sucesos
El cuerpo del montañero zaragozano fallecido en el Himalaya aún no ha podido ser rescatado
La delegada del Gobierno en Aragón ha hablado con el Embajador español en la India, quien le dijo que los hermanos gemelos Del Cerro, también zaragozanos, han podido ser trasladados a un hospital a Katmandú, pero las condiciones meteorológicas complican las labores de recuperación del cadáver.
El cuerpo de Fernando Sánchez Grassa, el montañero zaragozano fallecido en el Himalaya, todavía no ha podido ser rescatado debido a las condiciones meteorológicas, mientras que los hermanos gemelos Juan Carlos y Jesús del Cerro Millán, también vecinos de la capital aragonesa, fueron trasladados a un hospital en Katmandú.
Así se lo hizo saber este domingo por la noche el Embajador español en la India, José Ramón Barañano, a la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, quien se puso en contacto con el diplomático para interesarse por el estado de los hermanos y saber cuándo podría ser repatriado el cadáver del aragonés fallecido.
Según ha explicado la delegada del Gobierno este lunes durante una rueda de prensa en Zaragoza, el Embajador le comunicó que habían recogido a los dos hermanos para trasladarlos a un hospital a Katmandú. "En cuanto al fallecido, las condiciones climatológicas debían ser un poco regulares, todavía no se podía informar de en qué momento se podía hacer esa repatriación. El cuerpo todavía no ha podido ser rescatado", ha señalado Carmen Sánchez en su comparecencia con los medios.
Conocido como 'Nano', Fernando Sánchez murió el viernes mientras descendía tras hacer cumbre en el pico Himlung (7.126 metros), en la cordillera del Himalaya en Nepal, e iba acompañado de los dos hermanos gemelos.
La fatiga se apunta como causa de la muerte de Fernando Sánchez, según apuntó este domingo el director de la agencia Imagine Nepal, Mingma Gyalje Sherpa, que organizó la expedición de la que formaba parte el escalador de Torrero y sus amigos gemelo. Las condiciones de la zona, a 7.000 metros de altura, eran muy duras.
Nano llevaba tres años viviendo en la localidad jacetana de Aragüés del Puerto, donde, según explica su alcalde, Antonio Casajús, “era habitual verle dando paseos por el pueblo y sus alrededores y limpiando caminos”.
