Impacto del covid-19

Industria: Preparando un rearranque seguro y sin fallos de suministro

Empresas como CAF o BSH, Airtex, Atlas Copco o Teltronic, entre otras han vuelto al trabajo. Sin embargo, sigue en suspenso la automoción, que emplea a más de 20.000 trabajadores

Nuevas medidas de seguridad en PSA
Nuevas medidas de seguridad en PSA
Guillermo Mestre

Costará, nadie sabe cuántos meses, que la industria vuelva a producir como antes de la pandemia. Aunque la savia exportadora de muchas empresas en Aragón ha permitido que sigan atendiendo pedidos en otros mercados, la mayoría son conscientes de que el roto provocado por el Covid-19 en el tejido empresarial tardará en poder coserse. «Quedan algunos pedidos para abril y mayo, pero no sabemos que pasará después», decían estos días empresas como Airtex o Atlas Copco

Otras, como CAF, sí tenía encargos para mercados de fuera –igual que BSH–, y Teltronic mostraba su preocupación porque esto se alargue y sus técnicos no puedan viajar para la puesta en marcha de sus equipos. En todo caso, coincidían, será determinante que la demanda se reactive, es decir, que el mercado mandará más que nunca sobre las cadenas de montaje de las fábricas. No solo las de coches, que siguen paradas, sino las de lavadoras y hornos, colchones, etc., ya que todo lo que sea producir bienes de equipo tendrá que ir acompasado de la respuesta en ventas y, por tanto, de la reapertura de la red comercial.

La nueva oleada de expedientes de regulación de empleo (ERTE) –aunque según datos de Trabajo, la industria supone solo el 10,83% frente al 82,85% del sector servicios– está ya negociándose, eso sí, esta vez por razones productivas y económicas, para poder utilizar esa flexibilidad de cara a ir mandando a los empleados al paro cuando no haya demanda y retomarlos cuando mejore.

Hay que hacerse a la idea, dicen tanto organizaciones empresariales como sindicales, de que el rearranque va a ser lento y que lo primordial es que se haga con suficientes garantías para preservar la salud y seguridad de los trabajadores. La industria, que ya vivía un escenario complicado, no puede permitirse ni un paso atrás en la reactivación, aseguran, máxime cuando una encuesta reciente de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza (FEMZ), que aglutina unos 50.000 empleos, denunciaba que la actividad del 80% de las empresas había caído más de la mitad por la falta de demanda por una parte y el problema de carencia de suministros por otra. 

Trabajar para que no haya fallos en el aprovisionamiento y el arranque, aunque escalonado, se haga con todas las de la ley en materia de seguridad laboral,es el empeño de Opel España (PSA), que ayer mismo remitió un nuevo comunicado a la representación de los trabajadores de Figueruelas diciéndoles que hasta el 30 de abril no dará nuevos detalles de la reanudación de la actividad, con «medidas y protocolos de seguridad reforzados». Desde la industria auxiliar reconocían que «se va retrasando de semana en semana la reapertura de PSA ya que se empezó hablando del 20 de abril y ahora ya del 4 de mayo, aunque sin confirmación oficial y solo para la línea del Corsa, ya que el resto de modelos no arrancaría hasta el 11». Buena parte del transporte y la logística en Aragón vive pendiente también de la automoción. 

Mientras tanto, sindicatos y patronal siguen demandando al Gobierno más apoyo, más agilidad en los trámites y que cuente con ellos a la hora de tomar decisiones para un sector que se ha demostrado más necesario que nunca, ya que de haber podido producir en España, con industria propia, equipos de protección la afección no habría sido la misma.

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