Varias residencias aragonesas piden ya el pasaporte covid para poder entrar en las habitaciones
Los centros se amparan en el derecho de admisión para solicitarlo a las familias y la medida se está aplicando con normalidad, aunque no es generalizada en el sector.
Algunas residencias de mayores de la Comunidad están solicitando ya el pasaporte covid al familiar o la persona de referencia de un usuario que quiere acceder con él a su habitación. Para entrar al dormitorio de un interno es "requisito" estar vacunado, según la orden publicada por el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales el pasado 3 de noviembre.
Paquita Morata, gerente de Arade (Asociación Aragonesa para la Dependencia), confirmó que el certificado se pide solo en este caso, no cuando las visitas se llevan a cabo en el jardín o en espacios habilitados para ello, y que la medida se está aplicando en algunos centros con "total normalidad" y "comprensión" por parte de las familias. Morata señaló que entienden que la normativa publicada por la DGA, en la que se reconoce el derecho de admisión de las residencias, les faculta para requerir este documento.
No es de la misma opinión Emilia Bergasa, presidenta de la Asociación de Residencias de Ancianos y Servicios de Atención a los Mayores (Lares). En este caso, la agrupación no se siente legitimada para actuar de esta manera y, ante las dudas jurídicas, opta por preguntar a los familiares y confiar en su "responsabilidad". "Hay personas que nos lo están diciendo directamente, pero poder aplicar el pasaporte covid sería, sin lugar a dudas, la mejor garantía", reconoció.
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, descartó este jueves adoptar por ahora nuevas "restricciones" en las residencias y centros sociosanitarios. "Eso no quiere decir que si la situación empeora no nos lo planteemos. Siempre actuamos de acuerdo con Salud Pública", añadió.
Vacunación "lógica y necesaria"
Acerca de la tercera dosis de la vacuna contra la covid que próximamente recibirán los trabajadores sociosanitarios, las dos representantes de sendas organizaciones del sector coincidieron en que se trata de una inmunización "lógica y necesaria" que esperan se ponga en marcha antes de las fiestas de Navidad. De momento no hay un calendario sobre la mesa.
Están convencidas de que la respuesta "será satisfactoria" porque hay un "nivel de concienciación muy alto" en las plantillas. De los alrededor de 13.250 empleados de las residencias de mayores, un 2% ha rechazado el pinchazo. La gerente de Arade comentó que en las ofertas de empleo están viendo que los candidatos incluyen en su currículo que tienen la pauta completa o "lo comentan motu proprio durante las entrevistas".
Morata y Bergasa reclamaron que en el colectivo de profesionales sociosanitarios se incluya al personal de los centros de día y de ayuda a domicilio. Ante esta séptima ola las residencias se muestran tranquilas "pero sin bajar la guardia". Los trabajadores que no están inmunizados siguen haciéndose un test de antígenos cada 72 horas que, tal y como estipuló el Tribunal Superior de Aragón, tiene que abonar la Administración en los centros públicos y las empresas en las privadas. La DGA ha distribuido alrededor de 30.000 test para que los utilicen y "lo seguiremos haciendo", afirmó la consejera del ramo.
Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza mantiene para el próximo lunes el inicio de las actividades de envejecimiento activo en sus centros municipales de convivencia de personas mayores. Se trata de grupos pequeños dirigidos por un monitor.
