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Gobierno y comunidades definirán el lunes los grupos que se vacunarán con Astrazeneca a partir del miércoles
La ficha técnica advertirá de que estos casos específicos de trombos pueden ser una reacción adversa más.
Aragón retomará el miércoles la vacunación con Astra Zeneca tras el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento y el acuerdo entre Gobierno y comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial, reunido este jueves de urgencia para levantar la polémica suspensión. La Comunidad cuenta actualmente con una reserva de más de 28.300 dosis para continuar el proceso, paralizado durante ocho jornadas a consecuencia de una treintena de casos de trombos registrados entre más de 20 millones de vacunados.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció que el lunes se definirán los grupos a vacunar y no descartó que se pueda ampliar a los mayores de 55 años, tal y como estaba previsto la semana pasada, antes de que se notificaran los primeros trombos. Los profesionales sanitarios lamentaron este parón y recordaron que la vacuna supone más beneficios que riesgos.
Con este planteamiento, el Ministerio de Sanidad da una jornada de margen a las comunidades autónomas para que vuelvan a replantear la campaña. Fuentes del Departamento de Sanidad aragonés detallaron que será en los próximos días cuando se articule cómo se reanudarán las citas, puesto que al suspenderse, todas las existentes fueron canceladas. La Consejería que dirige Sira Repollés tenía previsto inocular 13.200 dosis durante la semana actual, de las cuales solo se inyectaron 1.500 en parte de la jornada del lunes, momento en el que se decidió paralizar de urgencia y de manera "cautelar" la vacunación.
Desde el inicio de la campaña, según los datos del Ministerio de Sanidad, Aragón ha recibido 54.000 dosis de Astra Zeneca, de las cuales se han inoculado 25.652, por lo que quedarían 28.348 en la farmacia del Clínico, donde se conservan todas las fórmulas aprobadas por Sanidad.
La ministra Darias destacó este jueves que todas las consejerías estuvieron de acuerdo con el nuevo planteamiento. "La decisión anterior fue complicada, pero acertada", puntualizó, al tiempo que destacó que si no se hubiera paralizado, quizás no se habría modificado el prospecto como finalmente ha ocurrido. La ficha técnica advertirá de que estos casos específicos de trombos pueden ser una reacción adversa más. Se elaborarán una serie de guías para informar a los profesionales sanitarios y también a los que la vayan a recibir. "Cuanta mayor pedagogía, mejor", declaró la ministra, quien incidió en que a partir de ahí serán las comunidades las que tendrán que actuar.
En este sentido, el director general de Salud Pública de Aragón, Francisco Javier Falo, adelantó que a las personas que vieron aplazada su vacunación se las volverá a citar "en bloque" para la segunda dosis. Asimismo, apuntó que en el caso de que ya hubiesen recibido la primera "no pasa nada si se retrasa". "La vacuna no reduce su efectividad, sin perder de pista que todas tienen unos riesgos y unos beneficios", puntualizó.
De ser reacios a tener miedo
Para la presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza, Concha Ferrer, el problema está en que "quienes antes eran reacios ahora van a tener mucho más miedo". "Se ha sacado todo de contexto. Si te tomas un paracetamol también puedes tener problemas, pero asumes los riesgos y si te contagias, las consecuencias pueden ser mucho mayores. En el mundo de la medicina hay que sopesar siempre riesgos y beneficios y en este caso, los primeros son mínimos y asumibles", aseveró. A su juicio, los países se posicionaron excesivamente rápido. Sobre todo teniendo en cuenta que, desde el punto de vista científico, tenía "poco sentido lógico".
En esta línea, el presidente de la Federación Aragonesa de Sindicatos y Asociaciones de Médicos Titulares y de Atención Primaria, Leandro Catalán, recordó que interesa vacunar "cuanto antes" para que la Comunidad alcance pronto una inmunidad de entre el 70% y el 80%. "Es la única forma de que los contactos disminuyan, como ha ocurrido en las residencias", resaltó. Cree, asimismo, que los ciudadanos tendrían que confiar en el «aval» de la agencia europea y la nacional. "Riesgo siempre habrá, pero tanto en esta como en cualquier otra actividad. El problema es mezclar argumentos científicos y políticos", agregó.
