entrevista

Falo: "Más que confinamientos, podríamos ver un endurecimiento de los aforos y los horarios"

Francisco Javier Falo, director general de Salud Pública de la DGA, advierte que el toque de queda solo se plantearía en una situación «muy extrema» porque no parece que los autos judiciales «vayan a responder de forma positiva».

Francisco Javier Falo, director general de Salud Pública de la DGA, en su despacho.
Francisco Javier Falo, director general de Salud Pública de la DGA, en su despacho.
Guillermo Mestre

Con casi mil contagios al día, ¿debería Aragón pasar a un nivel de alerta 3 con más restricciones?

Si nos ajustáramos a los documentos que veníamos manejando hasta ahora, probablemente cumpliríamos los requisitos respecto a la transmisión; pero no respecto al impacto en el sistema hospitalario. Por eso no adoptamos las mismas decisiones que hace unos meses cuando teníamos una transmisión similar a la de ahora.

¿Lo plantearán si empeora la situación en los hospitales?

Sí. Difícilmente decimos un ‘no’ rotundo a nada. Si algo nos ha enseñado esta pandemia es el grado de incertidumbre que todavía no manejamos bien. Y el ejemplo es la magnitud de esta onda en la que estamos ahora. No lo preveíamos.

¿Retomará Aragón el toque de queda?

Es un tema que nos cuesta asumir con dificultad porque sabemos que aquí los tribunales que supervisan nuestras medidas plantean enfoques más restrictivos que en otras comunidades. Por eso es una medida que nosotros plantearíamos en una situación muy extrema. Creemos que las medidas restrictivas que planteamos hace una semana nos pueden ayudar a contener el incremento. Si viéramos que la situación no está absolutamente controlada, nos plantearíamos medidas suplementarias. Pero somos conscientes de que los autos judiciales en esta comunidad no parece que vayan a responder de manera positiva a una medida de este tipo.

¿Podríamos ver confinamientos en zonas como Jaca, que tiene la incidencia disparada?

No. Más que confinamientos lo que podríamos ver es un endurecimiento de medidas. Aforos y más limitaciones horarias. Al final no deja de ser una manera de hacer un toque de queda.

¿Valora la DGA hacer obligatorio el uso de mascarillas al aire libre?

Si se usan bien, creo que cumplen su función. El problema es que cada vez que se producen mensajes liberalizadores estamos reforzando la idea de que esto está superado. Y no lo está.

¿Qué impacto esperan en el hospital y qué van a hacer para contenerlo? ¿Modificarán las vacaciones de los sanitarios?

Esperamos que sea un impacto moderado. Es lógico que crezcamos en camas convencionales y en uci. Sí pensamos que el mayor impacto lo sigue teniendo Atención Primaria porque hay muchos casos, son muchas PCR, investigación de contactos, y seguimos vacunando a entre 80.000 y 90.000 personas cada semana. Y eso es un trabajo tremendo.

¿A qué achaca esta explosiva ola?

Es una combinación de factores. Hay una cierta percepción social de que esto ya está, una flexibilización de medidas con carácter general y la reanudación de las actividades sociales sobre todo en un colectivo, los más jóvenes, que era el menos protegido por la vacunación. El virus está circulando.

Y se retomó el ocio nocturno hasta las 3.00 y se admitió el consumo en las barras, que han prohibido otra vez. ¿También influyó?

Probablemente. Aunque no se trata de culpabilizar a sectores. En los informes de brotes de las últimas semanas está muy claro que van ligados a viajes, al disfrute, a los espacios de ocio, a las relaciones sociales y a los grandes eventos.

Para rastrear casos proponen listados de asistentes a bodas y de clientes de ocio nocturno. ¿Cuándo se empezarán a usar?

En el ámbito de los eventos ya son obligatorios. Ya hay países como Francia o Portugal que ligan la accesibilidad a determinados eventos o espacios a disponer de una acreditación de que la infección está superada o se está vacunado.

¿Lo veremos en España?

Es una reflexión en la que vamos a entrar en las próximas semanas. Para eso tenemos que disponer de herramientas tecnológicas que nos lo hagan fácil. En las bodas se usan listados. En ámbitos donde la movilidad es mayor, y la gente puede entrar, salir, hay que dotarse de medios que faciliten el control, códigos QR, y para eso hace falta poner la tecnología a punto. El que se puedan poner condicionantes de ese tipo no es nada desdeñable. Se puede plantear en la medida que la población vacunada sea cada vez más universal.

Hablamos de exigir esta acreditación en restaurantes, conciertos, teatros, cines...

Sí. Habría que ver en qué ámbitos podría usarse. Pero es un debate que tendremos que plantearnos en el Consejo Interterritorial.

¿Y en los estadios de fútbol? ¿Se mantiene la decisión de admitir público a pesar de este repunte?

Estamos valorándolo. Hemos tenido reuniones con algunos clubes, sobre todo en categorías superiores. De momento tenemos la norma como la tenemos. Uno de los aspectos que estamos valorando es que pudiera haber sistemas de control en los que el acceso pudiera ligarse a determinados aspectos como estar vacunado. En la medida en que si para acceder a determinados ámbitos tengo que estar vacunados a lo mejor me lo pienso un poco menos.

