La ganadería en regiones áridas y semiáridas proporciona el medio de vida y la principal fuente de empleo para más de 2.000 millones de personas en todo el mundo, produciendo el 44% de la agricultura y el 50% del ganado a nivel global. Su disminución podría, por tanto, tener consecuencias catastróficas para el bienestar, sostenibilidad y seguridad alimentaria mundial.

Por ello, el proyecto Soslivestock busca "conocer las vulnerabilidades que tienen los sistemas de ganadería tradicional en zonas áridas y semiáridas y encontrar mecanismos para reducir la vulnerabilidad de los sistemas ganaderos a las crecientes incertidumbres sociales y ambientales de la sociedad global. Todo ello, al tiempo que se garantice la sostenibilidad, el bienestar y el mantenimiento de los servicios asociados. Este es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual, como se destaca en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas", explica Irene Pérez Ibarra, investigadora Araid en el Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), e investigadora principal de este proyecto, en el que trabajan alrededor de una quincena de personas entre investigadores y personal técnico.

Pero la iniciativa, además de este objetivo central, persigue alcanzar otros cuatro objetivos más específicos: Estudiar la relación entre la evolución de los sistemas ganaderos en regiones áridas y semiáridas y los cambios climáticos y socioeconómicos globales ocurridos en las últimas cuatro décadas; definir la combinación de factores institucionales, sociales y ecológicos asociados con los sistemas ganaderos resilientes y la provisión de servicios ecosistémicos; estudiar el uso espacio-temporal de los recursos naturales, la gobernabilidad y la provisión de servicios ecosistémicos de sistemas ganaderos en regiones áridas y semiáridas y, por último, pero no menos relevante, modelar sistemas representativos de ganadería en entornos áridos y semiáridos para evaluar la sostenibilidad y resiliencia de sus decisiones de gestión bajo escenarios de cambio climático.

Los Monegros, zona de estudio

Para lograr sus objetivos, los investigadores del proyecto, que se encuentra en su fase inicial, puesto que fue concedido el pasado mes de junio, llevarán a cabo una recopilación de datos y un trabajo de campo en diversas zonas áridas o semiáridas. Una de ellas, serán Los Monegros. "A partir de ahí, queremos elaborar un modelo computacional que permita conocer a largo plazo cómo pueden responder las comunidades ganaderas tanto a diferentes escenarios climáticos o ambientales como a las diversas políticas que pudieran establecer las administraciones", detalla Irene Pérez.

"Los resultados de este trabajo serán de especial interés para cooperativas agrícolas, asociaciones de productores y empresas agroalimentarias, así como para los gobiernos locales y las comunidades rurales", estiman desde el proyecto.

Pero, además, puede contribuir a dar a la ganadería extensiva la relevancia que se merece. "Es importante saber valorar la importancia de la ganadería para las comunidades locales, así como para el conjunto de la sociedad", afirma la investigadora principal de Soslivestock. "Los sistemas ganaderos producen servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar humano, como alimentos, prevención de riesgos naturales, como los incendios, regulación del clima y mantenimiento de paisajes agrícolas y biodiversidad", detalla.