Aragón

'Binge drinking', el atracón etílico al que recurren un 13% de aragoneses

La búsqueda de una borrachera rápida y barata está detrás de este término de nuevo cuño.

Su influencia en el ánimo, su compatibilidad con una vida saludable o el hecho de que prevenga algunas enfermedades son algunos de los efectos positivos que causa el consumo moderado de alcohol.
Su influencia en el ánimo, su compatibilidad con una vida saludable o el hecho de que prevenga algunas enfermedades son algunos de los efectos positivos que causa el consumo moderado de alcohol.
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La traducción literal del término anglosajón 'binge drinking' sería "consumo excesivo de alcohol". Aunque hablar de atracón etílico se ajustaría mejor a la realidad. Consiste, básicamente, en tomar una alta cantidad de copas de alta graduación en un breve lapso para rentabilizar cada euro invertido en la compra de alcohol. El objetivo no es otro que llegar a la borrachera lo antes posible… como ya saben el 13,8% de aragoneses que lo han practicado en el último mes, según el último Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones.

"El plan nacional sobre drogas concluye que el 'binge drinking' es el consumo de cinco o más bebidas, en el caso de los hombres, y al menos cuatro por parte de las mujeres, en el plazo de dos horas", indica Celia Prat, jefa del equipo de Formación y Eventos en la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), quien no duda en señalar que se trata de "un abuso con el que, claramente, se buscan unos determinados fines: una rápida intoxicación y, sobre todo, una mayor afectación del alcohol".

Aunque no hay datos desglosados por comunidades autónomas, el informe Estudes -presentado este martes por el ministerio de Sanidad- indica que el 32,3% de los alumnos españoles de 14 a 18 años se ha dado un atracón etílico en el último mes. "Se trata de una práctica realizada, básicamente, por la población menor, adolescentes y jóvenes". Es peligrosa, abunda Prat, por diferentes motivos: "Afecta a su desarrollo cerebral, que hasta los 24 años no concluye. Interfiere en ese proceso y afecta a una parte del cerebro, el hipocampo, que regula memoria y el aprendizaje, por lo que choca de lleno con ell estudio y el propio desarrollo, unos daños que todavía no se sabe si son reversibles".

"Afecta al desarrollo cerebral de los jóvenes, que hasta los 24 años no concluye"

El efecto del alcohol en las conductas individuales es otro aspecto a tener en cuenta. “El alcohol es un inhibidor sobre nuestro propio comportamiento. Su ingesta favorece que se den más comportamientos de riesgo, de todo tipo, incluidos los relacionados con el tráfico, la implicación en conductas agresivas y violentas o las relaciones sexuales de riesgo, sin la protección adecuada”, subraya la experta.

El ‘binge drinking’ es un fenómeno relacionado con los más jóvenes, que “buscan notar los efectos del alcohol rápidamente gastando poco dinero, no necesariamente ligado al botellón aunque sí están muy unidos”. No siempre se caracteriza por favorecer una adicción futura, pero sí puede ser un factor más en el proceso, concluye Prat: “Son consumos experimentales, grupales. Es una ingesta que, en sí misma, genera problemas. Y que evidentemente quien la practica tiene más probabilidades de crear problemas en el futuro que el que no lo hace. No hay una regla matemática en este sentido”.

A nivel nacional, esta práctica se ha triplicado desde 2003 (el 15% de los españoles han incurrido en ella) y es más común en hombres que en mujeres. También hay mayor incidencia entre quienes acostumbran a tomar otras drogas y sustancias psicoactivas.

¿A qué edad se empieza a…?

La prevalencia de consumo de bebidas alcohólicas en los últimos 30 días entre la población aragonesa de entre 15 y 64 años es del 64%. El porcentaje de quienes hicieron botellón en los últimos 12 meses en la misma muestra es del 6%, aunque hay que tener en cuenta que una vez superada la mayoría de edad lo habitual es ingerir alcohol en bares y otros espacios cerrados, tanto públicos como privados. El 36,8% fuma tabaco a diario y el 8,4% ha consumido cannabis en los últimos 30 días. El número de aragoneses admitidos a tratamiento por consumo de sustancias psicoactivas en 2017 fue de 753, según recoge el informe del Ministerio de Sanidad.

La edad en que se comienza a consumir todo tipo de bebidas alcohólicas es 16 años. Algo después (16,3) se empieza a fumar tabaco, una práctica que se convierte en diaria a los 17,9 años, cuando se tiene una capacidad adquisitiva algo mayor. El cannabis, de media, se prueba por vez primera a los 18,2 años. A los 15,2 años esnifan por primera vez, quienes llegan a hacerlo, su primera raya de cocaína.

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