industria

Leciñena invierte 2 millones en comprar dos talleres e innovar en producción

La plantilla se ha doblado al pasar de 50 trabajadores, los que quedaron tras dejar atrás el concurso de acreedores, a más de 100 en la actualidad

Un operario trabajando en las instalaciones de Leciñena en Utebo (Zaragoza)
Un operario trabajando en las instalaciones de Leciñena en Utebo (Zaragoza)
Oliver Duch

Transcurridos ya tres años del concurso de acreedores que casi se llevó el negocio por delante, el fabricante de semirremolques Leciñena, en manos del grupo inversor Partners Connect, espera cerrar un buen año a pesar de la pandemia. «Empezamos bien este 2020 con un ritmo alto de pedidos que se mantuvo hasta marzo. En abril y mayo nos ha caído entre el 15% y el 20% pero, al no haber habido ninguna cancelación y contar con proyectos a largo plazo, esperamos llegar al objetivo que nos habíamos marcado de hacer 450 vehículos o en el peor de los casos 420», asegura el director general de Leciñena, Juan Fernández.

Aunque esta empresa aragonesa en los buenos tiempos llegó a fabricar hasta 3.000 semirremolques –el año pasado lo cerró en 330–, la apuesta que se está haciendo al sumar inversiones por dos millones estos dos últimos años en innovación en la fábrica y la adquisición de dos talleres, Indutran en Barcelona –incorporando a buena parte de su plantilla a finales del año pasado– y el de Reciscar en Zaragoza en julio de este año, sumando a otras siete personas, es ir creciendo poco hasta recuperar ese volumen.

Con ese objetivo, explicó Fernández, han reforzado el departamento comercial pasando de una persona que había a 4 más (3 en Portugal y un distribuidor en Francia) . «Para la marca Leciñena dar un buen servicio es tan importante como fabricar vehículos» y por eso, subrayó el directivo, necesitaban reforzar toda la estructura de talleres. «Ha costado recuperar la confianza tras el concurso de acreedores de 2013, pero, desde la compra a finales de 2016, vamos a hacer ya el tercer año con crecimiento».

Con más horarios y servicios

El pasado año los talleres representaron el 20% de la facturación de la empresa, pero este año se va a ir al 35%, indicó Fernández. «Si las ventas fueron por 10,6 millones en 2019, este esperamos que lleguen a 12,5», manifestó, pero lo esencial, precisó, es «haber crecido en empleo, de los 50 o 60 que quedaron tras el concurso, estamos ya cerca de 100».

Entre las nuevas incorporaciones, están la directora de Operaciones y producción, tres ingenieros más con lo que son ya seis, un nuevo departamento de innovación liderado por el responsable de ingeniería anterior, lo que evidencia, según Fernández, la apuesta por la I+D+i. De hecho, les han concedido un proyecto CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) para el desarrollo de aceros de contenido mucho más elástico para los semirremolques. Es la mejor recompensa, indicó, a las inversiones realizadas. «Nuestro objetivo es consolidarnos como fabricante entre los tres primeros y llegar a ser capaces de fabricar unos mil vehículos al año a la vez que consolidar la red de talleres propios con los dos que tenemos en Barcelona y Zaragoza, el que abramos antes de acabar el año en Sevilla y el de Madrid al año que viene», recordó el máximo responsable de la marca.

Aunque hasta ahora Leciñena se ha centrado en el mercado nacional, ya cuentan con clientes en Francia y Portugal y esperan que la exportación vaya ganando peso. 

«Queremos saltar de ese 10 o 20% que tenemos ahora a más».

«No hacemos un vehículo igual a otro», indicó Juan José Crespo, director de estrategia de Leciñena y no tienen prácticamente nada en stock. «Vamos muy a la medida de lo que nos piden. Nuestro cliente es el transportista, pymes que tienen flotas pequeñas o medianas con mucho control de gasto, que lo que quieren es poder cargar más gracias a vehículos cada vez más ligeros resistentes y eficaces». De ahí que estén dándole una vuelta al diseño de los vehículos, a la vez que mejorando los procesos en fábrica. De hecho, la cerraron en julio de 2019 para acometer toda una serie de cambios y reorganizar el sistema de fabricación.

«Hicimos un curso acelerado de supervivencia en 2008», apunta el director de estrategia de Leciñena. Entonces nos tocó adaptarnos a las circunstancias y ahora nos vuelve a pasar aunque les pilla más preparados, reconoce. «Todo el tema de talleres nos ha ayudado mucho y una vez tengamos el nuevo vehículos que estamos diseñando, ya será cuestión de industrializarlo e ir ganando en volumen hasta recuperar toda la capacidad en planta».

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