Francia y Grecia imponen la vacunación obligatoria a sus sanitarios. ¿Se baraja exigirla aquí tanto para ellos como para los trabajadores de las residencias, donde hay brotes otra vez?

En España nunca se ha insistido mucho en ese debate porque la adhesión a la vacuna es muy alta. En un momento determinado, como elemento de control de la pandemia, que la vacuna sea obligada para sanitarios y sociosanitarios tampoco lo veríamos como algo absolutamente rechazable.

En esta ola joven, ¿por qué descartan los cribados masivos?

Hemos ligado nuestra estrategia de vigilancia y de vacunación a los centros de salud. Creemos que ha funcionado. No entendemos que sea más eficiente sacar a esos profesionales del consultorio para hacerlo en lugares centralizados.

¿Hay suficientes rastreadores?

Esta última semana se ha contratado una veintena. Quizá esta onda es muy explosiva pero, cuando pase, seguiremos teniendo ondas. Esperamos que no de la misma magnitud. Deberemos tener cierta elasticidad para ir respondiendo a cada una de ellas.

¿Pedirán que vuelvan los 88 rastreadores militares a los que despidieron a finales de junio?

Hemos tenido contactos de nuevo con ellos. Nuestra idea es ver cómo evolucionamos. Si no nos equivocamos esperamos llegar al pico epidémico en muy pocos días porque la incidencia está bajando en los menores de 30. Si viéramos que esas proyecciones no van en el sentido que planteamos recuperaríamos el rastreo militar. De hecho ya está hablado con ellos.

Con este nivel de transmisión y si no tuviéramos vacunas, ¿estaríamos confinados?

Seguramente. Nuestro nivel de restricciones sería muchísimo más alto. La capacidad de respuesta no tiene nada que ver. Con mil casos diarios nuestras cifras sin vacunas serían espectaculares.  

"Dos de cada diez infectados desde junio estaban inmunizados"

¿Qué porcentaje de reinfecciones se está registrando en Aragón?

Hay muy pocas. No han llegado en ningún caso al 1%. Las reinfecciones preocupan porque pueden marcar el impacto que puede tener la sucesión de cepas diferentes. Pero hasta el momento no están suponiendo un problema.

¿Cuántos de los hospitalizados estaban vacunados?

De las infecciones desde el 1 de junio se ha confirmado una efectividad de las vacunas superior al 80%. De cada 10 infectados, dos estaban inmunizados. Pero esas infecciones en vacunados cursan de manera mucho más suave. El objetivo de las vacunas es evitar la mortalidad y los casos graves. Y luego la transmisibilidad.

¿Vamos a necesitar una tercera dosis de vacuna este año?

Ya veremos. Necesitamos saber cuánto tiempo dura la inmunidad en los diferentes formatos de vacunas y si esa duración lo hace en niveles suficientes de anticuerpos como para protegernos. Puede que sea necesaria una tercera dosis, que sea necesaria en determinados colectivos, que haya que revacunar cada año...

¿Cuándo y dónde van a vacunar a los chicos de 12 a 18 años?

Si empezamos a tener huecos y disponibilidad seguramente abriremos los grupos de 12 a 18 y, si las coberturas son muy buenas en los centros de salud, no tiene sentido ir a vacunar a los colegios.

¿Se vacunará a menores de 12 años si Pfizer logra el permiso?

Ya veríamos. Creo que hay decisiones que nosotros ni siquiera nos planteamos anticipar.

¿No le parece que adelantar la vacuna a los jóvenes de 18 a 21 es premiar a los que se comportan de forma irresponsable?

Puede ser justo o injusto, pero nos pareció una buena herramienta para controlar la transmisión.

¿Cuántas reacciones adversas de las vacunas se han comunicado a farmacovigilancia?

Hay más efectos que en una vacuna normal porque estamos en una vacunación masiva. Sobre todo en las primeras semanas se notificaban muchos efectos adversos. La realidad es que en Aragón no hay una sensación de un número muy alto de efectos adversos y el equilibrio riesgo-beneficio se decanta claramente al beneficio.

¿Qué hubiera pasado en marzo de 2020 si no se hubiera confinado el país con unEstado de alarma?

Hubiéramos tenido una pandemia más larga, con más enfermos y más mortalidad. No voy a entrar en el ámbito jurídico de si era un Estado de alarma o de excepción. No soy jurista y no lo sé. Pero sí sé que si esto se produce sin control, el sistema sanitario hubiera colapsado. Estuvimos al límite. Nos ha pesado la mortalidad de manera enorme socialmente.

¿Se mantiene la tercera semana de agosto para que el 70% de la población esté inmunizado?

Vamos a verlo. De momento la vacunación está mostrando su eficacia ya. ¿Será suficiente? Seguiremos teniendo transmisión, pero cuanta más gente vacunada tengamos menos posibilidades habrá de sufrir efectos como el que tenemos ahora. Habrá brotes limitados, controlables.

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