terrorismo

"Soy el testigo principal de lo que pasó en Cambrils, pero no me han llamado para declarar"

El zaragozano Roque Oriol, de 72 años, perdió a su mujer Ana María Suárez y resultó herido grave en el asesinato yihsdista el 17 de agosto de 2017. No ha sido llamado para declarar en la Audiencia Nacional.

La foto del 2018 que no se no podrá repetir. Roque Oriol depositó flores el año pasado en el monumento inaugurado al lado del Club Náutico de Cambrils en un acto público organizado por el Ayuntamiento. Pero este mes de agosto no ha sido invitado por la Generalitat a la ofrenda floral que será mañana. Ya ha dejado sus flores.
La foto del 2018 que no se repite. Roque Oriol deposita un ramo de flores en el monumento inaugurado al lado del Club Náutico de Cambrils en un acto público organizado por el Ayuntamiento.
José Carlos León

El zaragozano Roque Oriol, herido grave en el atentado de Cambrils y viudo de la fallecida en el mismo Ana María Suárez, de 68 años, ha decidido no estar representado por un abogado en el proceso judicial. Este martes empieza el juicio en la Audiencia Nacional y, después de tres años y medio de lo ocurrido (17 de agosto de 2017), Oriol ha manifestado: "Quiero que el juicio acabe cuanto antes para superar todo lo que he vivido".

Aunque fue testigo y víctima del ataque yihadista en Cambrils, Roque Oriol no ha sido llamado como testigo en la Audiencia Nacional. Con todo, muchos días revive esos disparos cerca de la playa, la imagen de uno de los yihadistas con un artefacto falso colgado en el pecho, la muerte de su mujer y su traslado en ambulancia al hospital de Cambrils.

"Mi cabeza no hace más que dar vueltas. Cuando antes acabe todo, mejor", reconoce Roque Oriol , a quien le parece bien "aplicarles la ley" a los terroristas, aunque ha llegado alguna vez llega a pensar en la pena de muerte para ellos.

No quiere que le saquen una foto la tarde previa al juicio y prefiere compartir un vino en el restaurante de La Lobera de Martín de su amigo Manolo, en la plaza de España, al que suele ir a visitar

¿Va a declarar en el juicio del atentado de Cambrils?

Soy el testigo principal de lo que pasó en Cambrils, pero no me han llamado para declarar. Quiero que el juicio acabe cuanto antes para superar todo lo que he vivido.

¿Cómo les cogieron los yihadistas?

Estaba con mi mujer y mi cuñada. Les vi yo y los dos policías locales de Cambrils. Cuando salieron del coche, me hicieron una herida en la cabeza, por detrás de la oreja. Aún se puede ver. Mi cabeza no hace más que darme vueltas. Cuando antes acabe todo, mejor.

¿Y cómo pudieron reaccionar?

Vi a mi mujer, pobrecica, muerta. (Se tapa la cara para superar el recuerdo de lo que pasó ese día y se echa a llorar; no puede seguir unos minutos). Le dije a la policía de los Mossos que me dejara una pistola, pero no me la dio. Nunca lo he contado.

¿Sabe qué penas les piden a los tres yihadistas…?

Ya sé que empieza mañana (por hoy) el juicio. Sé que les piden a uno 41 años y a otro 8 (a un tercero le solicitan 36). Lo he oído en la radio. Solo quiero que les condenen a lo más grande y que les apliquen la ley. Pero si hubiera pena de muerte, pues eso... a los yihadistas y a los etarras.

¿Está representado en la acusación particular?

Tuve un abogado, pero ya lo dejé. No estoy representado en el juicio, ni sé cuántos tienen.  

¿Se siente bien tratado con todo lo que pasó?

Soy del Partido Popular en Zaragoza, que somos una familia. Me han tratado muy bien  Jorge Azcón y Javier Campoy, entre otros compañeros. Hubiera querido que el presidente Sánchez nos hubiera dado el pésame con lo que vivimos allí. La alcaldesa de Cambrils (de ERC) me ha tratado muy bien.

¿Ha vuelto muchas veces a Cambrils después del atentado?

No. Habré ido cuatro veces o así. Estuve para el primer aniversario porque luego ya no han hecho más. Después ya no volví a otro acto que hubo en Barcelona en el segundo año. Pero si voy a Cambrils dejo flores a mi mujer al lado del Náutico, le llevo siempre el mejor ramo que tienen en una floristería que hay cerca. Para que no se estropeen pronto les pido a los del bar que las rieguen y las cuiden unos días. 

¿Y acude al apartamento?

Apenas he vuelto al apartamento de Cambrils después de aquello. Lo compramos en el año 1986 y ahora solo pienso en venderlo. Alguna vez he ido a un hotel para aguantar.

¿Cómo recordó este año a su mujer?

Estuve antes de Todos los Santos en el cementerio de Torrero y dejé flores en su tumba, cinco rosas y tres claveles. A su lado también le pongo a mi suegro. La quería mucho. Ella trabajó mucho toda su vida como modista desde los 14 años, un tiempo en casa y otro en una empresa que cortaba trajes para El Corte Inglés. Me casé con ella cuando tenía 26 años y vivimos juntos toda la vida.

¿Va a seguir de alguna manera el juicio del atentado?

Me han dicho que se puede ver el juicio por internet. Eso me han dicho, pero no tengo y tampoco quiero verlo. Me han llamado de Aragon TV, de Telecinco y de otros medios, pero no quiero salir en ningún sitio. No quiero fotos, sobre todo no me hagáis fotos.

¿Se planteó ir a la Audiencia Nacional estos días (antes de la pandemia) para seguir las sesiones en algún momento?

No voy a ir al juicio a Madrid. Si no quisieron que declarara entonces ni me preguntaron, para qué me querrían ahora.

¿Cómo se siente psicológicamente pasado el tiempo?

He dejado de ir a psiquiatras y psicólogos. Acabé harto. Espero a que venga mi sobrino, que es lo mejor para mí. 

Y con los demás médicos...

Me tratan muy bien en el centro de salud, pero como ahora no puedes ir pues acudo a una clínica. Me duelen mucho los brazos y pierdo la resistencia.

¿Se acuerda más de las cosas antiguas que de las más recientes?

Ese me pasa. Tengo mejor memoria para lo que pasó hace 50 años que para lo que ocurrió ayer. Tengo 72. He sido hostelero toda mi vida hasta que me jubilaron. Siempre hacía las comidas en mi casa, los solomillos o los patés… Trabajé en muchos lugares: inauguré el Cachirulo en 1966, trabajé en Las Ventas, en el hotel Molino, donde vivían todos los jugadores del Zaragoza (Amarilla, Valdano, Señor, Zayas…)… Jugué al fútbol con los veteranos del Zaragoza, primero de extremo y luego de defensa. Reija me hizo el traje de la boda y a él le llamábamos Pitti. También conozco a Canarios.

¿Y sigue teniendo amigos en la hostelería, ahora que lo están pasando tan mal con el coronavirus?

Por eso vengo a ver a Manolo, de la Lobera, que nos conocemos hace mucho. Con otros ya no nos vemos.

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