sanidad

Los expertos avalan relajar pronto el uso de las mascarillas

La ministra asegura que la decisión se tomará dentro del cauce normativo, pues la ley actual obliga a su utilización, y de manera coordinada con todas las comunidades.

Reparto de mascarillas por las terrazas del Tubo, una iniciativa de la asociación de comerciantes y hosteleros de la zona.
Reparto de mascarillas por las terrazas del Tubo, una iniciativa de la asociación de comerciantes y hosteleros de la zona.
Oliver Duch

La relajación del uso de la mascarilla en el exterior podría ser una realidad "pronto", según detalló este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y replicó su ministra de Sanidad, Carolina Darias. Una postura que avalan los expertos aragoneses, aunque expresan sus dudas sobre cómo se podría llevar a cabo, puesto que la Ley 2/2021 obliga a su utilización en todos los espacios. Darias tampoco aclaró cómo se solventará esta cuestión y menos en un lapso corto de tiempo. Tras el Consejo Interterritorial celebrado con las comunidades autónomas, se limitó a decir que la decisión se tomará de manera "coordinada" y dentro del marco establecido por la legislación.

«Se trata de una ley de aplicación mientras no finalice la crisis sanitaria y, por lo tanto, sería importante que se explique cómo se va a poder eliminar el uso de la mascarilla en espacios abiertos", apunta el epidemiólogo veterinario Nacho de Blas, quien considera que esta barrera de protección no debería de haber sido obligatoria "nunca" cuando se estuviera al aire libre, fuera de los núcleos urbanos y sin gente, es decir, en paseos por el campo, la montaña o similares. No ocurriría lo mismo en los merenderos o las zonas de acampada.

En estos momentos –incide– sí que se podría prescindir de su uso, pero reconoce que es "difícil" definir las situaciones, incluso estando en el exterior, en las que sería posible. En estos casos, estima primordial que se pueda mantener la distancia de seguridad y, por ende, se traten de espacios que no estén muy concurridos. También se debería valorar, según la opinión del profesor de la Universidad de Zaragoza, la incidencia de la covid en la zona y el estado inmunitario de las personas que se reúnen. En este sentido, señala que sí que podría relajar la utilización cuando se junte un grupo de personas mayores –todas ellas vacunadas– y se mantengan las distancias. No recomendaría lo mismo si este grupo fuera de población todavía sin inmunizar y sin respetar las distancias.

Una visión similar tiene Belén Lomba, secretaria del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza y facultativa de Atención Primaria, quien reconoce que el avance de la vacunación está provocando que la incidencia baje de manera considerable, algo que se percibe tanto en el "número de positivos que se detectan en los centros de salud como en los contactos estrechos que se producen después". Por ello, considera que es un buen momento para plantear el fin de la obligación de utilizar la mascarilla en determinados exteriores. Como De Blas, cree que se debe tener en cuenta la incidencia de la covid en la zona y, principalmente, la concurrencia del lugar donde se deja de usar: "No es lo mismo no llevarla en una terraza poco concurrida cuando se está con la pareja o persona con la que se convive, que al contrario". Lo mismo ocurriría en espacios como las piscinas o la playa y, en el supuesto de que la situación epidemiológica volviera a empeorar, Lomba no lo duda: "Habría que volver a ponerla".

Una cuestión de sentido común

Aunque los expertos consultados coinciden en que se dan las condiciones para empezar a relajar el uso al aire libre, subrayan la necesidad de utilizar el "sentido común". "Hay que estar en alerta para valorar las posibles situaciones de riesgo", recalca Teresa Tolosana, presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza. Aboga por que, aunque se tome esta decisión, se lleve siempre una mascarilla "a mano" para poder utilizarla cuando se perciba una situación de riesgo; por ejemplo, una terraza más concurrida de lo previsto o la aglomeración de personas por la calle.

Por su parte, el Gobierno de Aragón todavía se ha posicionado abiertamente respecto a estas posibilidades. La consejera de Presidencia, Mayte Pérez, señaló ayer que se mantendrá la "lealtad" y "cogobernanza" a las decisiones adoptadas en el seno del Consejo Interterritorial.

Mantenerlas en el interior

Tampoco se valora que se puedan relajar las medidas en los espacios interiores. "La mascarilla tiene la función de protegernos, especialmente, en aquellos sitios donde se pueden acumular aerosoles –emitidos al hablar o respirar–; por lo que existen mayores riesgos en los ámbitos cerrados", recalca Tolosana.

Por ello, considera que todavía no es el momento de eliminar su uso en el interior y que en algunos espacios, como son los centros sanitarios o el transporte público en hora punta, quizás se tarde bastante en que esto se produzca "por seguridad": "Son sitios muy cerrados, en los que aunque haya ventilación, estos riesgos siguen existiendo". En este sentido, tampoco desdeña la posibilidad de que se recomiende su utilización en determinadas épocas del año, como es el invierno, en plena temporada de gripe. "Este año ha funcionado", recuerda.

De momento, cualquier cambio deberá esperar al menos hasta el próximo martes, cuando la Comisión de Salud Pública se vuelva a reunir y pueda valorar si se elimina la obligatoriedad del uso de la mascarilla al aire libre y cómo se lleva a cabo.

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