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La iglesia aragonesa recauda para comprar 'minutos de esperanza' para los presos

En 2018 se recaudaron 13.500 euros que permitieron la compra de tarjetas con una carga de 5 euros para cada uno de los reclusos.

Pérez, en los desayunos coloquio.
El obispo de Barbastro-Monzón y de la diócesis pastoral penitenciaria, Ángel Pérez.
Heraldo.es

Comprar 'Minutos de esperanza' es el objetivo con el que la diócesis aragonesa impulsa por tercer año una campaña para recaudar fondos con los que adquirir tarjetas telefónicas para que los presos de las cárceles puedan comunicarse con el exterior la próxima Navidad.

En 2018 se recaudaron 13.500 euros que permitieron la compra de tarjetas con una carga de 5 euros para cada uno de los reclusos e incluso dejar sobrantes a los capellanes de las penitenciarías para repartirlos entre aquellos que no cuentan con ningún ingreso que les posibilite adquirirlas por su cuenta.

Y es que, como ha puesto de manifiesto en una rueda de prensa el obispo de Barbastro-Monzón y de la diócesis pastoral penitenciaria, Ángel Pérez, libertad, familia y una tarjeta telefónica son las prioridades para los presos.

Por el precio de una tapa y una caña se puede adquirir una tarjeta para que un preso pueda ponerse en contacto en estas fechas con sus padres, madres, esposas, esposos o hijos, ha incidido el obispo.

Una llamada que, ha asegurado, "abre el corazón a la esperanza" puesto que además el de diciembre, como han transmitido los capellanes a la diócesis, es el peor mes del año para los internos y el mes con un mayor índice de suicidios.

Como ejemplo, el obispo ha leído dos cartas de presos, una de ellas de uno de la cárcel de Zuera que le agradece la posibilidad de poder conectarse con el mundo y quien reconoce que "después de la libertad es el mejor regalo que puede recibir un preso", lo que a juicio de Ángel Pérez, transmite "lo duro que es pasar sin la familia".

Es un aspecto en el que incide otro interno, vecino de Barbastro, quien a través de una carta remitida al capellán, le agradece que "alguien de fuera" se haya preocupado por él, le da las gracias y le pide que transmita a sus padres su arrepentimiento por el daño que les ha causado.

Este es precisamente uno de los aspectos en los que hace hincapié el obispo cuando acude a Zuera el día de Navidad y recuerda a los presos que "la llave de la libertad comienza por el corazón y el perdón".

Con el dinero recaudado hasta el próximo 20 de diciembre, la diócesis aragonesa espera poder adquirir tarjetas para cada uno de los 2.030 reclusos de las cárceles de esta Comunidad y se les entregarán unos días de Navidad cuando unos equipos de la diócesis pasarán a visitarles y a entregarles unas postales navideñas para felicitar a sus familias, como ha informado la delegada episcopal para las prisiones aragonesas, Isabel Escartín.

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