economía
Día Mundial del Ahorro: Claves para gastar menos en el hogar
En esta jornada, entidades y expertos recomiendan fomentar la cultura de guardar de hoy para mañana y ofrecen consejos para ahorrar en el día a día.
En este 31 de octubre no se celebra solo la importada fiesta de Halloween, sino también el Día Mundial del Ahorro. En esta víspera de Todos los Santos se conmemora esta celebración iniciada en 1924 para fomentar el ahorro en las entidades financieras. Una fecha destacada, aunque suele pasar desapercibida para muchos, que cobra todavía más sentido tras una crisis, y ya se anuncia una recesión económica, que había convertido la cultura de guardar para mañana en un lujo para un gran número de familias.
La amenaza de esta hipotética recesión invita a reflexionar sobre lo que consumimos en nuestro día a día. La tasa de ahorro de los hogares españoles se cerró en 2018 llegando a un 4,9% de su renta disponible. En el primer trimestre de este año, los hogares españoles llegaron a gastar en el primer trimestre del año más de lo que ingresaron. El Banco de España ya ha señalado en sus informes trimestrales que el «reducido» ahorro y el vigor del crédito para consumo privado «plantean incertidumbres sobre la fortaleza en este gasto». Los gastos varían según las épocas del año. Ahora, por ejemplo, con la llegada del frío, un informe elaborado por el comprador de seguros Acierto.com, estima que las familias invertirán un 14% más en calefacción y otros consumos domésticos, para subir la temperatura de la casa, aumentando en un 7% el consumo energético.
Una realidad ante la que los expertos de Acierto.com han elaborado esta lista con diez pasos que pueden ayudar a controlar los gastos en la factura de cada hogar.
Termostatos inteligentes
Uso de reguladores, programadores y termostatos inteligentes. Lo mismo se puede hacer con las bombillas. Los termostatos permiten optimizar el uso de la calefacción gracias a la conectividad con el teléfono o la domótica del hogar.
Lámparas led
Lámparas led en lugar de halógenas. También los tubos fluorecentes, no solo en la cocina, sino también en el trastero, el garaje y el baño. Reducen un 80% el consumo energético.
Colores claros en la decoración
Utilizar colores claros en la decoración de las habitaciones. En un entorno luminoso se tiende a encender menos las luces. Usar lámparas focales en lugar de focos en el techo para crear un ambiente más íntimo.
Atención a los aislamientos
Revisar el aislamiento de la vivienda. Muchas veces las ventanas no son del todo aislantes, o hay algún vértice de estas o algún rincón por el que se pierde calor interior. Instalar cortinas, dobles ventanas y asegurarse de cerrarlas correctamente para que el frío no entre.
Uso responsable de la calefacción
No poner la calefacción si se está fuera de casa y utilizarla a la temperatura correcta. Los expertos apuntan un ahorro de entre el 10% y el 40% si se lleva a cabo un uso responsable. Lo ideal, es una temperatura constante que ronde entre los 19 y los 21 grados. Por la noche bastará con dejarla entre los 15 y los 17 grados.
Desenchufar
Siempre que no haya nadie en casa o se puede prescindir de aparatos, lo mejor es desechunfarlos. Apagar el router, los ordenadores o lo televisores cuando no se está en la vivienda puede suponer un ahorro de entre 75 y 100 euros al año.
Lavadoras en agua fría
Hay que acostumbrarse a poner las lavadoras de agua fría. Además de que los tejidos de la ropa sufren menos y hay menor probabilidad de encoger un jersey, es una manera sencilla de ahorrar.
Calor residual del horno
Hay que aprender a aprovechar el calor residual del horno cuando se cocina. Los alimentos se terminarán de cocinar en su justo punto y se ahorrarán varios minutos de consumo energético.
Comparar precios
Antes de contratar cualquier servicio hay que acostumbrarse a comparar precios. También cuando se tienen que contratar la póliza de hogar para revisar las coberturas y que estas se adapten a las necesidades de cada uno.
Tratar de reparar
Antes de tirar y comprar de nuevo cualquier aparato que se estropea se debe primero intentar repararlo. Muchas veces el coste resulta más barato y se alarga la vida de estos objetos tan cotidianos.
