Aragón

Fernando Solsona, médico y humanista aragonés

Especialista en radiología y cáncer de mama, desarrolló una intensa vida intelectual y realizó más de 400 publicaciones. Ha muerto en Zaragoza a los 85 años.

El doctor Fernando Solsona, en una imagen de archivo
M. O.

El zaragozano Fernando Solsona Motrel, especialista en radiología y cáncer de mama, falleció este viernes en Zaragoza a los 85 años tras sufrir un derrame cerebral. Solsona, muy conocido en todo Aragón no solo por su actividad profesional sino por la incesante actividad cultural que desplegaba, se distinguió a lo largo de su vida por seguir la estela de otros grandes médicos aragoneses de espíritu humanista, como Pedro Laín Entralgo o Ricardo Royo Villanova, y dedicó publicaciones tanto a sus especialidades médicas como a figuras históricas como Miguel Servet o el tenor Miguel Fleta. Nada aragonés le era ajeno.

Fernando Solsona nació en 1935 en Zaragoza, en el barrio de San Pablo, al que siempre profesó un gran amor y al que su familia materna pertenecía desde el siglo XVII. Cursó medicina en la capital aragonesa y amplió estudios, becado por el Gobierno de Italia, en el Instituto de Radiología de la Universidad de Roma (1960-1961); y posteriormente, con otra beca del Ministerio de Educación y Ciencia español (1963-1964), en el Instituto de Isótopos Radiactivos de la Universidad de Aix-Marsella.

Empezó a trabajar en 1965 en el Servicio de Radioterapia del Centro Nacional de Investigaciones Médico-Quirúrgicas de Madrid (clínica Puerta de Hierro) y un año más tarde recibió el Premio Extraordinario de doctorado en Medicina por la Universidad de Zaragoza.

En 1968 ganó, con el número uno, las primeras oposiciones nacionales a médicos radioelectrólogos de la Seguridad Social. Tras una breve etapa profesional en Valladolid, regresó a su Zaragoza natal, donde a partir de 1973 dirigió el Departamento de Radioelectrología y Medicina Nuclear del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Se jubiló hace 15 años, en 2005.

Sus principales líneas de investigación han sido la enfermedad de Hodgkin y los tumores, especialmente el de mama. A lo largo su vida ha realizado más de 400 publicaciones, entre ellas 30 libros y monografías, como ‘Lecciones de Medicina Física’ (1972), ‘Balnearios aragoneses’ (1992), ‘La antigua casa de Medicina y Ciencias’ (1994) o ‘Miguel Servet, cumbre del Renacimiento (2012).

Durante más de tres décadas presidió el Ateneo de Zaragoza, entidad desde la que impulsó numerosas actividades y publicaciones. En 1994 recibió la Medalla de las Cortes de Aragón por su labor científica, y en 1996 el Ayuntamiento de Zaragoza dio su nombre a una calle de la ciudad. Su amor por Aragón guio toda su vida.