EFEMÉRIDE

El Pesaje de los Niños, más que una tradición en Lituénigo

El evento más conocido de los festejos en honor a San Miguel, declarado Fiesta de Interés Turístico en Aragón, se ha vuelto a retomar este fin de semana con aforo reducido pero con mucha ilusión por parte de sus vecinos.

La pequeña localidad de Lituénigo, ubicada en la comarca de Tarazona y el Moncayo, es conocida por retroceder en el tiempo, cada verano, para celebrar su Feria de los Oficios Perdidos, que revive actividades y oficios que han caído en desuso, como los segadores, el bodeguero, las hilanderas…. El pueblo alberga, además, el Museo del Labrador. Un espacio que reúne más de 200 piezas, entre aperos de labranza y enseres domésticos, que forman parte de la vida tradicional de la zona.

Pero si hay otro acto que ha hecho famosa a la localidad es el Pesaje o la Pesada de los Niños, que se incluye dentro de sus fiestas patronales en honor a San Miguel y que este año, a pesar de estar suspendidas, como en el resto de municipios de Aragón debido a la pandemia, se ha vuelto a retomar este fin de semana (tras la suspensión del año pasado) con aforo reducido pero con mucha ilusión por parte de sus vecinos.

Esta tradición, que data del siglo XVII aunque en realidad no se puede certificar con certeza su origen, está declarada Fiesta de Interés Turístico desde 1998 y consiste en pesar a los niños nacidos en los últimos años (descendientes del pueblo o los municipios cercanos) en una antigua balanza, equiparando su peso en trigo. Un acto entrañable, que en años anteriores atraía no solo a la gente del pueblo, sino también de otras comunidades cercanas, abarrotando la plaza de la iglesia. Este año, “por normativa, nos vimos obligados a reducir el aforo y el número de pesajes, por ello, sólo hemos pesado a personas empadronadas en Lituénigo o descendientes del municipio (trece en total) y es lo único que nos ha dejado un sabor agridulce”, explican desde el Ayuntamiento de Lituénigo a través de su página de Facebook.

Así, aunque con limitaciones debido a las restricciones sanitarias, las lituenigueras y los lituenigueros volvieron ayer a disfrutar de esta jornada festiva en la que los mayordomos recorren las calles de la localidad, en una cita denominada ‘la llega’. Recolectan por las casas el trigo que van depositando en unos capazos que portan a tal efecto, y que se unirá más tarde a las donaciones que los familiares hacen a San Miguel para pesar a su bebé. Todo el trigo se subasta a continuación en una curiosa subasta con la que concluye el acto.

Aquí puedes ver un resumen, en imágenes, de los últimos años de esta fiesta.

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