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Un jardín para la residencia de Ariza llamado Esperanza

Mariano San José hizo una donación para que el centro de mayores, donde estuvo su mujer, cuente con un parque.

Mariano San José y Ana Rodríguez, junto a la placa del jardín.
Mariano San José y Ana Rodríguez, junto a la placa del jardín.
MACIPE

Detrás del nuevo parque de la residencia municipal de Ariza, que se inauguró el pasado septiembre, hay una historia de altruismo y de cariño por esta localidad de la comarca Comunidad de Calatayud que tiene dos nombres propios: Esperanza Blasco y Mariano San José, un matrimonio muy querido en el pueblo. Ella entró en la residencia hace seis años y falleció en 2019. Él, como gesto por los tres años de «excelente atención» hacia su mujer, quiso hacer un donativo y que se adecuase un jardín para disfrute de quienes se encuentran en el geriátrico.

«Estoy muy contento, porque lo mejor de todo lo que se podía hacer era un jardín, para que la gente salga cuando haga buen tiempo y pueda cambiar de aires», apunta Mariano, que a sus 88 años sigue residiendo en su casa porque, dice, se defiende. Desde la puerta que da acceso al nuevo recinto, Mariano recuerda que «tuvieron mucha atención con ella». «La cuidaron muy bien y quise hacer un donativo por la residencia y por todo el pueblo», apunta con lágrimas en los ojos. En la placa junto a la entrada figura el nombre de Jardín de la Esperanza y Mariano, aunque asegura que le gustaría cambiarla de sitio.

Al preguntar por la figura de Mariano en Ariza todo son buenas palabras. «Los gestos altruistas en estos momentos parece que no abundan, pero Mariano siempre ha sido una persona especial y muy comprometida con el pueblo», subraya el alcalde, José Carlos Tirado. «Tiene un carácter muy abierto, es amable y no solo no lo ha perdido, sino que con los años le ha ido a más», resalta. Así, el regidor recuerda que una vez que falleció Esperanza «Mariano tuvo claro que a la residencia le faltaba un lugar así y después de casi dos años se ha podido hacer y él lo puede ver hecho».

"Un lugar muy útil y personal"

Tirado reconoce que «la idea era diferente, pero por las normativas ha habido que adaptar la idea original, pero va a ser muy útil y un lugar especial para todos». De igual forma, Ana Rodríguez, gerente de la residencia, gestionada a través de un patronato, explica que además de la carga emocional para Mariano ha supuesto «una mejora» para el centro, ya que así se dispone de otro espacio que los residentes «pueden disfrutar al aire libre y compartir con sus familiares en las visitas». Rodríguez hace hincapié en que «el patronato, los residentes y los trabajadores le agradecen mucho este gesto».

«Son como de nuestra familia, tanto él como su mujer, que fue una persona maravillosa», recuerda Rodríguez. «Para la residencia es un gran regalo y para nosotras, que aunque hemos estado libres de covid hasta el momento hemos pasado un tiempo muy duro, ha inyectado alegría, ilusión y esperanza», indica. En este espacio hay colocadas varias máquinas de ejercicio, una fuente y lo rodea un andador: «Mariano siempre dice que es un hotel de 3 estrellas pero que necesitaba un sitio para pasear con seguridad».

Parte de la fama actual, Mariano y su mujer se la ganaron durante tres décadas detrás de la barra de un bar de la localidad. «Venía gente de Calatayud, de Soria, de Molina, porque teníamos muchas tapas», recuerda. Entre sus otros gestos con el pueblo está el patrocinio de las equipaciones del club de fútbol local.

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