El sector textil aragonés se moviliza para fabricar 6.000 batas diarias para el Salud

Una treintena de empresas ya han fabricado más de 100.000 unidades y garantizan cubrir la demanda mientras dure la crisis.

Los trabajadores del taller de Inserta-Ozanam, en plena faena, el pasado miércoles.
Los trabajadores del taller de Inserta-Ozanam, en plena faena, el pasado miércoles.
Laura Uranga

La Federación de Industrias Textiles y de la Confección de Aragón (Fitca) se ha movilizado con el fin de garantizar el suministro diario de 6.000 batas de protección para el personal sanitario, lo que permite cubrir la demanda del Salud y empezar a generar reservas. Hasta una treintena de empresas ubicadas en las tres provincias están implicadas en la confección de estas prendas desde hace un mes, en el que ya han entregado más de 100.000 unidades.

El presidente de Fitca, Luis Aparicio, explica que el sector se involucró dada la carestía y las dificultades de aprovisionamiento de batas antisalpicadura, de las que la DGA les pidió en un primer momento la entrega de 50.000. El pedido se fue ampliando hasta 123.000 unidades, aunque finalmente se ha llegado a un acuerdo para la fabricación constante de 6.000 diarias mientras dure la crisis sanitaria.

Ante la necesidad de proteger a los sanitarios y personal de las residencias, las 30 empresas y talleres textiles empezaron a producir sin descanso, incluidos festivos y fines de semana, y así continuarán buena parte de este mes "ante el interés de todos por colaborar". En total, hay más de 120 trabajadores involucrados que forman parte de empresas especializadas en confección de ropa deportiva, uniformes, trajes de comunión o tapicería, entre otros subsectores.

Aparicio señala que las batas que se están produciendo permiten varios lavados, lo que podría alargar su vida útil y que el Salud disponga de existencias tras semanas de continuas quejas por la falta de material en hospitales, centros de salud y residencias. "No son de usar y tirar y ya está. Con esta pandemia, un hospital necesita más de 600 batas al día", apunta el empresario.

Fuentes oficiales de Sanidad detallan que el pico de demanda ronda las 6.000 batas en una jornada, aunque el promedio se reduce a 4.000, lo que da una idea del estocaje que se puede generar en las próximas semanas.

La DGA encargó una pequeña serie de 35.000 unidades de friselina, las características batas de color verde, aunque el resto ya son las de antisalpicadura. Estas se fabrican con ‘non-woven’, «un tejido no tejido con características hidrófobas», es decir, que repele el agua. «Ahora hemos llegado a un acuerdo para garantizar un flujo constante al Salud mientras dure la pandemia. Con las 6.000 diarias pueden hacer acopio para posibles rebrotes», dijo.

Logística centralizada

Tres empresas ubicadas en Zaragoza y Cadrete centralizan la logística de los pedidos, además de estar igualmente involucradas en la confección. Diapol, Crealmat y Ditex2 se encargan también de garantizar el suministro del tejido, que adquieren a proveedores nacionales, para que la treintena de empresas y talleres puedan fabricar las batas. Toda la producción acaba en sus instalaciones para su empaquetado en lotes de 80 unidades. "Garantizar un elevado flujo constante al Salud supone un esfuerzo titánico", asegura el presidente de Fitca.

El grado de implicación depende de la especialización de cada empresa, ya que las hay que solo cortan o cosen y otras que se encargan de todo el proceso. En el caso de la empresa de ropa deportiva de Luis Aparicio, Ditex2, ha llegado a cortar 4.200 batas al día gracias a su maquinaria de corte automático a cuchilla. Las piezas posteriormente se cosen en talleres de confección: los puños a las mangas y éstas al cuerpo, al igual que las cuatro cintas de cierre.

La producción se hace íntegramente en Aragón y varias autonomías se han puesto en contactos con varios talleres para intentar comprar batas. "Se les ha dicho que nuestra prioridad es atender los pedidos del Salud y que mientras no se cubran sus necesidades no se podrá atender sus requerimientos", subraya.

Aparicio señala que no es cuestión de aumentar el nivel de producción para otros territorios, ya que están encontrando "verdaderas dificultades" para disponer de la materia prima. "Hay una guerra que no veas y están subiendo los precios cada día", manifestó.

Una doble labor solidaria en el Casco Histórico de Zaragoza

Una parte de las batas que protegen a los sanitarios aragoneses se están cosiendo en el taller de inserción que Federico Ozanam tiene en el Casco Histórico de Zaragoza, aunque su implicación empezó con la fabricación de más de 5.000 mascarillas de tela para sus residencias y para el Gobierno de Aragón.

Ocho trabajadores están volcados ahora en la producción de las batas. En un principio cosieron 2.000 unidades, aunque ahora se encargan de todo el proceso y también cortan las piezas. "Cada dos días subimos entre 350 y 380 al almacén de Diapol, en Cadrete, que centraliza los envíos al Salud", detalla el responsable del taller de Inserta-Ozanam, Antonio Cardiel.

Esta no es la única labor del personal, ya que el jueves entregaron un pedido "urgente" de un millar de bolsas de poliéster para la lavandería del hospital Clínico. Igualmente, han producido más de medio millar de batas "con acabado de teflón" para la red residencial de Ozanam y no descuidan el suministro de pijamas sanitarios a la MAZ. "Se frenó un poco, pero no podemos descuidar a nuestros clientes habituales", añade.

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