aragón es extraordinario

Andar y alucinar en La Puebla de Albortón

La Foz de Zafrané es un paseo de kilómetro y medio entre paredes calizas, hábil para todas las edades, que regala al visitante un paisaje magnífico.

Foto de La Puebla de Albortón
Jesús Langa, minúsculo ante la mole; observa la pilastra de 42 metros que sostenía el puente del antiguo ferrocarril Zaragoza-Utrillas, en plena Foz de Zafrané, en La Puebla de Albortón.
Laura Uranga

Jesús Langa es agricultor, y también concejal de Urbanismo de la Puebla. Para este segundo cargo resulta jovencísimo, puesto que aún está lejos de los 30 años de edad, si bien es cierto que no se trata de algo inhabitual en el campo aragonés. Cuestión de compromiso con sus vecinos, la mayoría en edades más avanzadas. “He vivido siempre en el pueblo, desde crío, y sigo estando la mayor parte del año aquí, trabajando. Y cuando me toca presumir de cosas bonitas que tenemos, pues con mucho gusto”.

En este mentado conjunto de tesoros, La Foz de Zafrané entra sin necesidad de un examen previo muy exhaustivo; la belleza salta a la vista. “Nosotros –comenta Jesús– le llamamos tradicionalmente en el pueblo el Barranco de la Hoz, aunque el otro sea el nombre ‘oficial’. Hay una entrada a la parte de abajo a 500 metros de la cantera del pueblo, que está a unos 2 kilómetros y medio de las primeras casas de La Puebla. También se puede entrar por el final, siguiendo una pista más allá de la cantera. Está todo bien señalizado y hay dónde dejar el coche en ambos sitios. Por otra parte, aunque esto suele ser más bien para los que conocemos a fondo el terreno, también se puede ver desde arriba, donde pasaba el puente del ferrocarril Zaragoza-Utrillas. Arriba hay una caseta del antiguo tren y otra cantera”.

La Foz de Zafrané, un paseo cómodo

Que no se alarmen los poco acostumbrados a ejercitarse, ni las familias con peques o veteranos; el paseo es literalmente apto para todos los públicos, sin cuestas ni peligros. Se trata de kilómetro y medio llano, perfecto para pasear, con entrada y salida cómodas, una cueva gigante que sirve como mitad del recorrido y un espectáculo de colores, formas y pequeñas oquedades en las altísimas paredes calizas que jalonan el barranco, muy amplio por otra parte y dibujado por la erosión en su pasado prehistórico pasado por agua. “Lo único que debe advertirse –apunta Jesús, con afán precavido– es que el camino tiene bastantes piedras, con lo que no resulta el mejor para gente con problemas de movilidad. Estamos muy contentos de un detalle; dejando aparte a los escaladores, que vienen con otros objetivos y no dejan huella más allá de las cuerdas en las vías abiertas, los visitantes no escaladores vienen resultando muy responsables; llegan, pasean, comen y no dejan desperdicios.

Junto a la Cueva Madre se yergue una pilastra de 42 metros de altura, seriamente deteriorada por la base; era el sustento central del puente del ferrocarril Zaragoza-Utrillas, inaugurado en 1904 y que hasta 1966 trajo carbón a Zaragoza. La precaución invita a mantener una distancia de seguridad, a pesar de la historia del gigante enladrillado. “Cuando el tren dejó de pasar por aquí –remata Jesús– y el puente cayó en desuso, intentaron demoler la pilastra con dinamita, sin éxito; de todos modos, la base está deteriorada, cada año más, y el Ayuntamiento estudia alternativas para tratar de recuperarla. También se han hallado pinturas rupestres, actualmente protegidas en espera de catalogación”.

Una bandada de pájaros –de buen agüero, seguro– pone banda sonora a la conversación con su grajeo coral. Pintan oros para un buen día de excursión.

