educación

Más de 32.500 alumnos se reincorporan a las universidades de Aragón tras seis meses de parón

Apuestan por las enseñazas semipresenciales y recuperan las prácticas que no pudieron finalizarse. Han establecido protocolos anticovid y cuentan con espacios específicos para aislar a sospechosos.

Las universidades de Aragón inauguran un nuevo curso escolar tras seis meses sin clases en los campus a causa de la pandemia. El estado de alarma obligó a trasladar el aula a casa y desde entonces la mayoría de los universitarios no habían regresado a sus facultades. Hoy se reincorporarán más de 32.500 entre la Universidad de Zaragoza y la San Jorge. Sin embargo, no todos ellos volverán a pisar sus aulas ni a conversar con sus compañeros. Los campus han apostado por enseñanzas semipresenciales, en las que solo un 40% del alumnado estará en el aula, y han adoptado otras medidas anticovid para evitar posibles contagios y asegurar el aislamiento de casos sospechosos.

La Universidad de Zaragoza comienza su periodo lectivo con unos 30.000 alumnos matriculados y alrededor de 5.600 de ellos son estudiantes de nuevo ingreso, lo que supone unos 200 más que el año anterior. Una variación al alza impulsada por la "flexibilidad" en la titulación de 2º de bachillerato a causa de la covid, que se tradujo en alrededor de un 16% más de matriculados en la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Evau) de julio y que posteriormente disparó la nota de corte de todas las titulaciones. La previsión, detallaron fuentes del campus público, es que se alcancen los 6.000 alumnos en el primer año cuando se finalicen los llamamientos -el último será el 21 de septiembre-. Actualmente está previsto que más de 3.700 docentes impartan la docencia en los diferentes cursos.

Por su parte, la Universidad San Jorge (USJ) cuenta para este año académico con unos 2.500 matriculados, de los que cerca de 650 cursarán su primer año, lo que supone "un aumento" respecto a otros inicios de curso. Un curso atípico en el que la semipresencialidad será la clave. Ambas instituciones combinarán clases en ‘streaming’ y presenciales por semanas. Lo mismo harán con las prácticas dentro del campus. El objetivo es que un grupo vaya una semana a las clases presenciales y prácticas y a la siguiente se quede en casa. Así, de manera rotatoria con los grupos estipulados en cada titulación. También está previsto que se recuperen las prácticas fuera del aula y en todos los ámbitos profesionales puesto que muchas de ellas se vieron interrumpidas a causa de la pandemia y los alumnos no pudieron finalizarlas.

Apuestan por las enseñazas semipresenciales y recuperan las prácticas que no pudieron finalizarse. Han establecido protocolos anticovid y cuentan con espacios específicos para aislar a sospechosos.

Por ejemplo, en la escuela univertaria de La Almunia (Eupla), el alumnado podrá seguir las clases teóricas y tutorías ‘online’, pero acudirán al centro dos días por semana -martes y viernes- para la formación práctica en los laboratorios y, si lo desean, las pruebas de evaluación continua. El director del centro, Martín Orna, destacó que esta fórmula se considera como la más adecuada para "velar por la seguridad del alumnado y del personal» y para «garantizar continuidad en la docencia".

Protocolos sanitarios

Para ellos y con el fin de evitar los contagios, todo el personal y estudiantado de la Universidad de Zaragoza "debe trabajar, impartir y recibir la docencia provisto de la mascarilla correspondiente". Así lo recoge el protocolo sanitario realizado por la institución académica, que incluye la obligación de controlar a quién asiste a cada clase por si fuera necesario rastrear los contactos de cada contagiado. Un control que estará coordinado por el responsable covid con el que estará dotado cada centro y que comunicará cualquier incidencia con el fin de apoyar los requerimientos de los servicios sanitarios de la Comunidad.

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