Heraldo del Campo

jornada

Leñosos con posibilidades

Unos 300 asesores y técnicos debatieron en la capital oscense las perspectivas y técnicas de cultivo de almendro y pistacho, dos frutos con una gran proyección.

La jornada celebrada en Huesca contó con la participación de expertos y especialista en este tipo de cultivos.
La jornada celebrada en Huesca contó con la participación de expertos y especialista en este tipo de cultivos.
Campus de huesca

Alrededor de 300 investigadores y técnicos de empresas e instituciones abordaron esta semana en Huesca diversos aspectos de la producción y comercialización del almendro y el pistacho en la segunda jornada dedicada al cultivo de estos leñosos que se celebró en la Escuela Politécnica Superior de la capital altoaragonesa.

Los profesores del Campus de Huesca José Casanova, Pablo Martín Ramos y Diego Laya, del Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, coordinan esta cita, que pretendía "dar respuesta a las demandas de información de los agricultores en torno a un cultivo novedoso en España como es el pistacho y a la ‘revolución’ en las técnicas y manejo que se está dando en torno al almendro".

José Casanova hacía un balance "muy positivo", ya que "hemos cumplido los dos objetivos con los que planteamos esta jornada que son difundir el cultivo del pistacho y profundizar en las últimas novedades del cultivo del almendro", apuntaba.

Las sesiones de la mañana estuvieron dedicadas al pistacho, un cultivo que lideran países como Irán, Estados Unidos y Turquía, pero en el que España se sitúa ya como décimo productor mundial. Así, las ponencias se centraron en sentar ciertas bases de aspectos como la recolección y comercialización. "Se trata de un fruto que hay que manipular muy rápidamente, en unas 24 horas, desde su recolección. Esto supone no solo conocer profundamente el fruto, sino también hacer números para saber si resulta rentable", explicaba Casanova.

Por la tarde, se analizaron cuestiones encaminadas a mejorar la productividad del almendro. España es el país con mayor superficie destinada a este frutal y el tercer productor mundial, solo superada, aunque con mucha ventaja, por Estados Unidos y Australia. La fertilización, el uso de las variedades que mejor se adaptan a cada uno de los terrenos o un manejo eficiente son algunas de las claves para aumentar la productividad de este cultivo.

Aspectos como el precio del producto, el desarrollo de modelos de cultivo mecanizados y otros factores agronómicos y comerciales han propiciado que el almendro y el pistacho hayan captado la atención de los agricultores desde hace ya algunos, sustituyendo, cada vez en mayor número de parcelas, a otras producciones.

Nuevas técnicas y variedades

El almendro ha vivido el desarrollo de nuevos mercados, recuerda el profesor oscense, acompañado por reducciones en los costes de producción a partir de la extensión de nuevas técnicas y manejos de las explotaciones. La evolución de la poda y de otras labores, la introducción de variedades de floración más tardía, menos afectadas por las heladas, el cultivo en regadío o la plantación de más árboles por hectárea hacen que el almendro vaya dejando de ser un producto complementario en la renta de muchos de los agricultores aragoneses y que la concepción de su producción se asemeje cada vez más a la de otros frutales.

«Se trata de cultivos con una gran proyección y que, además de ser saludables como alimentos, tienen multitud de aplicaciones en otros ámbitos como el de la cosmética. Además, se están abriendo nuevos mercados como China. Este panorama halagüeño plantea que las jornadas se puedan seguir celebrando», señalaba Casanova.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión