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La gratuidad de la AP-2 multiplica su tráfico y vacía de camiones la carretera de Barcelona

Las áreas de servicio triplican la afluencia mientras los negocios de la nacional ya notan la caída de clientes.

Acumulación de camiones en el área de peaje de Pina de Ebro, donde no ha retenciones este miércoles.
Acumulación de camiones en el área de peaje de Pina de Ebro, donde no ha retenciones este miércoles.
Marcos Cebrián

Las previsiones se han cumplido con creces. La liberalización de peaje de la AP-2 ha multiplicado este miércoles el tráfico en esta vía rápida que une Zaragoza y El Vendrell, especialmente de camiones que dejaron de circular por el único tramo sin desdoblar de la N-II, los 91 kilómetros entre Alfajarín y Fraga. Si solo 24 horas antes el tránsito de tráileres por la nacional era incesante, la imagen que ofrecía unas horas después era muy distinta, ya que con solo recorrerla se podía apreciar que en muchas rectas no había ni vehículos y los vecinos cruzaban la calzada en las poblaciones sin mayor problema.

Los propios trabajadores de Abertis, que seguirá al frente de la conservación de la AP-2 hasta noviembre, y de Áreas, encargada de la gestión de las zonas de servicio, han asegurado que la circulación ha sido intensa y constante a lo largo de la jornada y, en el caso de las cafeterías, se ha llegado a triplicar la afluencia de clientes respecto a la jornada previa. "Ha habido mucho más trabajo y jaleo, ya veremos si se mantiene", ha apuntado un camarero mientras no paraba de limpiar y despejar mesas.

El Ministerio de Transportes, del que depende ahora la infraestructura, no ha facilitado  datos de aforo, pero las brigadas de mantenimiento han incidido en que era "evidente" que había aumentado el tráfico, con una importante punta entre el mediodía y las ocho de la tarde. Pese a la acumulación de vehículos, el paso por los peajes en los 102 kilómetros del tramo aragonés fue fluido, sin que se generaran retenciones.

A los 2.979 camiones que circulan de media por la autopista se sumaron buena parte de los cerca de 4.448 que venían utilizando el tramo sin desdoblar de la N-II.   

El punto clave ha sido el paso por las instalaciones de Pina de Ebro, donde la circulación se concentró en 7 de los 23 carriles de peaje, que los vehículos cruzan ya sin parar a 30 km/h. Allí no ha habido incidencias reseñables, como tampoco en las entradas y salidas de Bujaraloz y Fraga.

Uno de los camioneros que se ha pasado de la nacional a la autopista ha sido Pedro Cariñanos, quien en un área descanso ha apuntado a este diario que la decisión de liberalizar el peaje le facilitará "mucho la faena". Hasta ahora solo cogía el tramo gratuito para camiones, entre Pina y Alfajarín. "Hago dos viajes diarios de Caspe a los polígonos de Zaragoza para llevar la carga de la empresa, Envases Caspe, y me voy a ahorrar unos 45 minutos, aunque lo más importante es la seguridad", ha dicho.

En el área de servicio de Pina de Ebro, la familia de Carlos ha hecho una parada para almorzar en mitad de su ruta Madrid-Salou y han relatado que se habían encontrado más tráfico en la autopista que en la autovía. "Se va a llenar de camiones y como el Gobierno imponga finalmente el pago en las vías rápidas expulsará a los conductores a carreteras secundarias", ha vaticinado.

Dos zaragozanas, Claudia y María, de camino a Estartit, han compartido su rechazo a la medida. "Van a encarecer los viajes y nos parece mal que se cobre a todo el mundo por igual", han apuntado después de que otro madrileño camino de las Dolomitas (Italia) tildara el fin del peaje de "regalo envenenado" por el anuncio ministerial de cobrar por las autovías.

La gratuidad de la AP-2 multiplica su tráfico y vacía la N-II
La gratuidad de la AP-2 multiplica su tráfico y vacía la N-II
Marcos Cebrián

Carretera desierta

La situación es muy distinta en la nacional, como se podía apreciar en la gasolinera de Pina, sin vehículos en hora punta, pasada la una de la tarde. "La caída de trabajo ha sido de un 80%, una locura. Ahora tendríamos que estar llenos y estoy solo. Esperemos que sea por la novedad y que vuelvan, porque los camioneros tendrán problemas para dormir por la falta de áreas de descanso", ha indicado Víctor, uno de los trabajadores.

En el restaurante El Español, en Bujaraloz, han reconocido que se había notado el trasvase de camiones a la AP-2, pero el camarero Carlos Miguel confía en que se desvíen "de propio" a comer o cenar. "Los clientes están contentos y las reseñas de Internet influyen mucho", ha dicho.

En el Taller Monegros Motor, situado a unos pocos metros, creen que bajará el trabajo puntual de coches de paso que hasta ahora paraban por alguna incidencia, aunque el hijo del dueño, Ángel López, espera que se mantenga el servicio de grúa en una u otra vía. "Al menos, se ganará en seguridad. He visto muchas cosas desagradables", apostilla.

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