transporte público en aragón

Los buses interurbanos recuperan el 69% del pasaje tras un año y medio "crítico"

Los empresarios urgen ayudas porque muchos servicios apenas tienen demanda y la DGA replica que prevé respaldar las líneas deficitarias con una convocatoria de 2,6 millones.

Un grupo de viajeros espera a subir al autobús de Salou, el pasado viernes, en la estación de Delicias.
Un grupo de viajeros espera a subir al autobús de Salou, el pasado viernes, en la estación de Delicias.
FRANCISCO JIMÉNEZ

El fin de las restricciones a la movilidad y la recuperación de la economía han permitido reactivar la demanda en las líneas interurbanas de autobús que vertebran Aragón tras sufrir casi un año y medio "crítico" como consecuencia de la pandemia. Con los datos aportados por las propias empresas concesionarias a la DGA, los servicios regionales llevan ganando pasajeros desde finales del año pasado y al cierre de abril transportaban ya a 179.694 viajeros sin contar el entorno metropolitano de Zaragoza, un 69% de los que llevaban mensualmente justo antes del estallido de la crisis sanitaria, en febrero de 2020.

El director general de Transportes, Gregorio Briz, se muestra convencido de que la senda de crecimiento se mantendrá con el levantamiento del estado de alarma hace casi mes y medio, que llevó a implantar el 100% de los servicios establecidos en el mínimo concesional. "Acabaremos junio con un 80% porque hay más movilidad y una mayor oferta de autobuses, porque no hemos hecho como Renfe. La marcha de la economía va a marcar finalmente el ritmo", dice.

La Asociación Empresarial de Transportes Interurbanos de Viajeros en Autobuses de Aragón (Aetiva) no es tan optimista y su secretaria general, Rosa Cavero, indica que realmente no se ha empezado a notar un verdadero movimiento en la demanda hasta hace dos fines de semana. "Hay que tener en cuenta que Aragón tiene un vasto territorio y está despoblado, por lo que hay muy poco viajero de normal en las líneas que cubren el medio rural", asevera.

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Cavero señala que solo hay que bajar a las dársenas de la estación de Delicias para darse cuenta a simple vista de que los destinos turísticos son los que fundamentalmente tienen ahora demanda. "Los pueblos van más despacio mientras hay refuerzos para ir a la playa. Queremos transportar personas y no aire, pero nos va a costar recuperarnos del todo", sostiene.

Los empresarios urgen ayudas al Ejecutivo autonómico para compensar la situación, dado que muchas de las expediciones no cubren ni el coste variable (gasoil, personal y reparaciones).

Gregorio Briz avanza su intención de convocar este verano las subvenciones para líneas deficitarias, que cuentan este año con una partida presupuestaria de 2,6 millones. Las bases está redactadas y ahora deben lograr el visto bueno de los servicios jurídicos y de la Intervención. "Tengo muy claro que ayudaré todo lo pueda hasta mayo, cuando finalizó el estado de alarma", señala.

Los empresarios lamentan que si al cómputo global se les resta la reserva de plazas de los escolares, la demanda real de las rutas autonómicas se quedan en un escaso 50%. El director de la división norte de Avanza, José Ramón Lasierra, apunta que están detectando cambios en el modelo por la implantación de los estudios ‘online’ y del teletrabajo, lo que repercute directamente en sus empresas. "Hay menos movilidad entre semana y los viajeros se concentran en el fin de semana, lo que es todo un problema", expone.

En el caso de las concesiones de su empresa, las que unen Huesca con Barcelona y Lérida siguen con una caída del 55%, que en el caso de la línea más importante que explotan, Jaca-Zaragoza, se queda en un 40%-42%.

Efectos colaterales

A esto hay que sumar que otro de los pilares del negocio, los servicios discrecionales, están "prácticamente muertos". "Los centros escolares redujeron rutas, no había excursiones ni bodas y, por tanto, tenemos un montón de autobuses que no se mueven. Vamos a tardar mucho tiempo en recuperarnos", lamenta.

El director general de Hife en Aragón, Juan Carlos Fuentes, habla de "desastre" porque la DGA les impuso cubrir el 100% de los servicios cuando apenas han recuperado la mitad de sus clientes, que en muchos servicios ya eran pocos. En su caso, tienen cuatro concesiones, Alcañiz-Zaragoza, Alcorisa-Escatrón, Lécera-Zaragoza y Castellote-Alcorisa, y ni en la más importante, la de Alcañiz, llegan a 12 viajeros de media por expedición. "En una semana llevamos 2.751 pasajeros cuando antes se superaba los 5.000", detalla.

En su caso, los servicios a las playas de Levante les están dando alguna alegría, ya que están reforzando el número de autocares por la demanda.

La directora de Ágreda Bus, Cristina Luque, señala que la realidad es "muy triste" de por sí porque, salvo en el cinturón metropolitano, las líneas cubren un desierto demográfico. Como ejemplo puso el servicio Biel-Zaragoza, que en un mes puede registrar 40 viajeros, mientras la media de sus concesiones no llegan a los 6.000 semanales, que suponen unos ingresos de entre 10.000 y 11.000 euros.

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