pandemia 

Sanidad acelera las dosis de refuerzo en las cárceles tras el brote en la de Zuera

La Consejería confirma que la población vacunada con Janssen recibirá un segundo pinchazo a partir de finales de mes.

Una presa de Zuera es vacunada por una enfermera.
Una presa de Zuera es vacunada por una enfermera.
Heraldo

Sanidad ha acelerado las dosis de refuerzo a los 1.587 presos de cárceles de Aragón tras el brote registrado en la prisión de Zuera. Los internos, al igual que sucedió con los temporeros o las personas sin hogar, recibieron la vacuna de Janssen, mientras que ahora se les pondrá un ‘recuerdo’ de Pfizer o Moderna para reforzar sus niveles de inmunidad. El resto de ciudadanos que recibieron esta marca tendrán que esperar unos días más, ya que la intención, según confirmaron ayer fuentes del Departamento, es empezar hacia finales de mes.

El foco en la cárcel de Zuera, detectado el pasado día 18 (de octubre), afectó a alrededor de 50 presos y obligó a tener a unos 150 confinados en varios módulos, según informaron fuentes penitenciarias.

Las enfermeras de la prisión empezaron a poner las dosis de Pfizer el pasado viernes y podrían acabar entre hoy y mañana.Solo en ella hay alrededor de 1.223 presos, mientras que otros 40 están ingresados en el Centro de Inserción Social de Torrero.

En el centro penitenciario de Daroca se van a poner también las dosis de Pfizer a 323 internos. Está previsto que ocurra mañana y que se apliquen en un solo día, tiempo suficiente para inocular a los internos que han aceptado. Según ha podido saber este diario, al menos tres se habrían negado, y el resto no habrían puesto mayores problemas. En este caso, la intención es que acudan dos enfermeras del Salud, que se sumarán a dos médicos y otras cuatro enfermeras de la prisión.

Positivos asintomáticos 

Fuentes penitenciarias detallaron que la mayoría de los presos que dieron positivo en Zuera eran asintomáticos, y que los que tuvieron síntomas apenas presentaron unas décimas de fiebre.

El primer caso se detectó en el módulo 6, donde hay internos que trabajan en otras zonas del centro. En una semana ya había 46 afectados, lo que provocó que los 90 internos tuvieran que ser confinados durante diez días.

Este brote pasó también al módulo 7, afectando a algunos reclusos destinados en cocina, lo que obligó a reducir la ‘sofisticación del menú’ y limitarse durante unos días a arroz y verdura.

Funcionarios consultados explicaron que los casi 50 positivos detectados eran internos que se movían frecuentemente por la prisión por sus funciones (cocina, panadería, fontanería...). Eso supuso que los casos llegaran también el módulo 11, con 70 plazas para el confinamiento por la pandemia. También hubo que actuar con otro interno de Zuera –uno de los pocos que decidió no vacunarse–, que había solicitado un vis a un vis con su pareja. Ese contacto obligó a confinarlo para evitar que pudiera contagiar de covid a sus compañeros. Ninguno de los internos infectados en las últimas tres semanas ha necesitado hospitalización.

Personas sin hogar 

Sanidad también ha administrado la dosis de refuerzo a una veintena de usuarios de la Fundación La Caridad de Zaragoza, que en mayo recibieron la monodosis de Janssen. Se aprovechó que el pasado miércoles acudió personal de enfermería a vacunar a los mayores del centro de día para, al mismo tiempo, facilitar que estas personas transeúntes y con problemas mentales recibieran un pinchazo de Moderna.

Alrededor de 300 personas sin hogar fueron inmunizadas con Janssen. Desde Sanidad apuntaron que se hablará con las organizaciones que trabajan con este colectivo para intentar localizar al mayor número posible. En el caso de los temporeros, muchos de ellos no están ya en la Comunidad y se va a solicitar la colaboración a las empresas hortofrutícolas. También se hará captación activa desde los centros de salud.

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