Cumbre del CLIMA

De Aragón a Glasgow, una marcha a pie ante la emergencia climática: "Estamos dejando una herencia envenenada"

Tras un mes de caminata de más de mil kilómetros, un grupo de aragoneses llegaron a su destino, donde fueron recibidos por cientos de personas antes del inicio de la Cumbre del Clima (COP 26).

El grupo de aragoneses que han caminado hasta Glasgow
El grupo de aragoneses que han caminado hasta Glasgow
HA

Hace un mes, en concreto el 28 de septiembre, un grupo aragonés partía desde Bilbao con el objetivo de llegar este sábado, 30 de octubre, a Glasgow, en Escocia, cuando la ciudad de preparar para convertirse en el escenario de la Cumbre del Clima (COP 26). ¿El objetivo? Tratar de sensibilizar a la opinión pública sobre la gravedad de la emergencia climática en nuestros días.

Se trata de José Lorenzo Calvo, Maribel Roldón, José Luis Martínez, Irdo Montanari, Carlos López, Luis Alejos, Carlos Buj, Becky Stoakes y Nicky Brooks. Todos ellos residentes en Aragón -la mayoría aragoneses- que han estado andando una media de 35 kilómetros al día, con jornadas de 8 y 9 horas sin descanso. “Ha sido una auténtica locura”, explicaba el zaragozano Martínez horas antes de llegar a su destino. 

“Somos un grupo fijo de unas 15 personas, casi todos aragoneses, aunque ha habido muchas personas que nos han acompañados en algunas etapas. Calculamos que, en todo este tiempo, habremos implicado a más de 700 caminantes en la columna”, reconoce.

Una marcha muy complicada que, asegura, no habría sido posible sin el apoyo económico y logístico de organizaciones ecologistas como Alianza por el Clima, Extinction Rebellion y Ecologistas en Acción. “La idea de poner en marcha esta caminata surge durante la cumbre de 2019. Desde la Alianza por la Emergencia Climática nos desplazamos hasta Madrid y volvimos con un gran desánimo, pues no se llegó a ningún acuerdo”, admite el zaragozano. Por eso, decidieron repetir su hazaña en la siguiente edición, algo que tenían previsto realizar en 2020, aunque debió cancelarse por la pandemia.

“Hemos estado más de 7 meses preparándolo todo a nivel logístico, sanitario, económico… Así, tras cruzar el charco el 28 de septiembre, viajando desde Bilbao, la caminata dio comienzo el 2 de octubre. “En total han sido 1034 km, tan solo dos personas de la comitiva han cubierto la distancia completa”, admite. En la mayoría de los casos, las largas jornadas de caminata, las distancias y las condiciones climatológicas -menos horas de luz, clima húmedo, muchas jornadas de lluvia intensa- han jugado una mala pasada a sus protagonistas. Eso sí, en ningún caso han perdido la sonrisa.

Entre los objetivos principales de la marcha se encuentran sensibilizar a la opinión pública sobre la gravedad de la emergencia climática y la necesidad de movilizarse para defender la salud del planeta. La exigencia en el cumplimiento del Acuerdo de Paris (2015), limitando las emisiones de gases de efecto invernadero; así como participar en las movilizaciones de la cumbre alternativa, programadas a nivel europeo para reclamar justicia climática.

“Si podemos, ellos pueden”

El lema de la caminata es “Si nosotros podemos, los Gobiernos pueden”. “Tratamos de demostrar que tomarse en serio este tema es posible, pero tienen que hacer algo”, reivindica. Así lo explica este zaragozano de 67 años, jubilado, que explica que era una manera de difundir este mensaje en forma de denuncia y que llegase a toda la ciudadanía. “Es imprescindible que se cumpla el Acuerdo de París para frenar la crisis climática y, para exigirlo, el 6 de noviembre miles de personas saldrán a la calle en Reino Unido, donde estaremos apoyando la movilización”, explica.

Una colección de recuerdos imborrables

Y, según lo vivido durante las últimas semanas, parece que lo han ido consiguiendo. “Era increíble ver cómo la gente salía a las ventanas a recibirnos y aplaudirnos. Nos han entrevistado en todos los medios locales y en Abbingdon, por ejemplo, salió a recibirles el ‘town crier’, algo así como el pregonero, el alguacil del pueblo. “Iba uniformado y todo, y desde la plaza anunció nuestra llegada. La gente se ha volcado con nosotros a lo largo de todo el camino. Es algo que nunca olvidaremos”, admite, emocionado.

¿Lo peor? La lluvia intensa que los ha acompañado durante las últimas etapas en Escocia. “Hemos hecho etapas en manga corta, en pleno octubre, una imagen que demuestra que el cambio climático está ya encima. Lo peor ha sido la lluvia que nos ha acompañado todo el tiempo. Sabíamos que haría muy mal tiempo, así que, a pesar de todo, casi nos ha sorprendido para bien”, admite.

Pero, ¿qué es lo que mueve a un gripo de 12 personas a cubrir semejante distancia a pie, y a realizar tal esfuerzo? El zaragozano lo tiene claro: “Es una cuestión de responsabilidad. Podemos dejar un gran patrimonio a nuestros hijos, pero ¿qué pasa con el planeta? Cada vez somos más conscientes de que estamos dejando esta herencia envenenada”. Además, una parte del grupo se quedará en Reino Unido contando su experiencia mientras, el resto, volverá a casa para participar en la manifestación que tendrá lugar en Zaragoza, “eso sí, el regreso ya no será a pie”, bromea.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión