COVID-19

De restaurante sin moverse de casa

No hay, de momento, una gran demanda de pedidos de comida a domicilio, pero algunos negocios incluso se plantean poner en marcha este servicio en los próximos días.

Varios clientes en La Tradicional, establecimiento de comida preparada en Zaragoza, guardan las distancias de seguridad.
Varios clientes en La Tradicional, establecimiento de comida preparada en Zaragoza, guardan las distancias de seguridad.
La Tradicional

No hay, de momento, una gran demanda de pedidos de comida a domicilio, pero algunos negocios incluso se plantean poner en marcha este servicio en los próximos días

Los restaurantes que, aunque cerrados por el estado de alarma, sirven comida a domicilio aseguran que no han notado todavía un incremento significativo de los pedidos. Lo achacan, como asegura la responsable de Comunicación del grupo hotelero Tándem, Yolanda Gil, al gran acopio de alimentos que los ciudadanos han realizado durante los últimos días para prepararse para un encierro obligado para evitar la propagación del virus, que cada vez parecía más cerca. Pero están convencidos de que esta circunstancia podría cambiar en los próximos días. "Creemos que la población tendrá necesidad de tener la sensación de ocio y optará por pedir comida preparada en restaurantes", para tener quizá la sensación de que están en uno de ellos aunque sea en el salón de su propia casa, explica Gil. Por eso, establecimientos de esta cadena como Marengo, La Boca o Nativo, que habitualmente no disponen de este servicio, están valorando la posibilidad de ponerlo en marcha. "No es, sin embargo, nada fácil", reconoce la representante de esta cadena, que explica que para hacer posible la venta de comida a domicilio hay que tener en cuenta muchos factores, entre ellos y los más importantes, cómo van a funcionar los proveedores, el transporte e incluso si realmente los ciudadanos se decidirán o no por esta opción. Porque hay que tener en cuenta, reconoce, que a pesar de la limitación de los movimientos, los supermercados y los pequeños comercios de alimentación están abiertos y los ciudadanos pueden ir, siguiendo las recomendaciones sanitarias exigidas, a realizar la compra en cualquier momento.

Pero existen también otros establecimientos que ya están acostumbrados a este tipo de servicios. Es el caso de La Tradicional, también del grupo Tándem, que se dedica a la venta de comida preparada. En este caso, el local continúa abierto al público porque se trata de un establecimiento de alimentación, por lo que los ciudadanos pueden optar por acercarse a recoger su pedido o solicitar que se la envíen a casa a través de la plataformas de reparto como Glovo. "De momento no están notando una mayor afluencia ni una mayor demanda, pero estamos convencidos de que irá creciendo durante estos próximos días", señala Yolanda Gil.

El pan en la puerta de casa

La nueva situación creada por la necesidad de frenar el contagio del Covid-19 está llevando también a los comercios tradicionales a "reinventarse". Un ejemplo es la cadena de panaderías Granier, que aunque también permanece abierta –excepto su zona de cafetería, que se incluye en los establecimientos que están obligados a cerrar–, ha puesto en marcha en tiempo récord un servicio de reparto a domicilio –en horario reducido y hasta las 13.00– para aquellas personas que no puedan salir o prefieran quedarse en casa. Han creado además un ‘pack’ en el que incluyen la proporción de pan o pastas necesarias para unos días.

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