Una caseta de obra que acerca a las familias en un geriátrico

Hay residencias de ancianos como la de San Mateo de Gállego, en Zaragoza, que han ideado curiosos sistemas para que los usuarios puedan ver a los suyos de forma segura.

Pilar Poc con sus hijas Mª Carmen, Nieves y Susana Pellejero
Pilar Poc con sus hijas Mª Carmen, Nieves y Susana Pellejero
Heraldo.es

Las casetas de obra pueden tener otros usos diferentes a los de ser un simple lugar para dejar las herramientas de trabajo o descansar. Original, cuando menos, es el que le han dado en la residencia municipal de ancianos La Sabina de San Mateo de Gállego (Zaragoza). La han convertido en un curioso módulo desde el que los usuarios a través de una ventana ven y hablan con sus familiares que se encuentran al otro lado de la valla que rodea el jardín. De esta forma, la visita se lleva a cabo con todas las medidas de seguridad.

"La jefa de mantenimiento de las instalaciones tuvo la idea para que los mayores residentes pudieran recibir visitas sin que estas entraran en el recinto. Después del brote que hubo en la primera ola se restringió la entrada de personas y ha estado blindada desde el verano. Es una forma de garantizar la salud de los internos y que estos puedan sentir la cercanía de los suyos", explica el alcalde, José Manuel González.

Este coqueto habitáculo, en el que también hay un calefactor para los días de frío, lo utilizan en días alternos los usuarios del geriátrico y de la residencia de discapacitados Agua Salada. Así se evita que se crucen o puedan coincidir en algún momento. Las visitas se organizan en turnos de mañana y tarde y duran alrededor de media hora, por lo que cada jornada se llevan a cabo entre ocho y diez encuentros.

Actualmente, el centro La Sabina tiene ocupadas 25 de sus 28 plazas y, según destaca el regidor, hay lista de espera para ingresar. Mientras, en el centro de discapacitados hay 17 residentes.

González asegura que la gente ya se ha acostumbrado a este sistema que se estrenó en las primeras semanas de octubre. "Hay niños que vienen a ver a sus abuelos y desde la distancia les enseñan los dibujos que les han hecho y eso, lógicamente, les emociona", dice. De cara a la Navidad están a la espera de las directrices que dé Sanidad, pero el alcalde recuerda que siempre han sido "muy restrictivos". El caso de San Mateo de Gállego no es único. En Pedrola, el Ayuntamiento también ha alquilado una de las estancias diseñadas por Módulos Orly que está a punto de estrenar.

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