paleontología

Una excavación en San Just aporta dos kilos de ámbar fosilizado hace 105 millones de años

Las piezas extraídas se analizarán en laboratorio en busca de restos de insectos y plantas atrapados en la resina petrificada.

Los paleontólogos excavando una ladera de San Just en busca de fósiles de ámbar
Los paleontólogos excavando una ladera de San Just en busca de fósiles de ámbar
Jorge Escudero

La excavación de un yacimiento de San Just que terminó ayer en Utrillas ha aportado dos quilos de ámbar fosilizado que podría contener restos de plantas y animales, como los que este enclave ya aportó en anteriores campañas. Los trabajos, desarrollados por la Universidad de Barcelona, el Instituto Geológico y Minero de España y la Fundación Conjunto Paleontológico-Dinópolis, tendrán continuidad con un prolongado trabajo de laboratorio para extraer restos fosilizados de insectos, vegetales y, más excepcionalmente, de dinosaurios

Las piezas de ámbar petrificado obtenidas en San Just en excavaciones previas sirvieron para identificar 24 nuevas especies de plantas y animales. Entre los materiales obtenidos destacan por su singularidad una telaraña con presas atrapadas, una mosca parasitada por un ácaro y plumas de dinosaurio. Todas se originaron hace 105 millones de años en un ecosistema de marismas cercanas a una costa donde confluían masas de agua dulce con las marinas.

El ámbar se origina por la solidificación de la resina de árboles que, en algunos casos, atrapó a pequeños animales. Parte de los fósiles de San Just presentan indicios de vegetales consumidos por incendios.

Los fragmentos de ámbar extraídos tienen longitudes que oscilan entre un centímetro y 15 centímetros. El director de la excavación, Sergio Álvarez, de la Universidad de Barcelona, explica que las piezas más grandes suelen ser las que menos “inclusiones” de flora y fauna contienen porque corresponden a ámbar formado en las raíces, mientras que los fragmentos más pequeños corresponden a las partes aéreas de los árboles y son las más propensas a contener insectos fosilizados u otros pequeños animales. 

Pero, según explicó el director de la Fundación Conjunto Paleontológico, Luis Alcalá, también los bloques más voluminosos aportan información valiosa para conocer “las condiciones ambientales y el ecosistema” que imperaban en la zona hace 105 millones de años.

Aunque el trabajo de excavación ha sido “fructífero” y el yacimiento es “el más importante” de la provincia respecto al ámbar fosilizado, los resultados en cuanto a la presencia de restos de animales y plantas incrustados que puedan servir para identificar nuevas especies o para completar la descripción de las ya descubiertas tardarán varios años en conocerse.

Alcalá explica que la extracción del yacimiento es “la primera excavación”,  pero falta una “segunda excavación” que consiste en procesar los materiales en laboratorio para extraer, capa a capa, los posibles seres que quedaron enganchados a la resina de los árboles. La excavación ha durado desde el 28 de junio al 2 de julio y en ella han participado una docena de investigadores, que han trabajado en las laderas contiguas a la carretera N-420 a su paso por Utrillas.

Pieza de ámbar fósil extraída en San Just.
Pieza de ámbar fósil extraída en San Just.
Jorge Escudero

A juicio de Alcalá, los fósiles de ámbar de San Just son unos buenos candidatos para incorporar a la oferta del museo paleontológico de Dinópolis dentro de un montaje audiovisual que muestre el proceso de su obtención, desde la excavación hasta la extracción de los restos animales o vegetales integrados en la resina fosilizada.

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