División de opiniones entre los expertos aragoneses respecto a los nuevos contenidos de los currículos

El borrador solo recoge el 40% del temario y Aragón deberá completar el 60% restante una vez se apruebe.

Un grupo de alumnos del colegio Juan XXIII de Zaragoza, durante el curso pasado.
Un grupo de alumnos del colegio Juan XXIII de Zaragoza, durante el curso pasado.
Francisco Jiménez

La nueva ley educativa, la Lomloe, sigue avanzando en su implantación, con el envío a las comunidades autónomas de los primeros borradores correspondientes a los currículos de infantil y primaria, que han provocado división de opiniones entre los expertos en la materia al eliminar cuestiones como las reglas de tres, los números romanos o los dictados. "Los aprendizajes básicos e instrumentales se deben de mantener", critica Mónica de Cristóbal, representante de educación de CSIF Aragón. Una opinión que contrasta con la de Juan Antonio Planas, presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, quien reconoce que aunque las reglas de tres son "importantes", no se puede tratar todo en el currículo de primaria.

"En el caso de Matemáticas, al incluir contenidos como la cultura económica y computacional, inevitablemente hay que quitar otras", puntualiza. Valora que el Ministerio de Educación avance en el tratamiento más "manipulativo" de esta materia y que se haga especial hincapié en el eje socioemocional, uno de los seis sobre los que se sustenta el borrador, que todavía es susceptible de modificaciones. Además, cada comunidad deberá confeccionar el 60% del currículo, adaptándolo a sus intereses. "Se hace un tratamiento menos teórico de las matemáticas, lo que las acerca a la actualidad y puede contribuir a que se reduzca el fracaso escolar", apunta Planas. En este sentido, reclama que lo socioemocional se traslade a todas las materias.

Un punto que comparte con De Cristóbal: "Aplaudimos que se atienda la educación emocional, que se debería extender a todas las áreas, pero no se entiende la necesidad de restar contenidos". Desde su perspectiva, el Ministerio pretende "tener la excelencia educativa rebajando contenido en vez de invertir en recursos para que los alumnos adquieran estos conocimientos". "Necesitamos jóvenes competentes y disminuir contenidos no parece la mejor forma", recalca.

Dotar de más recursos personales y materiales es una de las peticiones del sindicato STEA, quien critica que la nueva legislación es un "corta y pega" de la LOE y que los currículos planteados "no introducen cambios de calado". "Una reforma educativa tiene que tener miras mucho más amplias: hay que revisar desde la enseñanza infantil a la universitaria, con unos contenidos coherentes, progresivos y coordinados, unas metodologías adecuadas a cada edad y tipo de alumnado y una financiación más generosa que permita contratar más profesorado y bajar las ratios en las aulas", inciden.

En este sentido, Planas reconoce que se quieren hacer "muchos cambios" y, sin embargo, no se ha formado antes al profesorado ni al formador de ese docente: "Los profesores de Matemáticas -en la secundaria- son matemáticos, con muchos conocimientos, pero que adolecen de formación psicopedagógica". Apunta que se debería empezar modificando la formación de las universidades, incluidas las titulaciones de magisterio.

Respecto al currículo de Lengua Castellana y Literatura, detalla que lo que interesa es que el alumno "se exprese bien por escrito y oralmente". "Hay aspecto teóricos que hacen que los alumnos odien la lengua, como por ejemplo conocer la conjugación de los verbos. Son conceptos desfasados totalmente", asevera. No obstante, sí que consideró muy importante mantener los dictados, algo que, de momento, no se encuentra recogido en los borradores. "Estamos perdiendo mucha léxica", reconoce.

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