agricultura ecológica

Bodas de plata ecológicas

El Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, entidad que certifica y garantiza los productos ecológicos, cumple 25 años.

El cereal abarca en Aragón casi la tercera parte de la superficie de cultivo ecológico.
El cereal abarca en Aragón casi la tercera parte de la superficie de cultivo ecológico.
CAAE

Velar por el prestigio, fomento y cumplimiento de la normativa de la producción ecológica, gestionar el registro de operadores de producción ecológica de Aragón, establecer acuerdos de investigación, difundir el conocimiento y aplicación de los sistemas de producción y comercialización propios de la agricultura ecológica o expedir certificados de conformidad, marchamos de garantía así como la autorización de las etiquetas de los productos ecológicos son algunas de las funciones que, desde su creación hace ahora 25 años, desarrolla el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica (CAAE).

El CAAE como organismo de registro, control y certificación, es la referencia en el desarrollo y promoción de la agricultura ecológica en Aragón. Este tipo de agricultura tiene como objetivo la obtención de alimentos de máxima calidad nutritiva y organoléptica, libres de residuos y OGM (organismos genéticamente modificados), minimizando el impacto humano en el medio ambiente. Así, los consumidores que compren este tipo de productos certificados «cuentan con la garantía de que se han producido según estrictas normas medioambientales y de bienestar animal de la Unión Europea y cuyo cumplimiento se controla anualmente por organismos de control reconocidos».

La digitalización y la profesionalización son los dos pilares en los que se basa la gestión de la junta encabezada por el actual presidente del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, Antonio Artal, quien fue elegido hace algo más de un año. "Me encontré un comité con un muy buen trabajo hecho, pero algo anticuado y falto de estructura", confiesa Artal, para quien era necesario en primer lugar "dar una estructura y fortalecer el comité tanto en Aragón como en España y darle la importancia necesaria a la certificación".

Todo ello para transmitir "la confianza en los productos ecológicos y en una certificación como la que lleva a cabo el CAAE, a través de un buen trabajo que ya empieza a dar resultados porque estamos logrando aumentar el número de hectáreas y reducir tiempos y costes en los procesos", destaca Antonio Artal.

Pero también hay retos que afrontar en la nueva etapa. Entre ellos, impulsar la ganadería ecológica. Para ello se ha generado un grupo de trabajo en el que se están planteando y desarrollando acciones que impulsen la ganadería ecológica y del mismo modo que faciliten la implantación de mataderos certificados en ecológico.

"A través de la promoción y comunicación pretendemos dar a conocer las cualidades de nuestros ganaderos ecológicos y de sus productos. Es importante que el consumidor conozca el producto y sepa diferenciarlo por su calidad", apunta Miguel Ángel Ferrer, gerente del CAAE, quien pide, además "un esfuerzo en colaboración con la administración para actualizar la legislación a la nueva realidad del sector".

Al final de 2019, el CAAE contaba con más de un millar de operadores, concretamente 1.033, y cuenta con una superficie de cultivo superior a las 67.000 hectáreas.

Para llegar a alcanzar las cifras de operadores que hoy registra el CAAE ha sido necesario andar un camino no exento de vicisitudes y dificultades, que ha requerido del esfuerzo y el talento de los profesionales que han desarrollado y actualmente desarrollan su labor en el comité.

Así lo reconoce Antonio Ruiz, presidente entre los años 2000 y 2011, un periodo de difusión y promoción del consumo interno de los productos ecológicos. "Desarrollamos iniciativas muy bonitas como la firma del convenio con el Ayuntamiento de Zaragoza para lanzar el Mercado Agroecológico de Zaragoza o la promoción de los huertos escolares con la implicación de los maestros", evoca.

Además, durante la etapa de Ruiz al frente del comité se trabajó "en defensa de la certificación pública y de una homogeneización de criterios de certificación pública y privada".

En este tiempo, se pasó de 70 a 800 operadores, un crecimiento para el que fue clave la posibilidad de que quienes se interesaban por este modelo pudieran ver sobre el terreno cómo funcionaba y sus resultados. "Pudimos pasar de una explotación de diez hectáreas a una de 45, por la que ha pasado mucha gente para ver que otro modelo de agricultura es posible".

Tras la salida de Antonio Ruiz, llegó a la presidencia del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica José Miguel Sanz, quien estuvo al frente entre 2014 y 2019. "Nos encontramos un comité sin junta directiva y apostamos por favorecer una gran unión entre los productores". Para ello, la clave fue «que no tuvimos ningún referente, ni ningún vínculo sindical o político», apunta.

Durante este periodo se unificaron los dos departamentos que componían la organización: el de administración y el de control, "para conseguir un comité mucho más ágil en sus procesos". Asimismo, fue en esta etapa cuando el CAAE inauguró su actual sede en Miralbueno.

José Miguel Sanz afirma sentirse "orgulloso del buen trabajo llevado a cabo desde hace años por todo el personal del comité". "Es gracias a ese trabajo por lo que la agricultura ecológica aragonesa está en el lugar que merece", incide el que fuera presidente del CAAE, que además logró retomar las relaciones con las administraciones y dejar las cuentas "con superávit".

La era digital

Con la llegada, hace algo más de un año, de la nueva junta rectora, encabezada por el actual presidente, Antonio Artal, se ha arrancado un plan en diversos frentes para afrontar un proceso de modernización y actualización de procesos del comité. Para ello, desde el pasado diciembre, el CAAE trabaja junto a una empresa externa para desarrollar todas estas acciones desde el ámbito de la gerencia de manera coordinada con el presidente, la junta y los trabajadores del comité. Unas líneas que fueron presentadas en el ámbito de Biofach, la feria más importante del sector, que se celebra en Alemania.

"El principal reto del CAAE tiene que ver con cuestiones internas. Los procesos y procedimientos deben mejorarse con el fin de optimizar la relación entre los operadores y nuestros servicios. La digitalización de los procesos internos y externos son el eje principal en el que estamos centrando buena parte de nuestro trabajo", explica Miguel Ángel Ferrer, gerente del Comité, quien incide, además, en la comunicación «para trasladar el papel del comité y los beneficios de la producción y consumo de productos ecológicos».

La formación es otro de los grandes retos de la producción y consumo de productos ecológicos. Para ello se han planteado "acciones formativas para los colectivos más representativos de la industria ecológica, centrándose en la mejora de conocimientos técnicos", indica Ferrer.

Imagen de la Unión Europea que hace alusión a los alimentos ecológicos.

¿Como reconocer un alimento ecológico?

Los consumidores de productos ecológicos, elaborados con un sistema de producción que combina las mejores prácticas ambientales junto con un elevado nivel de biodiversidad y de preservación de los recursos naturales, así como con la aplicación de exigentes normas de bienestar animal, podrán tener plenas garantías de que lo están haciendo si encuentran alguno de estos dos logotipos.

El primero de ellos, de color verde con la espiga y las estrellas, es el distintivo de la Unión Europea al que acompañarán el código numérico de la entidad de control de quien depende el operador responsable.

En Aragón
es el CAAE el órgano que gestiona el Registro de Operadores, además de ser entidad certificadora. Lo hace a través de su logotipo, garantía de que el producto cumple con los requisitos para ser considerado ecológico, conforme a las preferencias de quienes buscan productos obtenidos a través de sustancias y productos naturales. 

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