Los tres grandes centros invernales de la Península Ibérica que compiten con Aramón por erigirse en líderes del mercado de la nieve, Grandvalira, Sierra Nevada y Baqueira Beret, han duplicado esta temporada la inversión respecto al grupo aragonés de la nieve. Mientras la inyección económica en sus cinco estaciones de Huesca y Teruel ha sido de 4,8 millones de euros, cada uno de sus rivales directos han destinado entre 10 y 13 millones en mejorar sus instalaciones.

El que más dinero ha invertido para el ejercicio 2019-2020 ha sido el complejo andorrano, que no se ha conformado con su conversión en el dominio esquiable más grande y sigue mejorando su oferta. Hasta 13 millones han dedicado a nuevas infraestructuras, novedades tecnológicas y mejoras de servicio, ocio y restauración.

Mientras la unión de estaciones de los valles de Tena y del Aragón (Formigal, Astún y Candanchú) se demora sine díe en la Comunidad, en Andorra tienen muy claro que una oferta amplia y unificada es clave en este competitivo mercado, especialmente si se pretende atraer esquiadores del resto de Europa y garantizar estancias de varios días. Así, para esta temporada se ha integrado la estación de Ordino Arcalís a Grandvalira Resorts, incrementando la oferta a 240 kilómetros esquiables, como destaca el grupo andorrano.

Además, ha estrenado un nuevo sector de entrada a su dominio esquiable, y ya son seis, se han acondicionado dos nuevas pistas, ampliado un telesilla, montado tres telesquís y construido un gran aparcamiento subterráneo para 450 vehículos. Ya todo esto se suma la "incorporación" de 70 cañones de innivación, sin contar las mejoras en las zonas de snowpark y las novedades de ocio y restauración.

A la zaga le va Baqueira Beret, con una inversión de 12 millones que le ha permitido abrir una nueva pista para llegar a los 167 kilómetros esquiables y reforzar con 50 nuevos cañones su red de innivación artificial.

Sus directivos destacaron que el esfuerzo se ha redoblado, dado que la partida se ha incrementado un 70% respecto a la pasada temporada, e irá a más en los próximos años. Así, insistieron en que no se quieren quedar atrás y aludieron a sus planes de expansión, en fase de estudio, con el objetivo de ampliar su dominio, el verdadero caballo de batalla en este mercado.

La inversión será millonaria y no está exenta de dificultades. De hecho, los casi 23 millones destinados a la ampliación en Pallars que se iba a lanzar el año pasado se ha bloqueado por el recurso de los ecologistas. La previsión oficial es acometerla en tres etapas de seis años de duración cada una.

Tampoco se queda atrás Sierra Nevada, que ha invertido casi diez millones de euros para mejorar sus instalaciones, especialmente la red de innivación con 33 cañones y la renovación de uno de sus telesillas, con el doble de capacidad y velocidad que el existente, que se acometerá por fases para que esté definitivamente disponible la próxima temporada.

La propiedad destacó a mediados del año pasado que era la mayor inversión en una década y suponía el prólogo de su plan estratégico 2020-2030 que, salvo sorpresa, se aprobará este mes. Con la premisa de reducir la contaminación, Cetursa insiste en que el proyecto recoge «actuaciones en todas las áreas de gestión».

Planificación en Aragón

Mientras tanto, el grupo aragonés de la nieve, participado a partes iguales por la DGA e Ibercaja, ha destinado esta temporada 4,8 millones a las estaciones de Formigal, Panticosa, Cerler, Valdelinares y Javalambre. Como se explicó en la tradicional presentación en Madrid, Aramón ha concentrado el esfuerzo en mejorar la oferta de hostelería en todas sus instalaciones, la inauguración de Nieve Aventura en Formigal y la celebración del 50 aniversario de Panticosa.

De forma paralela, ha acometido los trabajos previos para la ampliación de Cerler por el valle de Castanesa, aún sin plazos, valorada en 40 millones y que permitiría ampliar la zona esquiable de los 77 kilómetros actuales a una horquilla de entre 105 y 110 kilómetros. El Ejecutivo autonómico insiste en que su financiación no correrá a cuenta de las arcas públicas, dado que será directamente Aramón la que afronte el coste.

Lo que resulta una incógnita es la unión de estaciones del valle de Tena y del Aragón. Lo único que ha dejado claro la DGA es que no será el promotor del proyecto y que velará por su sostenibilidad económica, social y ambiental. Las diferencias irreconciliables entre los socios acerca de este proyecto estratégico llevó a la consejera de Economía y presidenta de Aramón, Marta Gastón, a manifestar en las Cortes a finales del año pasado que la iniciativa de conectar Formigal, Astún y Candanchú corresponderá a las tres empresas propietarias, una de ellas, Aramón, y a garantizar que no recibirá financiación pública. 

Un plan estratégico "a medio plazo" para seguir siendo "competitivos"

Marta Gastón aseguró que la sociedad ultima un "plan estratégico de inversiones a medio plazo" para seguir siendo "competitivos", aunque no adelantó estimaciones ni plazos porque, dijo, lo deben decidir los socios y aprobarse en un consejo de administración. "Estamos diseñando una serie de inversiones para aumentar nuestro potencial", señaló.

Gastón apuntó que antes de fin de mes se convocará a los consejeros para la formulación de las cuentas, una cuestión que consideró clave para la planificación de futuras inversiones. "También están por ver las prioridades, que estarán marcadas por el fin de la temporada, cuyas previsiones de cierre son muy buenas", añadió, sin concretar qué inversiones se podrían incluir en el plan estratégico.

Lo que parece claro es que la ampliación de Cerler por Castanesa, el mirador de Panticosa y el telesilla que permitirá ampliar Formigal la próxima temporada por Izas sí estarán incluidas, dado que ya están planificadas. 

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