Vídeo de La Puebla de Albortón en 'Aragón es extraordinario'

Domar a las paredes y disfrutar del paseo en la misma jornada

Desde que el alpinista de Montañeros de Aragón Quique Gracia empezara a abrir vías en la Foz a mediados de los 80, siendo aún muy joven, esta actividad no ha dejado de crecer y consolidarse, aunque buena parte de las paredes de este hermoso cañón del Campo de Belchite sean exigentes para el común de los aficionados. Manuel Berbegal tomó el relevo en el tema de la equipación hace aproximadamente una década, sobre todo en asegurar las zonas menos aptas para la escalada en roca, llegando incluso a utilizar refuerzos de cemento. De hecho, se llegaron a abrir casi 250 vías de escalada, pero algunas fueron desechadas posteriormente por expertos. Hay muchas vías de carácter completamente vertical, y también abundan las que constituyen el mayor reto para los especialistas: las desplomadas, con puntos de escalada inversa.

En la Cueva Madre o Cueva de las Grullas hay un hito de dificultad dentro de las zonas de escalada de la provincia de Zaragoza, una 8C+ llamada Ponzoñarte en homenaje al calificativo de ‘ponzoña’ que emplean muchos montañeros para las vías más complejas e inseguras de este gran paraje. Las calizas son de origen marino y se depositaron en una plataforma de poca profundidad; allá abundaban los invertebrados, cosa que puede apreciarse actualmente en plena escalada gracias a la presencia de fósiles incrustados en las paredes. Según afirmó hace una década la docente universitaria María Asunción Soriano en su obra ‘Geología y geomorfología de la comarca del Campo del Belchite’, “la formación del barranco se produjo durante el Cuaternario; la red fluvial se encajó y seccionó los materiales jurásicos perpendicularmente a la estructura provocando un modelado denominado cluse”.

La escalada, motor de visitantes tras el gran número de vías abiertas

La Foz de Zafrané tiene más de 200 vías abiertas con mayor o menor equipación; un empeño de diversos esforzados altruistas, entre los que se encuentran especialistas de la Federación Aragonesa de Montañismo. Hay varias zonas con vías hábiles; Placas del Sol, Pared de Vulcano, Cueva de las Palomas, Rincón del Indio, Pared de la Cantera, Pared del Desencuentro, Cueva Madre o de las Grullas, Pilastra del Ferrocarril, Solarium., Sector frente a Solarium, Sector del Bombi, Templo del Metal, Jardín Flotante, Pared del Filo, Pared de Iniciación y Pared del Africano. Se organizan cursos de iniciación, y en el bar de La Puebla –además de sus deliciosas salmueras– se vende la guía ‘Escaladas en el barranco de Zafrané’. Suele haber al menos 2 ó 3 coches de escaladores cada día durante todo el año, con frío o calor. En la Cueva Madre (ver foto) están algunas de las vías más exigentes de este paraje.

Cómo llegar a La Puebla de Albortón y qué ver

Comarca. Campo de Belchite.

Cómo llegar. Desde Zaragoza, su capital de provincia, hay 43 kilómetros; la ruta más directa es la N-232 hasta la Cartuja Baja y giro hacia la CV-624, para seguir luego por la ZP-1108 y la Z-V-1001 hasta La Puebla.

El factor uruguayo. La Puebla de Albortón es la localidad natal de Juan Antonio Artigas, quien emigrase a América en busca de fortuna; se trata del abuelo del héroe libertador en la historia de Uruguay, José Gervasio Artigas. El popular ex presidente de la República Oriental del Uruguay Pepe Mújica se emocionó al conocer el pueblo en 2015.

La piedra de La Puebla. Es un material de uso habitual en los palacios aragoneses desde la Edad Media hasta la actualidad.

Zona natural de visionado de estrellas. La nula contaminación lumínica de La Puebla de Albortón es más notoria que nunca en verano, y ha viene atrayendo a los contempladores de estrellas. 

Reportaje de la serie 'Aragón es extraordinario'.

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