituciones del ámbito internacional.

Así, los nuevos descubrimientos han situado a Ariño como uno de los yacimientos más completos e importantes del mundo del Cretácico, localizado en el interior de una mina de lignito a cielo abierto que se ha distinguido internacionalmente por los numerosos restos fósiles de vertebrados hallados en los últimos años.

Arriba, a la izquierda y derecha, piezas de ámbar de raíz (relacionadas con resina producida en las raíces) del yacimiento de Ariño; abajo, a la izquierda, avispilla encontrada en una pieza de ámbar de Ariño; a la derecha, fragmento de pluma de dinosaurio encontrada en una pieza de ámbar de Ariño.
Arriba, a la izquierda y derecha, piezas de ámbar de raíz (relacionadas con resina producida en las raíces) del yacimiento de Ariño; abajo, a la izquierda, avispilla encontrada en una pieza de ámbar de Ariño; a la derecha, fragmento de pluma de dinosaurio encontrada en una pieza de ámbar de Ariño.
Enrique Peñalver

El ámbar o resina fosilizada hallada en Ariño está asociada a restos de dinosaurios y otros vertebrados, siendo inusualmente rica en bioinclusiones, es decir, restos biológicos conservados en su interior (en especial, insectos y otros artrópodos).

"El ámbar de Ariño es uno de los más prolíficos a nivel mundial y, en excavaciones previas, ha proporcionado restos fósiles de once grupos de insectos, además de ácaros, arañas, pelos de mamífero y un fragmento de pluma de dinosaurio", explica Sergio Álvarez, primer autor del artículo y miembro de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.

En la misma línea, Luis Alcalá, ex director de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, recuerda que estos hallazgos "demuestran el acierto de muestrear intensamente un yacimiento que desaparecería, ya que la colección de fósiles recuperados sigue aportando nuevas sorpresas científicas, aunque la extensa capa fosilífera de Ariño ya no es accesible".

Encontrar ámbar con contenido fósil junto a restos de dinosaurio es excepcionalmente extraño y sólo se había registrado en tres yacimientos del mundo, localizados en Fouras (Francia), Pipestone Creek (Canadá) y Bone Butte (Estados Unidos).

Campaña de excavación en busca de ámbar en el yacimiento de Ariño en julio de 2019
Campaña de excavación en busca de ámbar en el yacimiento de Ariño en julio de 2019
Xavier Delclòs.

Además, "el caso de Ariño es aún más excepcional, dado que tanto los restos de vertebrados en el yacimiento como las bioinclusiones en el ámbar son especialmente abundantes y diversos"», indica Ricardo Pérez de la Fuente, del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford. Asimismo, el estudio de las características del ámbar de Ariño ha permitido diferenciar dos tipos de piezas: las relacionadas con resina producida por las raíces de los árboles (ámbar de raíz) y las que lo están con la resina producida en las ramas o el tronco (ámbar aéreo).

Las bioinclusiones solo se encontraron en las piezas de ámbar aéreo. "La distribución de cada tipo de pieza en el yacimiento y las características de forma y superficie externa de las piezas de ámbar de raíz indican que estas no sufrieron transporte. Por eso, se han encontrado exactamente en el lugar donde los árboles las produjeron hace 110 millones de años. Esta peculiaridad es la primera vez que se diferencia en el registro fósil", precisa Xavier Delclòs, catedrático del Departamento de Dinámica de la Tierra y del Océano de la UB y miembro del IRBio.

Tal como destacan los codirectores de las excavaciones en Ariño, Eduardo Espílez y Luis Mampel de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, "los nuevos datos confirman la excepcionalidad del yacimiento, donde el equipo de la Fundación Dinópolis ha excavado 163 concentraciones de vertebrados y ha recuperado más de 11.000 fósiles desde 2010 y donde continuarán los trabajos en 2022".

Este trabajo forma parte de la tesis doctoral de Sergio Álvarez Parra, que cuenta con el apoyo de la Secretaría General de Investigación y Universidades de la Generalitat de Cataluña y el Fondo Social Europeo.

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